El 16 de octubre de 2015 la Audiencia Nacional sentenciaba[1] a Panrico-SAU a
indemnizar a CCOO por haberle cortado la financiación acordaba en el 2011 de
30.000€ por año, dos liberaciones completas más extras. Pero en el texto de la
Audiencia sale todo el preparativo de la dirección de Panrico y las
direcciones de CCOO y UGT para imponer los dos ERE’s a los trabajadores/as:
cientos de despidos y una brutal rebaja salarial para dejar la empresa a punto
para la venta a Bimbo.
Panrico pone precio al compromiso de CCOO y UGT
El 5 de abril de 2011 la dirección de Panrico suscribe un acuerdo con la
Federación Agroalimentaria de CCOO (FEAGRA-CCOO), UGT no quiere firmar otro
similar. El texto analiza la “situación difícil” de la empresa y “el
importante papel a desempeñar por los trabajadores para afrontar los retos a
los que ha de enfrentarse en los próximos años” (¡vaya eufemismo!), y para
“contribuir a la mejora del clima laboral” es “necesario dotar de
medios suficientes a la legítima representación de los trabajadores”. El
objetivo de esos recursos a CCOO es la “búsqueda constante de soluciones
negociadas a cuantas controversias pueden surgir en el devenir de las relaciones laborales”.
Estos “medios suficientes” tienen “la finalidad de garantizar el
desarrollo de manera efectiva de la labor (…) de CCOO dirigida a la consecución
de los objetivos reseñados en el presente acuerdo”, son: 1) dos “liberados
institucionales” a tiempo completo, con
todos los derechos y garantías; 2) “PANRICO aportará a dicha Federación la
cuantía de 30.000 € al año”, y esa cantidad se actualiza con el IPC; 3) “los
gastos derivados de las reuniones entre CCOO y la empresa se hace cargo PANRICO”.
O sea, cuando la empresa tiene dificultades económicas decide gastar una
importante cantidad adicional en financiar a los dos sindicatos mayoritarios.
Pero esa cantidad tiene por objetivo comprar la paz social: Con lo que
retrocedan los trabajadores, se recuperará la inversión con creces, ¡una buena
inversión empresarial!
Y por si no fuera claro el objetivo de la empresa con el acuerdo, el 6 de
junio de 2013, la empresa deja de pagar
el dinero acordado a CCOO y le escribe: “el citado acuerdo definía el marco
de colaboración entre PANRICO y la FEDERACION AGROALIMENTARIA DE CCOO para que
esta desarrollase adecuadamente su actividad sindical, sobre la base del
diálogo, la negociación y la paz social entre las partes.” y considera que
CCOO está incumpliendo su parte cuando por ejemplo impugna la aplicación del
Convenio Colectivo de Catalunya. Panrico propone a CCOO darle 10.000 € para
liquidar definitivamente el acuerdo y “renegociar” uno nuevo. Pero CCOO no
acepta y exige sus 30.000.
La empresa dice claramente ante el juez que el acuerdo firmado con CCOO “fue
un acuerdo mercantil”, que se trata de un “contracto de servicios” y
que una parte vulneró su contenido. UGT que si firmó todos los acuerdos recibe
íntegros dinero y liberados hasta el día de hoy. La sentencia reconoce que “la
empresa extinguió unilaterlamente el contrato como penalización por la negativa
del sindicato demandante a alcanzar acuerdos con la empresa.”. Pero da la
razón a CCOO que dice que no fue un acuerdo mercantil sino una “mejora de
derechos sindicales”, que “una cosa es dialogar y otra alcanzar
acuerdos, puesto que si lo hubiera hecho, se habría convertido en un sindicato
rehén de la empresa a cambio de un precio”.
CCOO intenta imponer paz social
hasta el último instante
Pero así como dialogar no implica acordar, tampoco querer imponer la paz
social supone conseguirlo. CCOO intentó por todos los medios imponer la paz
social, pero no consiguió doblegar la resistencia de los trabajadores/as. La
secuencia no deja lugar a dudas: El 10 de octubre se firma un acuerdo[2] en
presencia del propio Gila, UGT y CCOO (incluido el presidente del comité de
empresa de Sta. Perpètua),. En el punto 5 dice: “las partes se comprometen a
negociar en un marco de buena fe, procurando el mantenimiento de la paz social”;
en el 6: “El presente acuerdo supone la no convocatoria de la huelga objeto
del presente conflicto”; en el 7: “La parte social se compromete a que
no se desarrolle ninguna jornada de huelga que se inicie el 13 de octubre, para
lo que harán las gestiones que en su caso corresponda.” y el punto 8: “En
el supuesto que en algún centro de trabajo llegase a desarrollar alguna jornada
de huelga que se inicie el 13 de octubre, el presente acuerdo quedará sin
efecto”. ¡Faltaban tan solo tres días para el inicio de la huelga!
Efectivamente la siguiente reunión ya se hace sin los representantes de CCOO,
porque la dirección de CCOO en Sta Perpètua -a pesar de que lo intenta- no
consigue imponer la desconvocatoria de la huelga.
