A unos días de que el Congreso dé a conocer los presupuestos para el 2008, los augurios de la crisis son devastadores en un país que depende del extranjero casi en su totalidad. Sin embargo, para los mexicanos estos sucesos económicos no son tan anormales, debido a que somos parte de esta generación que ha sido testigo de cómo se hunde el país en medio del océano de ruinas consagradas a los muertos.Si existía una leve esperanza de transformar el deporte de alta competencia y hacer de esta actividad al paladín del futuro de un México exitoso, como señala en sus discursos el jefe del Ejecutivo, Felipe Calderón, quizá la respuesta no la verá el colectivo histórico emanado de finales de los 50 y de los 60 como actores del cambio.México no es un país que tenga la capacidad de improvisar y levantarse de los "holocaustos" provocados por las guerras, las hambrunas y bloqueos que acaban con la voluntad de pueblos enteros.La experiencia de los Balcanes es un ejemplo de la unidad de su gente, que casi de la noche a la mañana pudo salir de una guerra fratricida promovida por los serbios, que provocaron la desunión de la antigua Yugoslavia.Mientras vivió Tito, Yugoslavia mantuvo su autonomía. El mariscal formó el bloque de los países no alienados; no se sujetó al dominio de la Unión Soviética, ni de Estados Unidos. El ejército era el tercero en importancia de toda Europa y estaba libre de corrupción.Nuestra amiga Miriana, de origen croata, habla con pasión de su historia, aunque no vivió de manera directa la guerra como sus tres hermanos que formaron parte de las milicias, y que resistieron los ataques serbios. Menciona que los hijos de Tito viven en sencillos departamentos y trabajan como cualquier ciudadano común.La Constitución de Yugoslavia contemplaba una rotación del poder y los estados estaban libres de proclamar su independencia. Los generales que rodearon a Tito promovieron la destrucción de un territorio que ha sido testigo de innumerables guerras desde sus orígenes, de serbios ortodoxos, croatas cristianos, bosnios árabes...El padre de Miriana añora el pasado de un pueblo milenario, que después de la guerra quedó destruido; el silencio del bosque por sí mismo era aterrador, y al llegar a su antigua casa sólo encontró parte de la escalera que la llevaba a su habitación. Hoy es un pueblo moderno, no se llora más sobre las ruinas y de las cenizas afloró la modernidad.Todos se ayudan, todos tratan de colaborar. El que fuera jugador del Real Madrid, Davor Zucker, tiene escuelas de futbol en Croacia y son gratuitas. El futbol es una religión en ese país y recordamos que ya consiguió un tercer lugar en una Copa del Mundo.El deporte debería pedir el 2 por ciento de la Lotería Nacional (Brasil es autosuficiente con 20 millones de dólares anuales en el deporte de alta competencia producto de este juego) para llegar a Londres bajo otra perspectiva; de lo contrario, acostumbrados a las crisis, queda una sola vía como la establece Felipe Muñoz: "Hay que trabajar y estar listos para lo que venga".Comentarios:
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