Uno de los días más importantes de los últimos años: miércoles 17 de diciembre de 2014, a las 18h en España, comparecencia simultánea de los presidentes de la República Socialista de Cuba, Raúl Castro Ruz, y de los Estados Unidos de América, Barak Obama.
Un mensaje común: Hay que restablecer relaciones diplomáticas.
Las políticas imperialistas de muchos gobiernos yankees han fracasado, la revolución ha resistido, la revolución ha ganado…
En prueba de los “nuevos tiempos” se produce un intercambio de prisioneros. Cuba entrega a 2 espías norteamericanos y EEUU libera a los 3 héroes antiterroristas del grupo de los 5 que todavía no habían cumplido su injusta condena.
Pero la solidaridad internacional ya hace horas que está de fiesta. La noticia de la liberación de los 3 héroes corre por las nuevas tecnologías de persona en persona en una cadena que recorre el mundo. En cada rincón del planeta hay gente llorando de alegría. El fin de una larga lucha, la campaña de solidaridad internacional más extensa en el tiempo, ha dado sus frutos. La alegría se mezcla con la sorpresa, con la incredulidad; se ha vencido al imperialismo, la lucha ha dado sus frutos.
Los primeros pensamientos van hacia los 3 héroes y sus familias y todo el pueblo cubano con su presidente Raúl y el comandante en jefe Fidel que desde el principio dijo “Volverán”.
Especialmente emotivo fue el encuentro de Toni con su madre, el beso de Gerardo con su mujer Adriana a la que nunca la dejaron visitarle en prisión y el encuentro final de los 5 héroes ejemplo de la humildad y dignidad del pueblo revolucionario cubano. Luego cada uno fue recibido en sus barrio, cuadra como se dice allí, abrazando uno a uno a sus vecinos. También tuvieron que visitar cementerios para honrar a sus familiares muertos durante su injusto cautiverio.
Y un mensaje de los 5: Hemos vuelto y ahora a seguir trabajando por la revolución.
Atrás quedan más de 16 años de injusta prisión en las cárceles del imperio.
Los 5 formaban parte de un equipo infiltrado en los grupos terroristas radicados en Miami y que han causado muchos daños personales y económicos a la revolución cubana mientras las distintas administraciones norteamericanas han mirado para otro lado (cuando no los han financiado directamente).
El gobierno cubano decidió compartir toda la información obtenida con el gobierno del país vecino. Una información tan detallada que les dejó perplejos. Sin embargo en vez de actuar contra esos grupos terroristas decidieron encarcelar a los 5.
Tuvieron un juicio amañado en Miami, donde evidentemente no se daban las condiciones para un juicio justo, y donde se ha sabido posteriormente que se habían comprado medios de comunicación para radicalizar el ambiente en su contra. Eso fue el inicio de otra lucha, la judicial, que ha sido ardua y ha puesto de manifiesto las lagunas del sistema judicial norteamericano del que tanto presumen.
Se les condenó por haber espiado al gobierno norteamericano -acusación que nunca pudieron probar- con penas de prisión totalmente desproporcionadas: Gerardo, 2 cadenas perpetuas y 15 años de prisión; Ramón, 30 años; Antonio, 22 años; Fernando, 18 años; René, 15 años. Fernando y René han cumplido íntegra su condena.
Con objeto de doblegar su férrea voluntad y obligarles a declararse culpables, les dispersaron en diferentes prisiones por ese enorme país, cambiándoles de penitenciaría constantemente. Pasaron meses en celdas de aislamiento, seguramente una de las torturas más sádicas a las que se puede someter a un ser humano. No facilitaron la visita de sus familiares. El ejemplo de Gerardo y su mujer Adriana es espeluznante. Nunca les dejaron verse.
Pero estos hombres de hierro siempre fueron fieles a sus principios revolucionarios y estuvieron unidos entre ellos, con toda la solidaridad internacional y por supuesto con el pueblo cubano y su gobierno.
Sus nombres deben ser recordados como ejemplo del amor por su pueblo y su revolución:
Antonio (Toni) Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert.
Ahora hay que redoblar esfuerzos para que cese el bloqueo asesino del imperialismo que ya dura más de 50 años y que ha causado incalculables daños personales y económicos a la revolución.
Es necesario que parte de la solidaridad internacional que ha soportado la lucha por la liberación de los 5 entienda que esta lucha contra el bloqueo es la misma que se ha dado para conseguir que vuelvan a su casa. Que no es posible que se mantenga un atentado contra la humanidad como es el bloqueo.
El PCE seguirá dando esa batalla, como siempre ha hecho. El internacionalismo siempre nos caracterizó y esta victoria de los pueblos contra el imperialismo nos debe dar nuevas fuerzas porque unidos, venceremos.
Hay una canción del grupo Reincidentes sobre Cuba donde dice que la revolución cubana es un “granito” en el bonito cristal de EEUU. Ahora ese “granito” se ha unido a otros “granitos” y se ha convertido en una grieta que llega a la Patagonia.