Pero esa actitud continúa a lo largo de todo el conflicto: aislamiento de
la huelga de Panrico del resto de movilizaciones (Alston...); negar el apoyo
material a la caja de resistencia; negativa a pagar el autocar para viajar a
Madrid en juicios por el ERE, a pesar que la gran mayoría eran afiliados/as;
firma de tres delegados de CCOO del EREs que castigaba especialmente a la
planta de Sta Perpètua en huelga, uno de ellos es el tal Argimiro[3],
delegado LOLS estatal de CCOO; maniobra para aplazar el juicio del 20 de marzo;
denuncia pública brutal de la CONC contra los trabajadores/as del 24 de marzo;
y por si fuera poco la denuncia explícita del Jefe de los abogados del
Interfederal de CCOO Enrique Lillo el 24 de setiembre de 2014[4],
publicando las cartas en la que demuestra las presiones y amenazas que ha
sufrido desde FEAGRA-CCOO para que dejara en indefensión a los trabajadores/as
en plena huelga indefinida. No hay ninguna duda: la dirección de CCOO ha
defendido con uñas y dientes su parte del trato con Panrico, traicionando la
lucha de los y las trabajadoras...
¿Cuando se desprende Panrico de Argimiro? Dice la sentencia: “La empresa
consintió que el sr Argimiro estuviera relevado hasta la conclusión del despido
colectivo.” La empresa le quita la representatividad y le obliga a volver
al trabajo, “inmediatamente después de la negativa de CCOO a firmar el
acuerdo de 19-05-2015”, no mientras va firmando los ERE's: Roma no paga
traidores.
¿Cuánto valía la traición a la huelga indefinida de Sta. Perpètua:
¿30.000€ o más?
En una de esas cartas que publicó el abogado de CCOO Enrique Lillo, fechada
en 7 de julio de 2014 y dirigida al Secretario General de FEAGRA le dice:
“... se dice que la empresa ha
efectuado alguna donación o aportación a la Federación, aunque esta no está
vinculada al desistimiento del pleito.
No obstante, si ello fuera
cierto, estas donaciones podrían interpretarse como donaciones remuneratorias,
lo cual implicaría que el asunto podría tener una dimensión penal, cuya
trascendencia no debo esconderte.”
Sería estraño que el abogado de CCOO no supiera del acuerdo Panrico FEAGRA-
CCOO de fecha 5 de abril de 2011, más cuando es el abogado para la reclamación
de ese dinero en el reciente juicio. ¿A qué cantidades se refiere Lillo en
plena huelga indefinida de Sta. Perpètua?
Los afiliados/as de Panrico de CCOO ante el escándalo que suponen los
contenidos publicados por Lillo se dirigieron a CCOO para pedir explicaciones,
pero lo que encontraron fueron desprecio y amenazas, sin que se hayan tomado
medidas ni sobre las presiones contra el abogado ni sobre la posible
financiación que podía ser motivo de denuncia penal.
¿Daños morales a
CCOO o a los trabajadores/as?
La sentencia condena
a Panrico a pagar a CCOO los 3 años a razón de 30.000 + IPC. Pero también le
reconoce 6000euros por daños morales. Al sr Argimiro le asigna 4322'34 € por el
“daño patrimonial importante” que supone reatirarle su liberación “obligándole
a trabajar en vez de representar a sus compañeros” ¡a razón de 58'41€ por
día a lo largo de 74 días hábiles! Y también una indemnización por daños
morales de 1000€.
Leer esta
resolución y lo ocurrido a lo largo de estos años en los que se imponen 2
terribles ERE's a los trabajadores (cientos de despidos y recortes brutales de
salario) provoca rabia y un daño
moral terrible. Es immoral lo ocurrido y parece increible que CCOO tenga la
cara dura de reclamar el dinero con el que la patronal exigía que impusiera el
silencio de los trabajadores/as. La empresa se preparó para los ERE's atando en
corto a CCOO y UGT con la compra de la paz social. Los trabajadores/as tuvieron
que salir a luchar por sus puestos de trabajo contra la empresa, la
Generalitat, las direcciones de CCOO y UGT. Por ello es más asombroso aún la
capacidad de estos poco más de 200 trabajadores/as que resistieron ocho meses
de huelga contra tan poderosos enemigos coaligados. Esa lucha, que al final
tuvo que dejar la huelga pero no cedió en la firma que tanto buscaban y
necesitaban ellos, es lo que explica las dificultades que tienen para cerrar el
conflicto, porque pisotearon tantos derechos de los trabajadores/as que
necesitaban que alguien pasara página para olvidar lo ocurrido. Pero no lo han
conseguido y la lucha sigue para recuperar puestos de trabajo y condiciones
laborales perdidas.
6 de noviembre de 2015
Agustín Cintas Dueñas,
trabajador de Panrico.
Mª Carmen Torres Tejada,
trabajadora de Panrico.
Jacinto García Vega,
trabajador de Panrico
Carlos Rodríguez Pérez,
Lucha Internacionalista.
Josep Lluís del Alcázar
Fabregat, Lucha Internacionalista.
[1] http://luchainternacionalista.org/IMG/pdf/2_san-social_16-10-15_261-2015_ricardo_bodas_ccoo_-_panrico_acuerdo_pago_de_facturas_y_otros_servicios_.pdf
[3] Argimiro: es uno de los
“liberados institucionales”, se trata de José Oliva de Puente Genil, el otro
liberado institucional de CCOO demandante es Pedro Izquierdo de Sta. Perpètua,
aunque deja las indemnizaciones para cuando se vea su despido.
[4] Reproducimos cartas de Enrique
Lillo colgadas en el bloc deLópez Bulla http://luchainternacionalista.org/spip.php?article2642&var_mode=calcul
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