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Ante la investidura de Gobierno de la Generalitat de Catalunya: Profundizar la crisis con el estado, Mas no, Movilización por el plan de choque.

La situación del Parlamento después del 27S deja la CUP- CC como clave para permitir o no la formación del gobierno de Juntos por el .  Posiblemente esta no es la única posibilidad, no es imposible que este apoyo pudiera estar en manos del PSC, a cambio de ces
iones mutuas para  preparar  un nuevo marco de acuerdo autonómico después de las generales del 20 de diciembre.  Pero  ahora  esto  está lejos. Esta posición de la CUP-CC es extraordinaria- mente positiva, pero obliga a no fallar y aprovecharla en favor de las clases trabajadoras.  Nuestra  posición que hemos defendido dentro de la CUP-CC de que  formamos parte se puede resumir en:

1.- Validar el resultado del 27S que consolida la decisión mayoritaria de ruptura con el estado e iniciar un proceso constituyente de la República Catalana...  El objetivo de este Parlament tiene que ser poner fecha a la proclamación de la República Catalana y la constitución de una Asamblea Nacional Constituyente. Velaremos para que esto no acabe en un nuevo proyecto autonomista de Pacto fiscal. No necesitamos unas nuevas elecciones plebiscitarias, ni pasar página con unas que no lo sean, ni queremos una posible reorganización de la burguesía, ni tampoco una segunda opción a JxS, ahora con la presión del Estado contra Mas para intentar arrebatar los votos que le permitan gobernar en minoría. Es importante profundizar la crisis con el estado haciendo efectiva en el Parlamento la mayoría independentista que ha salido del 27S. No es casual que la opción de nuevas elecciones esté encabezada por C’s y los medios más centralistas, ellos quieren borrar los resultados del 27S, borrar el plebiscito y la herida que abre en las instituciones del régimen; nosotros no queremos.

Por lo tanto estamos por que se pueda formar gobierno y no volver a ir a elecciones anticipadas. Permitir la investidura de un gobierno JxS pasa por qué la CUP-CC ceda los 2 votos que necesita JxS y deje 8 en abstención, pero no puede ser a cualquier precio.

No es posible que la CUP-CC avale la investidura de Artur Mas o de los sectores de CDC di- rectamente relacionados con recortes y corrupción. No se puede pagar el precio de desdecirnos del compromiso de no votar Mas. No se puede decepcionar un sector de la clase obrera catalana y de los jóvenes que rechazan con toda la razón a Mas como el principal responsable de la política de recortes, ni de quienes no se fían de ir aplazando un posicionamiento claro de ruptura con el Estado. Ciertamente cambiar a Mas no garantiza un cambio de política, pero cuando la lucha obrera exige dimisiones y hay ministros que caen, esto aumenta la confianza de la gente y debilita la burguesía catalana.

Pero es más, esta condición previa nace avalada por la formación de JxS. Si cómo dicen no pueden renunciar a Mas porque es el referente indiscutible, entonces ¿por qué no lo pusieron de cabeza de lista? La respuesta es que no lo pusieron porque necesitaba una cobertura, un doble paraguas protector: uno de la «sociedad civil» (Omnium, ANC...) para convencer a un sector que no se fía de Artur Mas y de que el proceso independentista no acabará en el día de la marmota, sino que el proceso va adelante y no hay vuelta atrás. Y un segundo paraguas de cabeza de lista, a un Romeva y no a Mas al frente -izquierdizando el discurso- para evitar que sobre la candidatura cayera el balance desastroso para las clases populares catalanas del Gobierno Mas. Efectivamente Mas hace perder votos y crea un merecido rechazo, por eso lo escondieron y es incompatible con la voluntad de ensanchar la base social del independentismo. Si JxS responde a toda esta argumentación negándose a retirar Mas y acaban en elecciones anticipadas, será evidente que la burguesía catalana pone por delante su control político al avance del proceso.
2.- No a un acuerdo de gobierno,  ni  de  legislatura,  ni   de  «gobernabilidad». Una cosa es que la CUP-CC pueda dar dos votos y 8 abstenciones a la investidura de un miembro que proponga JxS y otra muy diferente que pueda acordar medidas de gobierno. Hay la tentación que presionando y aprovechando ahora que necesitan los dos votos se pueda obtener alguna otra medida a favor de las clases populares. Pero esta ventaja después se puede pagar muy cara. En cuatro días el nuevo gobierno estará preparando presupuestos y volverá a necesitar dos votos, y antes estará avanzando la privatización sanitaria con el Consorcio  Sanitario de Lleida... y también necesitará como mínimo los dos votos. La CUP-CC necesita y necesita al día siguiente de formar gobierno las manos libres para poder ayudar a la movilización para imponer el plan de choque o de emergencia social. Este plan no saldrá de las mesas de negociación con JxS.

