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UCRANIA: CONTRA LA AUTORIDAD NEOFASCISTA

PARTIDO COMUNISTA DE UCRANIA

MUNDO OBRERO

El desarrollo peligroso de una profunda crisis política en Ucrania, el rápido crecimiento de la tensión social asociado con el cumplimiento de los requisitos del FMI, el cierre masivo de empresas y la guerra civil en el sur-este del país han hecho necesario que ofrezcamos información sobre la situación real en Ucrania.

Nuestro Partido siempre ha mostrado una posición clara y centrada en el Estado, dentro de la Constitución y de las leyes de Ucrania. Como partido político de la oposición, ha defendido continuamente los intereses de los trabajadores, denunciando las políticas contra los seres humanos, anti-nacionales y antiucranianas. Pero esa política antiucraniana, por el contrario, ha sido apoyada permanentemente por los representantes de los clanes criminales oligárquicos nacionales e internacionales en el gobierno. Esta falsa política de clanes familiares ha llevado a la destrucción de la economía nacional, a una amenaza real de suspensión de pagos, a la degradación de forma catastrófica de las condiciones de vida, a la pérdida del territorio, a una exacerbación peligrosa de las contradicciones en la sociedad ucraniana y al actual desarrollo de la guerra civil con más derramamiento de sangre de gente inocente, a la pérdida de cientos de vidas.

En esta difícil situación, nuestro Partido y su grupo parlamentario en la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania ha ofrecido un programa específico de medidas contra la crisis que contribuirían a salvar la economía del colapso, a resolver los urgentes problemas sociales, a iniciar las reformas necesarias en los diferentes ámbitos de la vida pública. Sin embargo, todas nuestras constructivas propuestas fueron rechazadas por el régimen de Yanukovich y cínicamente ignoradas por los actuales titulares del gobierno.

En una situación tan difícil, como la que nuestra sociedad y el Estado están pasando, el Partido Comunista se ha mostrado constantemente a favor de la solución pacífica del conflicto actual, teniendo en cuenta los intereses, las opiniones y las características de las diferentes regiones y todas las categorías de la población, a la vez que no rechazamos, en particular, la posibilidad de una mayor transición hacia un modelo de Estado federal. Todo esto debe ser realizado, como señalamos en nuestro programa del Partido, sobre la base de garantías constitucionales fiables y sólidas en torno a la unidad del país y a su integridad territorial.

En primer lugar, veamos las extraordinarias realidades de la situación actual. 

Lo más característico de ellas es:
• El poder instalado después del golpe de Estado puso en marcha las operaciones militares contra su propio pueblo, lo que profundiza las divisiones en Ucrania mismo, crea una amenaza real de perder la integridad territorial y la soberanía del Estado. Nos encontramos en tal situación cuando el presidente fue elegido por sólo una parte del país.
• Contrariamente a las promesas del nuevo gobierno de Ucrania de restablecer la ley y el orden en el país, la arbitrariedad y la ilegalidad se han exacerbado hasta adquirir proporciones peligrosas.
• Una lucha sin precedentes se está desplegando entre los grupos oligárquicos que se encargan de que sus propios grupos de militantes se preparen para la llamada "tercera revolución", cargada de nuevas manifestaciones de violencia y de muerte.
• Una situación actual que podemos describir como de histeria anticomunista sin precedentes, acompañada por prepotentes instrucciones directas de la superioridad encaminadas a la prohibición del Partido Comunista. La lucha es contra cualquier manifestación de disidencia y se convierte en una amenaza para la sociedad y para la vida de los ciudadanos en el día a día. Esta evidencia amarga y dolorosa se vio en una desgarrada "Odessa Hatyn"[1] el Día de la Victoria en Mariupol, con pérdida de vidas humanas en Krasnoarmeysk, Slaviansk, Kramatorsk y otras ciudades.
• Las altisonantes declaraciones de las autoridades sobre los cambios constitucionales en materia de descentralización, la redistribución del poder entre el centro y las regiones, la mejora de la situación de la lengua rusa sigue siendo una declaración vacía.
Asistimos al colapso de la economía, al empeoramiento de los problemas sociales, a una disminución sustancial del nivel de vida de la inmensa mayoría de la población.

