Estimados y estimadas camaradas,
Me dirijo a vosotras, días antes del final del año y aún inmersas en la resaca electoral de los últimos comicios generales, fundamentalmente para daros las gracias y la enhorabuena por el trabajo que la inmensa mayoría de vosotras habéis realizado.
Como sabéis, la candidatura de Unidad Popular - Izquierda Unida obtuvo un resultado de en torno al millón de votos, un 3,7% de las papeletas y dos diputadas, a las que hay que sumar otras tres conseguidas en las circunscripciones de Barcelona, Tarragona y A Coruña, más la senadora obtenida en Galicia.
En una campaña muy compleja, en la que hemos sufrido la invisibilización de los medios de comunicación y la apelación constante a un doble “voto útil” (que como es frecuente se ha demostrado inútil), nuestra organización y proyecto político han resistido de forma casi heroica. Los resultados no son buenos en lo cuantitativo, pero en lo cualitativo y lo político suponen un punto de inflexión sobre el que reconstruir proyecto de confluencia y estructuración de la izquierda política y social transformadora en el Estado.
Afrontábamos una campaña enormemente difícil, sin apenas recursos económicos y con la proliferación incesante de encuestas negativas para nuestros intereses, que hacían peligrar la representación institucional de IU más que nunca. No obstante, hemos sabido sobreponernos a dicha situación con una lista plural y sólida, llena de referentes de los movimientos sociales, el movimiento sindical y los ámbitos académicos, de los derechos humanos, el ecologismo y el feminismo, además de parte de las camaradas del partido elegidas en nuestro Comité Central, indiscutibles referentes de sus luchas. Todas ellas encabezadas por el mejor candidato a la presidencia del gobierno posible: el camaradaAlberto Garzón, que ha sabido generar un potente sentimiento de ilusión en la militancia y en el entorno de carácter fundante.
Pero sobre todo y por encima de todas las cosas, con una militancia abnegada, entregada e impagable que ha desarrollado una campaña heroica y llena de ilusión por llevar nuestra voz a las instituciones. En nuestra comunidad, hemos mejorado en un 50% los resultados de Izquierda Unida en las pasadas elecciones autonómicas, hecho que, al margen de las candidaturas que iban en confluencia con otras organizaciones en Galicia y Cataluña, supone el mayor incremento de nuestra organización en todo el estado español. Al impulso del candidato se ha sumado vuestro trabajo, el de la militancia del Partido Comunista e Izquierda Unida, sumado al de los compañeros y compañeras independientes o de otras organizaciones integradas dentro de Unidad Popular. Calificar la entrega que habéis demostrado es prácticamente imposible. Personalmente, no recuerdo una campaña con mayor ilusión en todos mis años de militancia, con más repartos de propaganda y pegadas de carteles, con mayor celebración de actos en municipios y barrios, y de mítines de miles de personas como los de Alcalá, Getafe o el Teatro de La Latina en Madrid.
La bajada en votos y escaños, a la que ayuda una ley electoral brutal contra nuestra formación, no deben empañar el trabajo desarrollado ni mitigar el impulso fundante de reconstrucción de un marco de confluencia de la izquierda transformadora en modo alguno. La estrategia de apuesta por la Unidad Popular era correcta. El análisis desarrollado por el partido era correcto de igual modo. Como en todo proceso, han podido cometerse errores, pero con vuestra dedicación y trabajo los hemos superado.
En enero, como es lógico, celebraremos un Comité Central para analizar más ampliamente los resultados electorales, el marco de futuro del PCE y su referente estratégico, y los aciertos y desaciertos de la campaña.
Estamos a las puertas de un apasionante debate sobre cómo dotar a nuestro Partido de las herramientas políticas y organizativas necesarias para convertirlo en un instrumento determinante para la construcción de poder popular y de representación de nuestra clase, al mismo tiempo que reimpulsamos el espacio de convergencia de la izquierda rupturista en el estado. Deberemos volcarnos en esos debates pues nos jugamos mucho. Mientras tanto, es imprescindible que no se pierda la ilusión acumulada durante la campaña y que sepamos transformarla en un impulso de movilización en el año 2016.
Cómo nos enseñó Marcelino Camacho, nuestro Marcelino: "cuando uno se cae, se levanta y sigue adelante". El golpe del descenso electoral no es ni puede ser entendido como una defunción, sino muy al contrario, ha de suponer un revulsivo para tomar decisiones valientes e imprescindibles para el futuro de la clase trabajadora. Tenemos los mejores mimbres para hacerlo: la militancia de oro, los principios y los valores correctos y la mejor herramienta para transformar y analizar la realidad: el marxismo. Con esos ingredientes, sumados a la alegría revolucionaria que todo Partido Comunista debe tener, la victoria es cuestión de tiempo si sabemos ser audaces y mantener el pulso que hemos logrado generar en estos últimos meses. Estoy convencido de que sabremos hacerlo.
Aprovecho para invitaros al vino de fin de año que celebraremos en nuestra sede regional, en la calle Martín de Vargas Nº46, el próximo martes 29 de enero. Es un orgullo militar con vosotras, es un orgullo militar en el Partido Comunista de España y en la Federación de Madrid.
Gracias por vuestro incansable trabajo, camaradas. Y que el año 2016 venga cargado de alegría revolucionaria.
Un fraternal saludo,
Álvaro Aguilera
Secretario General del Partido Comunista de Madrid
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