EL PAÍS
En Laos fueron decretados cinco días de luto nacional por el que era considerado "uno de los últimos líderes revolucionarios". El número dos del gobernante Partido Revolucionario del Pueblo de Laos (comunista) durante cuatro décadas, fue el máximo dirigente del país de 1992 a 1998.
Había sido uno de los fundadores del movimiento revolucionario en 1945 cuando su país, junto con Vietnam y Camboya, era colonia francesa. Nouhak dirigió un sinnúmero de operaciones militares y representó el Frente Patriótico de Laos en las conferencias de Ginebra en 1954. Allí se firmaron los Acuerdos de Indochina, que daban su independencia a los tres países.
Durante el Gobierno monárquico que siguió a la independencia, Phoumsavanh fue encarcelado por un año, pero escapó de su celda con el Príncipe Rojo, Souphanouvong, que fue el primer presidente comunista en 1975 y que abolió el sistema monárquico.
Los marxistas-leninistas se hicieron con el poder al final de la guerra en el vecino Vietnam y dos años después de un fuerte bombardeo de Estados Unidos en contra de las fuerzas comunistas en Laos. El primer puesto de Phoumsavanh en el Gobierno comunista fue como viceprimer ministro y ministro de Finanzas.
"La muerte de Nouhak Phoumsavanh representa la muerte del liderazgo antiguo de Laos", asegura la profesora Manmohini Kaul, especialista en el sureste asiático de la Universidad Jawaharlal Nehru, en Nueva Delhi.
El ex presidente era muy popular y poderoso, la muestra es todo el tiempo que conservó su cargo dentro del partido comunista, y era un personaje clave en la historia del país, asegura Kaul. Aunque durante la época de mayor comunismo hubo falta de libertad de expresión y de movimiento.
Laos es uno de los pocos Estados en el mundo que siguen dirigidos por un partido comunista. Aunque a partir de 1997 ha ido abriendo su economía.
Ahora, con la muerte de Phoumsavanh, los pocos recuerdos que quedaban del comunismo puro y duro, añade Kaul, se irán desvaneciendo cada vez más.
Había sido uno de los fundadores del movimiento revolucionario en 1945 cuando su país, junto con Vietnam y Camboya, era colonia francesa. Nouhak dirigió un sinnúmero de operaciones militares y representó el Frente Patriótico de Laos en las conferencias de Ginebra en 1954. Allí se firmaron los Acuerdos de Indochina, que daban su independencia a los tres países.
Durante el Gobierno monárquico que siguió a la independencia, Phoumsavanh fue encarcelado por un año, pero escapó de su celda con el Príncipe Rojo, Souphanouvong, que fue el primer presidente comunista en 1975 y que abolió el sistema monárquico.
Los marxistas-leninistas se hicieron con el poder al final de la guerra en el vecino Vietnam y dos años después de un fuerte bombardeo de Estados Unidos en contra de las fuerzas comunistas en Laos. El primer puesto de Phoumsavanh en el Gobierno comunista fue como viceprimer ministro y ministro de Finanzas.
"La muerte de Nouhak Phoumsavanh representa la muerte del liderazgo antiguo de Laos", asegura la profesora Manmohini Kaul, especialista en el sureste asiático de la Universidad Jawaharlal Nehru, en Nueva Delhi.
El ex presidente era muy popular y poderoso, la muestra es todo el tiempo que conservó su cargo dentro del partido comunista, y era un personaje clave en la historia del país, asegura Kaul. Aunque durante la época de mayor comunismo hubo falta de libertad de expresión y de movimiento.
Laos es uno de los pocos Estados en el mundo que siguen dirigidos por un partido comunista. Aunque a partir de 1997 ha ido abriendo su economía.
Ahora, con la muerte de Phoumsavanh, los pocos recuerdos que quedaban del comunismo puro y duro, añade Kaul, se irán desvaneciendo cada vez más.
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