GERARDO IGLESIAS, EX SECRETARIO GENERAL DEL PCE Y FUNDADOR DE IU "La vocación inicial de IU se parecía mucho a Podemos"
PERIODICO DIAGONAL
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Pablo Lorenzana
Gerardo Iglesias no concede entrevistas desde hace una temporada, aunque en este caso quiso hacer una excepción y aceptó gustosamente a atender a este periódico. Aunque su salud es delicada −después de sufrir una accidente laboral en la mina, a la que volvió tras abandonar su carrera política− sigue conservando esa magnifica oratoria de cuando estaba en la primera linea del partido.
En esta entrevista con DIAGONAL ASTURIES, el histórico dirigente comunista, fundador de Izquierda Unida y secretario general de CC OO, repasa y analiza temas de actualidad, como la abdicación del rey, el fenómeno Podemos y hace autocrítica de su antigua organización política.
Durante años guardó silencio. ¿Qué ha pasado para que lo rompiese?
Lo rompí a raíz del libro que publiqué. Y ahora, la grave crisis social y política, la esperanzadora emergencia de pujantes movimientos sociales y especialmente la irrupción de Podemos me invitan a romper el silencio.
¿Por qué abdica el Rey en este momento?
La abdicación se produce en el contexto de la crisis multi orgánica que vive el país: social, política, institucional. La situación se les va de las manos, con la aparición de Podemos, un puñetazo en todo el estómago del sistema bipartidista, del que es puntal la Casa Real. Entonces, con ese resultado en las elecciones europeas y la caída libre de los dos partidos que apuntalan el sistema, esperar a unas próximas elecciones… A lo mejor iban a tenerlo un poco complicado. Yo creo que se adelanta antes de que pueda cambiar la correlación de fuerzas en el parlamento. Eso por una parte. Y por otra, inmediatamente después de la abdicación, el juez que instruye el caso “Nóos” confirma la imputación de la hija.
"La ley de Memoria Histórica del expresidente Rodríguez Zapatero, no es más que un brindis al sol"
PP y PSOE suman por vez primera menos del 50% de los votos. Pero también hay un intento de las élites de una segunda transición…
Sí, pero la segunda transición de la que hablan los gobernantes no tiene nada que ver con el cambio político que necesita este país. Querrán hacer algunas modificaciones en la constitución, un lavado de cara. Lo que este país necesita es la apertura de un proceso constituyente que comience por abordar una gran asignatura pendiente, además de cambiar el sistema de partidos: Treinta y cinco años después de ser aprobada esa constitución, todavía no ha habido ni investigación de los crímenes de la dictadura, ni si quiera condena y mucho menos reparación de las víctimas.
Habla de la recuperación de la memoria de las víctimas. En este sentido, en los últimos años parece que se vuelve hablar de este tema. ¿En qué medida este proceso fue impulsado por las asociaciones frente al olvido de algunos partidos?
Fue impulsado absolutamente desde abajo, en la medida en que los descendientes de las víctimas se fueron sacudiendo el miedo. Los partidos políticos, incluso los que teóricamente deberían de estar más interesados −PSOE o PC−, se olvidaron completamente. Ahí los partidos políticos no han hecho prácticamente nada (ERC e IU han tenido más iniciativa, presionados por el movimiento por la recuperación de la Memoria Democrática) y la llamada ley de Memoria Histórica de Rodríguez Zapatero no es más que un brindis al sol. Pero el impulso viene de un movimiento social, a partir de la tercera generación de los que hicieron la guerra, animado, todo hay que decirlo, por unos pocos veteranos antifascistas que llevaban mucho tiempo caminando por el desierto.
Llamó mucho la atención cuando el PSOE justificó su apoyo a la monarquía. Rubalcaba dijo que el PSOE tenía “alma republicana” y usaron a sus propios familiares republicanos para justificarse.
Sí, es lo que hizo el presidente del Gobierno de Asturias, Javier Fernández. Desafortunado. Defienda usted la monarquía si se siente monárquico, pero no implique a unas personas que lucharon por algo muy distinto. En el caso concreto de Javier Fernández, tiene a su abuelo y a otros familiares enterrados en el Pozo Fortuna; los sacaron del convento de los frailes de Mieres y los arrojaron allá; no sé si vivos o muertos.
Gaspar Llamazares y su gente vetaron que yo fuera candidato a las generales por Asturies
El PSOE, también a raíz del 25 de mayo, está intentando renovarse, presentar una nueva cara...