La autoridad antipopular respaldada por los neonazis preocupada por el aumento del apoyo de los comunistas en la sociedad está desplegando una guerra informativa contra el Partido Comunista y aquellos que nos apoyan con una censura completa en los medios de comunicación nacionales y locales. La lucha contra el disenso, la persecución de los seguidores de las ideas comunistas se acompaña cada vez más de actos de terror físico.

Destruyen los comités del Partido, queman las casas de los miembros del Partido, apalean, amenazan y aterrorizan a nuestros activistas.

Incluso el portavoz de nuestro grupo parlamentario en la Rada Suprema ha sido privado de la palabra para evitar una justa crítica.

Es increíble, pero, de hecho, la mayoría nacionalista burguesa de la Rada Suprema, en contra de la ley, decidió eliminar el grupo parlamentario del Partido Comunista, con plena vigencia legal, en una sesión a puerta cerrada del parlamento. Tal atropello es impensable en cualquier país democrático normal.

Es útil recordar en este contexto: lo primero que hizo Hitler cuando llegó al poder, prohibió el Partido Comunista y otros partidos de oposición. Los nazis alemanes poco después de la invasión de la Unión Soviética comenzaron a destruir los monumentos a Lenin y a otros líderes soviéticos. Esta analogía habla por sí misma.

La primera cosa que hicieron los extremistas nacionales en Ucrania cuando llegaron al poder en agosto de 1991 también fue prohibir el Partido Comunista. Esta prohibición fue considerada, en agosto de 1991, irracional, ilegal e inconstitucional incluso por el burgués Tribunal Constitucional de Ucrania.

El Partido Comunista de Ucrania ha atraído la atención de todos los representantes de la sociedad civil, tanto a nivel nacional como internacional, sobre todo de Europa, debido a las peligrosas intenciones de las actuales autoridades ucranianas de acometer una represalia salvaje contra un partido de la oposición parlamentaria.

Hacemos un llamamiento a todas las fuerzas auténticamente democráticas para oponerse enérgicamente a estos nefastos planes. ¡No permitamos que la tiranía y el desprecio a la ley se hagan realidad!

El pasado 16 de mayo, después de un debate emitido por el "Primer Canal Nacional", y en la misma sede de la televisión el líder del Partido Comunista de Ucrania (PCU), Petro Symonenko, fue atacado por desconocidos.

No podía salir del edificio de la sede de la televisión y tuvo que ir donde estaba la única vía posible. Todas las salidas estaban bloqueadas por automóviles y pistoleros enmascarados con bates de béisbol. Se realizaban llamadas agresivas a la violencia física contra el líder del Partido Comunista.
Al final, se las arreglaron para salir del edificio y alejarse una cierta distancia. Sin embargo, los agresores les adelantaron y bloquearon de nuevo el coche del líder del Partido Comunista y comenzaron a golpearlo con bates de béisbol y a lanzar los "cócteles molotov" por las ventanas rotas.

Afortunadamente, nuestro líder logró escapar de la trampa y refugiarse en el edificio del Parlamento de Ucrania.

¡Queridos amigos y amigas! La situación en nuestro país es difícil y muy peligrosa y supone una amenaza no sólo para Ucrania, sino también para Europa. La autoridad neo-fascista instalada después de un golpe de estado ha lanzado una guerra contra su pueblo y no se detendrá ante nada para consolidar el régimen dictatorial y terrorista en el país y fortalecer la posición de los círculos prooccidentales de la burguesía ucraniana cuyos intereses defiende y en los que se apoya.

Hoy, como nunca antes, la izquierda y los partidos comunistas de Europa requieren de resistencia, de una alta concentración y deben permanecer en estado de alerta, con capacidad de luchar contra las fuerzas neonazis y deben estar dispuestos a afrontar cualquier giro en los acontecimientos mediante el apoyo mutuo.

En este camino, sin duda, ¡alcanzaremos la victoria!

Junio de 2014

NOTAS
1. En paralelismo con la matanza de Khatyn (Hatyn) en Bielorrusia donde los nazis asesinaron a civiles soviéticos en la II Guerra Mundial.

Publicado en el Nº 274-275 de la edición impresa de Mundo Obrero julio-agosto 2014

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