Lic. Luis Gutiérrez Esparza *
Adital -
El 3 y el 4 de abril de 2009, en Estrasburgo, Francia y Kehl, Alemania, ciudades vecinas separadas por el Rhin, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), escenificará un gran festejo por su 60 aniversario (fue fundada el 4 de abril de 1949, con la firma en Washington del Tratado del Atlántico Norte), cuyo eje principal será una cumbre de jefes de Estado y de gobierno de los países miembros.
Hasta la fecha, la OTAN define su razón de ser como la defensa de la democracia, la libertad individual, el imperio de la ley y la resolución de los conflictos por medios pacíficos. En realidad, la OTAN surge como un instrumento bélico dirigido contra la Unión Soviética en los años inmediatamente posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial y su fundación marca el inicio de la Guerra Fría, señalan los analistas y especialistas del Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI).
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El análisis de sus logros y realizaciones resulta revelador. ¿Qué ha hecho la OTAN por el mundo, por la alianza atlántica, por Europa? Bombardear a Yugoslavia si previa declaración de guerra, sumirla en la postración y precipitar su desintegración definitiva. Invadir Afganistán e Irak con lujo de violencia, perpetrando matanzas de civiles inocentes.
Hoy en día, los soldados de la OTAN y en especial los estadounidenses, cuyos contingentes son los más numerosos, viven como los franceses cuando la invasión a México durante el llamado segundo imperio: son, si acaso, dueños del terreno que pisan. Los talibanes se han reagrupado en Afganistán y golpean permanentemente a la OTAN. Controlan buena parte del país. La resistencia iraquí no desmaya. Los regímenes impuestos por Estados Unidos y la OTAN no gobiernan, en el mejor de los casos, más allá de Kabul o Bagdad, asegura el CLAEI.
¿De qué logros pueden hablar los líderes de la OTAN? ¿De la expansión de una organización bélica al este de Europa, a donde no llegan las aguas del Atlántico y más allá todavía, hasta el Cáucaso, en flagrante violación del compromiso que contrajeron George Herbert Walker Bush y su secretario de Estado, James Baker, cuando le prometieron a Mijaíl Gorbachov que el desmantelamiento del Pacto de Varsovia -la alianza militar de la comunidad socialista de Europa Oriental-no sería aprovechada para la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas?
El 4 de abril de 1949 marca el inicio real de la Guerra Fría. Seis décadas más tarde, con una acelerada expansión que amenaza con llegar al Cáucaso, Asia Central e incluso América Latina, la OTAN rebasa sus propios límites y su misión y reinicia, en los hechos, la Guerra Fría, consideran los especialistas del CLAEI.
¿Qué valores defiende la OTAN, que habla de libertad individual, democracia, imperio de la ley, resolución pacífica de los conflictos, cuando apoya a Mijaíl Saakashvili, un dictador sanguinario y belicoso instalado en Georgia mediante un fraude electoral que acabó con la democracia; no respeta la libertad del pueblo georgiano ni de los pueblos vecinos; se mofa del Estado de derecho de los derechos humanos y no vaciló en agredir a Osetia del Sur, con la esperanza de desencadenar una guerra entre Rusia y la OTAN?
Estados Unidos y algunos países de Europa Occidental se rasgaron las vestiduras ante la decidida y firme respuesta rusa a la agrsión georgiana. Cuando los rusos salvaguardaron la libertad y la autodeterminación de los osetios y de paso, de los abjasios; cuando, luego de darle una lección al agresor georgiano, reconocieron la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, la OTAN los condenó estentóreamente.
¿Y Yugoslavia, Afganistán, Irak, Kosovo?, recuerdan los analistas del CLAEI. Lo que está bien para Estados Unidos y la OTAN, está mal para los demás países. Incluso cuando no hay comparación posible: en Yugoslavia, en Afganistán, en Irak, se agredió deliberadamente a la población civil, se destruyó la infraestructura, se desquició la economía. En Kosovo se permitió que los albaneses étnicos llevaran a cabo una cruel y sanguinarias limpieza étnica contra los serbios.
Las tropas rusas frenaron el avance georgiano en Osetia del Sur y pusieron fin al genocidio contra los osetios. Posteriormente, la Federación Rusa reconoció la independencia de dos pueblos, el osetio y el abjasio, que nada tienen en común con los georgianos y que rehúsan ser parte de Georgia. Kosovo, en cambio, es la cuna de la nación serbia.
El saldo de 60 años de existencia de la OTAN no puede ser más sombrío. A seis décadas del inicio de la Guerra Fría, la OTAN, espoleada por Estados Unidos, la reinicia. Esta es una verdadera amenaza para la paz y la estabilidad del mundo, concluyen los expertos del CLAEI.
