Un escritor consagrado, Ingo Schulze -cuyas obras han sido publicadas hasta ahora en España por Destino-, y dos revelaciones, Dietmar Dath y Uwe Tellkamp, aparecen como favoritos para ganar el lunes en Fráncfort el Deutsche Buchpreis, el premio a la mejor novela alemana del año.Las novelas de Dath y de Tellkamp -'Die Abschafung der Arten' (La abolición de las especies) y 'Der Turm' (La torre)- son sin duda las más ambiciosas de las tres favoritas y de las seis finalistas.De hecho han sido las que más discusiones han despertado entre la crítica literaria alemana.La lectura del libro de Schulze, 'Adam und Evelyn' (Adam y Evelyn), confirma que su autor es el mejor escritor de los tres, aunque esta obra no sea la más lograda del literato, nacido en Dresde en 1962.Schulze, al empezar la novela, pensó en escribir una obra relativamente breve, que debería formar parte de la colección de obras de escritores contemporáneos que reviven mitos universales promovida por un grupo de editoriales independientes, entre ellas la española Salamandra.La idea era recobrar el mito de Adán y Eva en el marco de los acontecimientos ocurridos en el verano de 1989 que desataron el proceso que llevaría a la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre del mismo año y, casi un año después, a la reunificación de Alemania.Se trataba de volver a contar la historia de la expulsión del paraíso, no porque Schulze considerase a la extinta República Democrática Alemana (RDA) como un paraíso sino porque, con su desaparición, desapareció también para muchos la idealización paradisíaca del mundo occidental.Finalmente, a Schulze le resultó una novela de más de 300 páginas en la que la idea inicial sigue viva, pero en la que el lector ante todo sigue los destinos de los personajes centrales, Adam y Evelyn, con sus crisis de pareja y sus peripecias en medio de los acontecimientos de 1989 que darían la vuelta a la historia de Europa.La estructura de la novela, basada ante todo en diálogos entre los diversos personajes -que forman un grupo reducido y fácilmente abarcable-, y en capítulos breves, permite una lectura rápida y una relación amable entre los lectores y el texto.El desarrollo de esa relación es claramente más difícil en el caso de las otras dos novelas y no por defecto de sus autores, sino por decisión programática de los mismos.Tellkamp optó por contar la historia de los últimos doce años de la RDA -entre 1982 y la caída del muro de Berlín- y, de paso, resucitar cierto tipo de novela decimonónica, que sobrevivió hasta la primera mitad del siglo XX, y que mostraba grandes panoramas sociales.Uno de los personajes centrales de 'La torre', Christian Hoffmann, dice en un momento de la obra que una novela sólo puede llamarse tal a partir de las 500 páginas. Tellkamp, fiel a ese principio, escribió casi mil y las pobló de numerosos personajes que encarnan los distintos mundillos de la RDA.En el centro de la novela están las familias Hoffmann y Rohde, representantes de una especie casi extinguida como es la burguesía ilustrada alemana (Bildungsbürgertum) y que formaba claramente un cuerpo extraño en el desaparecido estado comunistaEl reto, en el caso de Tellkamp, es entrar al mundo de la novela después de lo cual es posible quedar seducido por ese universo y sentirse en él como en casa.Algo similar difícilmente puede ocurrir con la novela de Dath cuyo tema y cuyo lenguaje son una provocación y una irritación permanente para los lectores.El mundo es de nadie, los animales se han transformado a través de la tecnología genética y han ganado una guerra de liberación contra la humanidad, que a duras penas sobrevive como una especie oprimida, y desempeña -a diferencia de lo que ocurre en 'El planeta de los simios'- un papel enteramente secundario en la novela.Hay una trama -problemas políticos en cuanto a la mejor forma de enfrentar una rebelión de unos autómatas de cerámica y alusiones a la tradición utópica- pero al lector no le basta con seguir sino tiene que intentar comprender la lógica de un mundo, que se explica en un lenguaje en el que se mezclan códigos científicos y neologismos.Con todo, la obra de Dath tiene mucho de perturbación estimulante y así ha sido recibida por la crítica.La otras finalistas del premio son 'Zwei treffen sich' (Dos se encuentran) de Iris Hanika, 'Das dunkle Schiff' (El barco oscuro) de Sherko Fatah y 'Nach Hause Schwimmen' (Nadar a casa) del suizo Rolf Lappert.
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