Pues perdone que le diga que yo no veo síntomas de renovación en el PSOE por ninguna parte. En el PSOE sigue mandando mucho Felipe González aunque parezca increíble, porque es una figura completamente asimilada por los mercados. Él defiende una coalición con el partido que está promoviendo una involución en toda regla. Rubalcaba actuó de acuerdo al pensamiento de González e incluso, al expresidente le pareció hasta mal el gesto de la abstención en el blindaje del rey, que no es más que un gesto para la galería porque si llegan a necesitar los votos…
¿En qué medida estamos en un momento similar al final del franquismo, donde hay una politización muy grande e irrumpe una fuerza política? Hay mucha gente que dice que con Podemos, recuerda el espíritu de 1982…
Yo creo que las situaciones son muy distintas. En aquel momento quien dirige el proceso son los franquistas. Hoy la situación es diferente, aunque no faltan campañas de criminalización. A Pablo Iglesias ya lo han relacionado con el “chavismo” y con ETA. A mí me tocó votar sí a la bandera y a la monarquía. Fue en una reunión del Comité Central donde esa cuestión no estaba en el orden del día. Parece ser que Carrillo recibió una llamada de Suárez. Santiago llegó con una declaración ya preparada que nos leyó. Al parecer los militares iban a venir a sacarnos de allí, no se sabía si era para fusilarnos o para qué. Entonces todos en un silencio absoluto votamos sí a la monarquía y a la bandera. Entre paréntesis, yo creo que aquello ya estaba pactado por Carrillo, aunque eso es otra historia. Hoy no es esa situación, evidentemente.
¿Fundó Izquierda Unida (IU) aunque ya no milita en ella, ¿la Izquierda Unida que usted quiso construir en 1986 se corresponde con la actual?
No. Si usted lee los documentos de aquel momento sobre la “política de convergencia”, la voluntad era crear una nueva fuerza que no llamábamos partido sino “movimiento social y político”, diferenciada de los partidos tradicionales inmersos en una profunda crisis. El problema fue que la inercia de lo tradicional tuvo mucha fuerza e IU se convirtió en un partido más de corte tradicional, en este caso una coalición de pequeños grupos, aunque no contaminada por la corrupción. Además IU, lo mismo que los partidos tradicionales, le tomó mucho gusto a las instituciones parlamentarias en detrimento del trabajo con la sociedad. La vocación originaria de IU se acercaba bastante a lo que representa Podemos. Lo que desearía infinitamente es que Izquierda Unida fuera bien consciente de lo que está sucediendo en este país y soltara lastre para poder compartir con Podemos y otras fuerzas la configuración de una nueva alternativa en la izquierda. Porque si no cambian los planteamientos de los dirigentes, puede encontrarse con una situación muy complicada.
Comentó lo de disolver el PCE, ¿crees que el PCE asfixia IU?
IU nació con una vocación a la que no supo responder; se encerró en las instituciones alejándose de los movimientos sociales. A mí se me excomulgó por querer disolver el PCE, pero no soy ningún renegado del PCE. Si mañana se presentara una situación como la que se vivía cuando tenía 15 años y había que plantar cara a la dictadura, volvería al PCE. Pero hay que tener el valor de reconocer que los desmanes del estalinismo, el dogmatismo de los gobiernos del bloque soviético y su hundimiento, junto a cuarenta años de anticomunismo feroz en nuestro país, causan que esas siglas están lastradas para la sociedad, una sociedad en la que tenemos que apoyarnos para construir la nueva alternativa de izquierdas. El mayor honor que se puede rendir a la historia del PCE y a los hombres y mujeres que como militantes del PCE dieron su vida por la libertad, es contribuir a que cristalice una alternativa progresista y de izquierdas, sin aferrarse a siglas (lo importante es el proyecto), sin hacer causa por ocupar determinados puestos, sin propósito de instrumentalizar los movimientos sociales, buscando la convergencia y no la competencia con fuerzas que también buscan la misma alternativa.
¿IU no supo o no quiso conectar con el 15M?
No lo sé. Tal vez no vio lo que estaba naciendo, porque encerrados en las instituciones se ve poco la calle.
A estas primarias de IU en Asturias, uno de los que suenan es Llamazares… ¿Qué opinión tiene de él?
Me sorprende mucho que suene como candidato. Es la primera noticia que tengo. Primero Gaspar forma un grupo que se llama Izquierda Abierta, pero luego llega a Asturias y lo señalan a dedo como candidato a diputado. ¡Menuda Izquierda Abierta la que defiende! No estoy muy al tanto, pero me extrañaría, porque eso significaría que no nos enteramos de nada.
Contabas que te excomulgaron por proponer asambleas abiertas.
Gaspar y su gente vetaron que fuera candidato a las generales por Asturies. Mandaron un telegrama al Comité central diciendo que se armaba en Asturies la de Troya si se les ocurría proponerme. Pero cuando volví me ofrecieron encabezar la lista de las autonómicas. Escribí dos artículos en La Nueva España explicando mi postura, y decía que me ofrecía a ser un candidato más en el marco de una candidatura que fuera discutida abiertamente y decidida entre la militancia.Y mi segunda condición era que el programa fuera discutido y aprobado por todo el tejido afín a la izquierda. Y me mandaron a paseo.
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