Muchos años esperando esta noticia, muchos años soñando conocer la liberación de los cinco héroes cubanos que estaban presos en cárceles de EEUU por luchar contra el terrorismo, por defender la vida de sus compatriotas. Han sido años de mantener viva la memoria de estos hombres, de recoger firmas de apoyo, de mandar carta a los máximos dirigentes de los EE.UU. exigiendo un juicio justo, exigiendo que se resolviera la injusticia sufrida, años de denunciar las condiciones inhumanas en las que sufrían su cautiverio, sufrimiento que era ampliado a sus familias, a los que maltrataban.
Por todo esto cuando me llamó el embajador de Cuba para comunicarme la noticia de la liberación de los tres últimos héroes, la emoción me embargó. Comprendí que había vencido la dignidad frente a los poderosos, que había triunfado la justicia, frente a la vileza de quienes querían vengarse en estas tres personas de su incapacidad para derrotar al pueblo cubano, la ira del gigante que no puede soportar que la dignidad de un pueblo haya superado todas las agresiones, el bloqueo más injusto y más inhumano que ha conocido la historia, que ha resistido ataques terroristas, que ha tenido que ver al asesino pasearse libre por las calles de Miami mientras se encarcelaba a los luchadores contra el terrorismo.
Estábamos convencidos de que si los cinco resistían, los EEUU tendrían que convencerse de que si no eran capaces de doblegar la dignidad de cinco personas indefensas...cómo iban a vencer a todo un pueblo. Y así ha sido, los EE.UU. han liberado a los cinco y han tenido que reconocer el derecho del pueblo cubano a construir su futuro desde la independencia y la dignidad.
El Partido Comunista de España no olvida que fueron arrestado por las autoridades estadounidenses junto con sus compañeros en septiembre de 1998. Que fueron víctimas de un largo y escandaloso proceso mediante procedimientos, métodos y objetivos de carácter absolutamente políticos y bajo un verdadero diluvio de propaganda malintencionada y fraudulenta.
Se les acusó de poner en peligro la seguridad de Estados Unidos, imputándoles numerosos cargos, e incluso delitos como la conspiración para asesinar, cargos que, por su incuestionable falsedad, no fueron ni podrán ser probados.
Un jurado constituido en Miami, -donde antecedentes recientes de la influencia y presiones que estos grupos ejercen sobre la comunidad en Miami, sus agencias gubernamentales e incluso sobre el sistema judicial, y esto explica muchas cosas- los declaró culpables de todos los cargos que se les imputaban.
La realidad es que son patriotas cubanos que nunca tuvieron la intención de dañar los valores del pueblo norteamericano, ni su integridad, sino defender su país, que ha sobrevivido durante más de 50 años a múltiples agresiones y amenazas a su seguridad, a planes de subversión, sabotajes y a la desestabilización interna. Cualquier país tiene derecho a defenderse de sus enemigos, que utilizan el territorio norteamericano para planear, organizar y financiar actos terroristas violando las propias leyes internas que los prohíben.
Son los grupos terroristas de origen cubano y sus mentores económicos y políticos norteamericanos el problema que hay que resolver. Estos grupos y sus mentores se han organizado con vistas a influir para propiciar un conflicto entre Estado Unidos y Cuba. Son ellos los que quieren mantener actualizada la historia de invasiones, sabotajes, agresiones biológicas u otras similares, los que luchan por crear situaciones que provoquen graves incidentes.
Denunciamos que se continúan desarrollando campañas de propaganda para distorsionar la imagen de CUBA en Estados Unidos y tratan de impedir, con diferentes pretextos, mediante leyes y regulaciones, que los norteamericanos viajen libremente a Cuba y valoren la situación real del país. También obstaculizan la cooperación en temas de interés mutuo como la lucha contra la emigración ilegal y el tráfico de drogas que tanto afecta a la población estadounidense.
A ello se une la constante demanda de nuevos y mayores fondos del gobierno, que afectan a los contribuyentes, para financiar las actividades contra Cuba. Enormes sumas que se dedican a transmisiones radiales, de televisión y al financiamiento de sus súbditos en la isla, y que van en detrimento de los recursos para afrontar problemas sociales que afectan a los propios ciudadanos norteamericanos.
El PCE, que siempre ha estado en la vanguardia de la lucha por la liberación de los cinco, en actos propios, en actos de todos los comités de solidaridad que se han constituido a lo largo del territorio español, hemos sentido esta liberación como un éxito propio, y en nombre del Partido Comunista de España, de su militancia y del mío propio hemos transmitido al Partido Comunista de Cuba, su dirección y al pueblo cubano nuestra alegría porque ya estén en su Patria Fernando, Gerardo, Ramón, Antonio y Rene, ejemplos de dignidad, lealtad y valor revolucionario.