La CUP-CC no tiene que entrar a negociar con CDC y ERC ningún plan de gobierno. No puede entrar en el Gobierno, ni acordar ningún pacto de  legislatura ni  de «gobernabilidad», ni ninguna tregua, ni podemos salir como la muleta de JxS. No tenemos que crear ni una sola expectativa ni ilusiones en este gobierno. Necesitamos mantener una independencia completa de este gobierno, porque seguirá siendo un gobierno burgués controlado por CDC y ERC, las dos fuerzas responsables en los últimos años del mayor recorte y privatización de los servicios públicos, y por lo tanto una amenaza a las clases populares. Necesitamos un plan de choque, pero esta necesidad social urgente no será el resultado de ninguna negociación con CDC-ERC. De una negociación, y con la correlación de fuerzas salida del 27-S no es posible pretender que sea el Gobierno CDC-ERC quién, voluntariamente, mejore la situación  de  la  gente trabajadora: seria como pedir al zorro que cuide las gallinas. No se trata de «minimizar» la política neoliberal del gobierno o sacar algunas políticas asistenciales para acabar aceptando. No sólo no nos fiamos de este gobierno CDC-ERC para llegar a la República Catalana, sino que este gobierno sigue siendo una amenaza para los intereses de la clase trabajadora catalana: nuestro compromiso es luchar en favor de las clases populares y desde el primer día por un plan de choque o de emergencia. Nuestros dos votos a favor de JxS tendrían que ser cómo aquel que recomendaba Lenin que «quería sostener a Henderson con su voto como la cuerda sostiene al colgado». Queremos que sean las clases populares y no el estado español quién los eche para construir un Gobierno  de  los Trabajadores/as.

3.- Llamamiento a la constitución de una mesa Nacional por un Plan de choque o emergencia social. Sin esperar a un acuerdo para la investidura hay que llevar a la calle la lucha por un plan de choque que es urgente y sólo será posible desde la movilización de las clases populares. La CUP-CC no tenemos que esperar que se resuelva la situación en el Parlamento para hacer un llamamiento a partidos, sindicatos, organizaciones de los y de las trabajadoras, populares, de jóvenes, mareas... para discutir el plan de choque o de emergencia, constituir una Plataforma unitaria o Mesa Nacional para consensuar el inicio de un calendario de movilizaciones. Medidas urgentes como por ejemplo: 1) Paro inmediato de las privatizaciones: de la sanidad pública (Consorcio de Lleida...). Recuperación ATLL, rescate público del agua. 2) Renta mínima para todos/as los parados/as. Prohibición de los despidos. 3) Prohibición de desahucios mientras se elabora una ley garantizando que ninguna persona queda sin techo. 4) Compromiso de recuperación del gasto de la educación y sanidad pública a los niveles anteriores a los recortes. El dinero que hace falta para hacer frente estas necesidades sociales urgentes tiene que salir –entre otros- de no parar el pago de la deuda y desconocer el artículo 135 de la Constitución.

Estos puntos urgentes, imprescindibles para la clase trabajadora catalana y que  comportan inevitablemente el enfrentamiento con el estado y la lógica capitalista, no serán el resultado de la aritmética parlamentaria, sino que se ganarán en la calle con la movilización, por eso toda la dinámica parlamentaria se tiene que poner a su servicio. Hace falta también un llamamiento a la solidaridad de otros trabajadores/as y pueblos que han manifestado la simpatía por nuestra lucha, preparando la respuesta ante presiones, sanciones y represión del  Estado.


Mª Esther del Alcázar                                                                              
Lucha Internacionalista
                                                                                                                 
                                               





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