EL HIJO DE LUCASEl Tribunal Constitucional ha avalado por dos veces las medidas impuestas por la famosa dieta Cospedal en Castilla-La Mancha. La primera fue eliminar el sueldo de los diputados y la segunda, reducir el número de diputados actuales de 53 a entre 25 y 35. La primera complicó la vida de los diputados de la oposición al tener que volver a sus viejos trabajos o empezar a buscar uno nuevo, pero no dejó en mal lugar a los populares. De hecho, de los 25 parlamentarios del PP, 15 cobraban ya otro sueldo público como alcaldes, concejales o consejeros. Situación que no se repetía en la bancada socialista: de sus 24, seis eran concejales y uno, alcalde de Campillo de Altobuey, un pueblo de 1.700 habitantes con pocas posibilidades de retribuir a su edil. La medida fue anunciada como retirada incondicional de sueldo y la realidad es que supuso una reducción de los 3.650 euros brutos mensuales de salario fijo, a los 1.550 de media, 955 de indemnización fija y unos 600 euros en concepto de dietas. Un recorte que en el caso de Carlos Velázquez, alcalde de Seseña, fue compensado al fijarse en el Ayuntamiento una nueva remuneración anual de 40.000 euros. La propuesta, con el visto bueno de Cospedal, fue aprobada con los votos del PP porque el resto de fuerzas políticas se opuso. La dieta Cospedal puesta en marcha por la misma persona que durante años compaginó varios sueldos públicos y que en 2009 cobró 240.737 euros de los contribuyentes, casi tres veces más que el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El caso es que la medida ahorraba poco más de un millón de euros en un presupuesto total para Castilla-La mancha de 7.440 millones (¡el 0,01 por ciento de ahorro!) y mientras, Cospedal tenía contratados a dedo a 41 asesores de libre designación con un coste a las arcas públicas castellano-manchegas de 1.644.140 euros. Datos económicos que lógicamente no entra a valorar el Constitucional, pero sí el ciudadano preocupado por elevarse más allá del discurso oficial. Sea como fuere, la medida fue avalada.
Lo que predomina en Latinoamérica es el debate sobre el porqué de la crisis y retroceso de los mal considerados gobiernos “progresistas”. Lo más sobresaliente es la crisis del gobierno de Maduro y el declive del chavismo. En diciembre pasado fue derrotado electoralmente. Esto se une a la grave crisis de Dilma-PT en Brasil, a las derrotas electorales del peronismo K en Argentina y de Evo en el referendo de Bolivia. Pretenden culpar de sus fracasos a “campañas de la derecha” y hasta a un “golpe” en Brasil. ¿Cuáles son las verdaderas razones de su crisis? Ante la debacle electoral del chavismo el primero en salir a justificarse fue Nicolás Maduro dando la explicación de que todo se debió a una “guerra económica” lanzada por el imperio”. García Linera, vicepresidente de Bolivia, aseguró que existe una “oleada contrarrevolucionaria” y que “está en riesgo la soberanía latinoamericana”. Y que esa “guerra económica” la orquestarían Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita po...
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