Por todo esto cuando me llamó el embajador de Cuba para comunicarme la noticia de la liberación de los tres últimos héroes, la emoción me embargó. Comprendí que había vencido la dignidad frente a los poderosos, que había triunfado la justicia, frente a la vileza de quienes querían vengarse en estas tres personas de su incapacidad para derrotar al pueblo cubano, la ira del gigante que no puede soportar que la dignidad de un pueblo haya superado todas las agresiones, el bloqueo más injusto y más inhumano que ha conocido la historia, que ha resistido ataques terroristas, que ha tenido que ver al asesino pasearse libre por las calles de Miami mientras se encarcelaba a los luchadores contra el terrorismo.
Estábamos convencidos de que si los cinco resistían, los EEUU tendrían que convencerse de que si no eran capaces de doblegar la dignidad de cinco personas indefensas...cómo iban a vencer a todo un pueblo. Y así ha sido, los EE.UU. han liberado a los cinco y han tenido que reconocer el derecho del pueblo cubano a construir su futuro desde la independencia y la dignidad.
El Partido Comunista de España no olvida que fueron arrestado por las autoridades estadounidenses junto con sus compañeros en septiembre de 1998. Que fueron víctimas de un largo y escandaloso proceso mediante procedimientos, métodos y objetivos de carácter absolutamente políticos y bajo un verdadero diluvio de propaganda malintencionada y fraudulenta.
Se les acusó de poner en peligro la seguridad de Estados Unidos, imputándoles numerosos cargos, e incluso delitos como la conspiración para asesinar, cargos que, por su incuestionable falsedad, no fueron ni podrán ser probados.
Un jurado constituido en Miami, -donde antecedentes recientes de la influencia y presiones que estos grupos ejercen sobre la comunidad en Miami, sus agencias gubernamentales e incluso sobre el sistema judicial, y esto explica muchas cosas- los declaró culpables de todos los cargos que se les imputaban.
La realidad es que son patriotas cubanos que nunca tuvieron la intención de dañar los valores del pueblo norteamericano, ni su integridad, sino defender su país, que ha sobrevivido durante más de 50 años a múltiples agresiones y amenazas a su seguridad, a planes de subversión, sabotajes y a la desestabilización interna. Cualquier país tiene derecho a defenderse de sus enemigos, que utilizan el territorio norteamericano para planear, organizar y financiar actos terroristas violando las propias leyes internas que los prohíben.
Son los grupos terroristas de origen cubano y sus mentores económicos y políticos norteamericanos el problema que hay que resolver. Estos grupos y sus mentores se han organizado con vistas a influir para propiciar un conflicto entre Estado Unidos y Cuba. Son ellos los que quieren mantener actualizada la historia de invasiones, sabotajes, agresiones biológicas u otras similares, los que luchan por crear situaciones que provoquen graves incidentes.
Denunciamos que se continúan desarrollando campañas de propaganda para distorsionar la imagen de CUBA en Estados Unidos y tratan de impedir, con diferentes pretextos, mediante leyes y regulaciones, que los norteamericanos viajen libremente a Cuba y valoren la situación real del país. También obstaculizan la cooperación en temas de interés mutuo como la lucha contra la emigración ilegal y el tráfico de drogas que tanto afecta a la población estadounidense.
A ello se une la constante demanda de nuevos y mayores fondos del gobierno, que afectan a los contribuyentes, para financiar las actividades contra Cuba. Enormes sumas que se dedican a transmisiones radiales, de televisión y al financiamiento de sus súbditos en la isla, y que van en detrimento de los recursos para afrontar problemas sociales que afectan a los propios ciudadanos norteamericanos.
El PCE, que siempre ha estado en la vanguardia de la lucha por la liberación de los cinco, en actos propios, en actos de todos los comités de solidaridad que se han constituido a lo largo del territorio español, hemos sentido esta liberación como un éxito propio, y en nombre del Partido Comunista de España, de su militancia y del mío propio hemos transmitido al Partido Comunista de Cuba, su dirección y al pueblo cubano nuestra alegría porque ya estén en su Patria Fernando, Gerardo, Ramón, Antonio y Rene, ejemplos de dignidad, lealtad y valor revolucionario.
Publicado en el Nº 280 de la edición impresa de Mundo Obrero enero 2015
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