Adital -
El 3 y el 4 de abril de 2009, en Estrasburgo, Francia y Kehl, Alemania, ciudades vecinas separadas por el Rhin, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), escenificará un gran festejo por su 60 aniversario (fue fundada el 4 de abril de 1949, con la firma en Washington del Tratado del Atlántico Norte), cuyo eje principal será una cumbre de jefes de Estado y de gobierno de los países miembros.
Hasta la fecha, la OTAN define su razón de ser como la defensa de la democracia, la libertad individual, el imperio de la ley y la resolución de los conflictos por medios pacíficos. En realidad, la OTAN surge como un instrumento bélico dirigido contra la Unión Soviética en los años inmediatamente posteriores al fin de la Segunda Guerra Mundial y su fundación marca el inicio de la Guerra Fría, señalan los analistas y especialistas del Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI).
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El análisis de sus logros y realizaciones resulta revelador. ¿Qué ha hecho la OTAN por el mundo, por la alianza atlántica, por Europa? Bombardear a Yugoslavia si previa declaración de guerra, sumirla en la postración y precipitar su desintegración definitiva. Invadir Afganistán e Irak con lujo de violencia, perpetrando matanzas de civiles inocentes.
Hoy en día, los soldados de la OTAN y en especial los estadounidenses, cuyos contingentes son los más numerosos, viven como los franceses cuando la invasión a México durante el llamado segundo imperio: son, si acaso, dueños del terreno que pisan. Los talibanes se han reagrupado en Afganistán y golpean permanentemente a la OTAN. Controlan buena parte del país. La resistencia iraquí no desmaya. Los regímenes impuestos por Estados Unidos y la OTAN no gobiernan, en el mejor de los casos, más allá de Kabul o Bagdad, asegura el CLAEI.
¿De qué logros pueden hablar los líderes de la OTAN? ¿De la expansión de una organización bélica al este de Europa, a donde no llegan las aguas del Atlántico y más allá todavía, hasta el Cáucaso, en flagrante violación del compromiso que contrajeron George Herbert Walker Bush y su secretario de Estado, James Baker, cuando le prometieron a Mijaíl Gorbachov que el desmantelamiento del Pacto de Varsovia -la alianza militar de la comunidad socialista de Europa Oriental-no sería aprovechada para la expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas?
El 4 de abril de 1949 marca el inicio real de la Guerra Fría. Seis décadas más tarde, con una acelerada expansión que amenaza con llegar al Cáucaso, Asia Central e incluso América Latina, la OTAN rebasa sus propios límites y su misión y reinicia, en los hechos, la Guerra Fría, consideran los especialistas del CLAEI.
¿Qué valores defiende la OTAN, que habla de libertad individual, democracia, imperio de la ley, resolución pacífica de los conflictos, cuando apoya a Mijaíl Saakashvili, un dictador sanguinario y belicoso instalado en Georgia mediante un fraude electoral que acabó con la democracia; no respeta la libertad del pueblo georgiano ni de los pueblos vecinos; se mofa del Estado de derecho de los derechos humanos y no vaciló en agredir a Osetia del Sur, con la esperanza de desencadenar una guerra entre Rusia y la OTAN?
Estados Unidos y algunos países de Europa Occidental se rasgaron las vestiduras ante la decidida y firme respuesta rusa a la agrsión georgiana. Cuando los rusos salvaguardaron la libertad y la autodeterminación de los osetios y de paso, de los abjasios; cuando, luego de darle una lección al agresor georgiano, reconocieron la independencia de Osetia del Sur y Abjasia, la OTAN los condenó estentóreamente.
¿Y Yugoslavia, Afganistán, Irak, Kosovo?, recuerdan los analistas del CLAEI. Lo que está bien para Estados Unidos y la OTAN, está mal para los demás países. Incluso cuando no hay comparación posible: en Yugoslavia, en Afganistán, en Irak, se agredió deliberadamente a la población civil, se destruyó la infraestructura, se desquició la economía. En Kosovo se permitió que los albaneses étnicos llevaran a cabo una cruel y sanguinarias limpieza étnica contra los serbios.
Las tropas rusas frenaron el avance georgiano en Osetia del Sur y pusieron fin al genocidio contra los osetios. Posteriormente, la Federación Rusa reconoció la independencia de dos pueblos, el osetio y el abjasio, que nada tienen en común con los georgianos y que rehúsan ser parte de Georgia. Kosovo, en cambio, es la cuna de la nación serbia.
El saldo de 60 años de existencia de la OTAN no puede ser más sombrío. A seis décadas del inicio de la Guerra Fría, la OTAN, espoleada por Estados Unidos, la reinicia. Esta es una verdadera amenaza para la paz y la estabilidad del mundo, concluyen los expertos del CLAEI.
* Presidente del Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI) / Latin American Circle for International Studies (LACIS) - México, DF (México)
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