Este fantasma de luchas que recorre la Europa actual nos recuerda la necesidad de la acción unitaria de todos los sindicatos y los movimientos sociales; la unidad de la clase trabajadora, más allá de las siglas.
Desde finales de noviembre se vienen produciendo en toda Europa, huelgas y manifestaciones de los trabajadores y el pueblo en general contra las políticas neoliberales del Banco Central Europeo (BCE), La Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional. Italia, Grecia y Bélgica han organizado masivas huelgas generales en cada país y en distintas fechas, manifestando así el rechazo del a población a los dictados europeos que aplican los gobiernos de turno en cada estado. Las manifestaciones y el seguimiento de estas Huelgas Generales de la clase trabajadora y el pueblo en general han sido un éxito de organización y lucha. La última de estas triunfantes movilizaciones es la que han seguido os trabajadores el sector de las comunicaciones el pasado 11 de diciembre en Grecia. La movilización fue un éxito, entre otras cosas, porque fue una convocatoria unitaria, de grandes sindicatos y de sindicatos sectoriales. Todos unidos contra la precariedad, los bajos salarios y la jornada de trabajo de 65 horas que quiere imponer la patronal del sector.
Este fantasma de luchas que recorre la Europa actual nos recuerda la necesidad de la acción unitaria de todos los sindicatos y los movimientos sociales; la unidad de la clase trabajadora, más allá de las siglas, respetando las diferencias de cada uno, pero persiguiendo un objetivo común: derrotar al neoliberalismo, derrotar a los gobiernos que han cedido la soberanía nacional al gran capital financiero internacional. En España, el éxito de las Marchas de la Dignidad y de las distintas luchas sectoriales se basa en el mismo principio: la unidad de acción de los sindicatos que nos reclamamos de clase, de los movimientos sociales de desahuciados, mujeres, sanidad, educación…
Pero la lucha de los compañeros y compañeras griegos de Telecomunicaciones nos recuerda que la prolongación de la jornada de trabajo, no solo su intensificación sino además su extensión es uno de los objetivos del neoliberalismo, del capitalismo, en Europa. Una de las principales causas de esa huelga fue la oposición a considerar los domingos como días laborales y la exigencia de los trabajadores de la reducción de la jornada laboral. La jornada de 40 horas que se había ido imponiendo en Europa está siendo anulada por los patronos con el aliento y el beneplácito de las autoridades europeas y los gobiernos nacionales. Los pueblos de Europa no lo vamos a consentir. No sólo nos oponemos a las políticas de recortes, las reformas laborales, las reducciones salariales, también nos oponemos a la prolongación de la jornada laboral y exigimos la jornada de treinta y cinco horas. No es sólo una medida de reparto de trabajo, es también una reivindicación histórica de la clase la reducción de la jornada. Los horarios de 11 y 12 horas siete días a la semana todo el año, eran normales en el siglo XIX. La lucha de la clase obrera consiguió imponer en casi toda Europa la jornada de las 40 horas semanales. Ahora, el capital financiero, a través de sus instrumentos FMI, BCE y CE, pretende arrebatarnos esa conquista. No lo permitiremos.
Saludamos la victoria que suponen las huelgas generales y sus multitudinarias manifestaciones en Italia, Grecia y Bélgica y expresamos nuestro total apoyo y solidaridad a la clase trabajadora griega del sector de comunicaciones en su lucha contra la extensión de la jornada laboral, la precariedad, la subcontratación de servicios… contra la explotación inmisericorde de la patronal.
CO.BAS quiere expresar no solo esa solidaridad sino también su firme convencimiento de que solo la lucha de la clase obrera puede revertir la actual situación de recortes e intensificación de la explotación. Y esa lucha solo tiene un camino, el de la unidad de toda la población contra los gobiernos serviles y corruptos de Europa. Ese convencimiento y el saber que en toda Europa la clase se levanta contra la explotación, es lo que nos permite decir con total seguridad que venceremos este pulso al gran capital en toda Europa, España y Canarias.
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