¡Viva la revolución cubana! ¡Viva la solidaridad internacional!
Un mensaje común: Hay que restablecer relaciones diplomáticas.
Las políticas imperialistas de muchos gobiernos yankees han fracasado, la revolución ha resistido, la revolución ha ganado…
En prueba de los “nuevos tiempos” se produce un intercambio de prisioneros. Cuba entrega a 2 espías norteamericanos y EEUU libera a los 3 héroes antiterroristas del grupo de los 5 que todavía no habían cumplido su injusta condena.
Pero la solidaridad internacional ya hace horas que está de fiesta. La noticia de la liberación de los 3 héroes corre por las nuevas tecnologías de persona en persona en una cadena que recorre el mundo. En cada rincón del planeta hay gente llorando de alegría. El fin de una larga lucha, la campaña de solidaridad internacional más extensa en el tiempo, ha dado sus frutos. La alegría se mezcla con la sorpresa, con la incredulidad; se ha vencido al imperialismo, la lucha ha dado sus frutos.
Los primeros pensamientos van hacia los 3 héroes y sus familias y todo el pueblo cubano con su presidente Raúl y el comandante en jefe Fidel que desde el principio dijo “Volverán”.
Especialmente emotivo fue el encuentro de Toni con su madre, el beso de Gerardo con su mujer Adriana a la que nunca la dejaron visitarle en prisión y el encuentro final de los 5 héroes ejemplo de la humildad y dignidad del pueblo revolucionario cubano. Luego cada uno fue recibido en sus barrio, cuadra como se dice allí, abrazando uno a uno a sus vecinos. También tuvieron que visitar cementerios para honrar a sus familiares muertos durante su injusto cautiverio.
Y un mensaje de los 5: Hemos vuelto y ahora a seguir trabajando por la revolución.
Atrás quedan más de 16 años de injusta prisión en las cárceles del imperio.
Los 5 formaban parte de un equipo infiltrado en los grupos terroristas radicados en Miami y que han causado muchos daños personales y económicos a la revolución cubana mientras las distintas administraciones norteamericanas han mirado para otro lado (cuando no los han financiado directamente).
El gobierno cubano decidió compartir toda la información obtenida con el gobierno del país vecino. Una información tan detallada que les dejó perplejos. Sin embargo en vez de actuar contra esos grupos terroristas decidieron encarcelar a los 5.
Tuvieron un juicio amañado en Miami, donde evidentemente no se daban las condiciones para un juicio justo, y donde se ha sabido posteriormente que se habían comprado medios de comunicación para radicalizar el ambiente en su contra. Eso fue el inicio de otra lucha, la judicial, que ha sido ardua y ha puesto de manifiesto las lagunas del sistema judicial norteamericano del que tanto presumen.
Se les condenó por haber espiado al gobierno norteamericano -acusación que nunca pudieron probar- con penas de prisión totalmente desproporcionadas: Gerardo, 2 cadenas perpetuas y 15 años de prisión; Ramón, 30 años; Antonio, 22 años; Fernando, 18 años; René, 15 años. Fernando y René han cumplido íntegra su condena.
Con objeto de doblegar su férrea voluntad y obligarles a declararse culpables, les dispersaron en diferentes prisiones por ese enorme país, cambiándoles de penitenciaría constantemente. Pasaron meses en celdas de aislamiento, seguramente una de las torturas más sádicas a las que se puede someter a un ser humano. No facilitaron la visita de sus familiares. El ejemplo de Gerardo y su mujer Adriana es espeluznante. Nunca les dejaron verse.
Pero estos hombres de hierro siempre fueron fieles a sus principios revolucionarios y estuvieron unidos entre ellos, con toda la solidaridad internacional y por supuesto con el pueblo cubano y su gobierno.
Sus nombres deben ser recordados como ejemplo del amor por su pueblo y su revolución:
Antonio (Toni) Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, René González Sehwerert.
Ahora hay que redoblar esfuerzos para que cese el bloqueo asesino del imperialismo que ya dura más de 50 años y que ha causado incalculables daños personales y económicos a la revolución.
Es necesario que parte de la solidaridad internacional que ha soportado la lucha por la liberación de los 5 entienda que esta lucha contra el bloqueo es la misma que se ha dado para conseguir que vuelvan a su casa. Que no es posible que se mantenga un atentado contra la humanidad como es el bloqueo.
El PCE seguirá dando esa batalla, como siempre ha hecho. El internacionalismo siempre nos caracterizó y esta victoria de los pueblos contra el imperialismo nos debe dar nuevas fuerzas porque unidos, venceremos.
Hay una canción del grupo Reincidentes sobre Cuba donde dice que la revolución cubana es un “granito” en el bonito cristal de EEUU. Ahora ese “granito” se ha unido a otros “granitos” y se ha convertido en una grieta que llega a la Patagonia.
¡Viva la revolución cubana! ¡Viva la solidaridad internacional!
Publicado en el Nº 280 de la edición impresa de Mundo Obrero enero 2015
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