Itziar Reyero Arregui
Berlín, 20 jun (EFE).- Alemania conmemora hoy con cierto aire de nostalgia el 60 aniversario del marco, símbolo del milagro económico alemán de posguerra que, pese a haber sido suplantado por el euro, continúa en la memoria de los ciudadanos, decepcionados por el alza de precios experimentado en los países de la eurozona.
El 20 de junio de 1948 vio la luz el Deutsche Mark, que fue para muchos el emblema del crecimiento económico alemán y de la recuperación de un orgullo nacional que se fue a pique con la II Guerra Mundial.
Tras la guerra, la producción industrial de Alemania había quedado mermada al 30 por ciento del volumen alcanzado antes de 1939, las deudas apremiaban y había un exceso de dinero en circulación, que terminó por minar la autoridad de la moneda como indicador del poder adquisitivo.
La reforma monetaria de 1948 sepultó a un envejecido y devaluado "Reichsmark" -vigente desde 1924- y pilotó un rápido viraje al crecimiento y a la estabilidad, algo que, tras el caos financiero de los años posteriores a la guerra, se había convertido en uno de los máximos anhelos de la población.
"¡Ábrete, Sésamo!", titulaba ese día uno de los rotativos de mayor tirada.
La canción de moda de aquel año también se vanagloriaba de la llegada del marco: "Ahora viene la nueva maravilla económica. El estómago de los alemanes se está recuperando y se hará más redondo".
Bajo ese clima de euforia, en el que de la noche a la mañana se llenaron las estanterías de los comercios, se fue elaborando el mito del marco alemán, que se convertiría en la segunda divisa más fuerte del mundo, por detrás del dólar.
Al marco alemán -oficial en el sector occidental del país-, le salió un "hermano pequeño": el marco de la República Democrática Alemana.
Sin embargo, a la zona comunista no le quedó más remedio que asistir al rápido crecimiento económico de sus vecinos de al otro lado del muro, y en 1990, con la caída del telón de acero, se sumaron al Deutsche Mark, en lo que fue la particular "unidad monetaria" de Alemania.
En su nacimiento, la nueva moneda estuvo acompañada por una amplia reforma del sistema, que significó el regreso a la economía de libre de mercado, y por el Plan Marshall, el programa de Estados Unidos para la reconstrucción de Europa tras el conflicto bélico.
La paternidad del milagro económico alemán de posguerra se atribuye a Ludwig Erhard, político democristiano con tendencias liberales y canciller de la República Federal Alemana entre 1963 y 1966.
El marco alemán, para muchos emblema del crecimiento económico del país en la década de 1950 y de la estabilidad, desapareció como moneda de circulación en 2002, cuando Alemania se convirtió en miembro del primer grupo de países de la eurozona.
Pero todavía hoy, seis años más tarde de su teórica extinción, el marco sigue vivo: uno de cada tres alemanes afirma conservar viejos billetes o monedas y el Bundesbank calcula que siguen en circulación 14.000 millones de marcos, el equivalente a 7.000 millones de euros.
Al mes, el Banco Central alemán cambia unos 300.000 marcos, un dinero generalmente enterrado en huchas, monederos, bolsos y forros de abrigos, al que hay que sumar los billetes y monedas convertidos en material de coleccionistas, profesionales y nostálgicos.
Esa 'morriña' por el marco ha estado agudizada por la subida de precios generalizada tras la llegada del euro, que desde los primeros meses se ganó el sobrenombre de "teuro", un juego de palabras entre "teuer" -caro- y euro.
No obstante, los expertos aseguran que la evolución de los precios ha sido muy similar antes y después de la introducción de la moneda única, y hablan de "inflación percibida" en referencia a la subjetiva percepción del consumidor.
Aún así, los ciudadanos siguen protestando contra el famoso "redondeo", que hizo que algunos productos cuyo valor era de un marco (medio euro) ahora cuesten un su precio hasta 1 euro.
Pero si de algo 'no pueden quejarse' los alemanes, es de los cálculos de conversión entre ambas divisas.
Los teutones son quienes lo han tenido más fácil a la hora de traducir el cambio de euros a marcos.
Comentarios
Publicar un comentario