25 Noviembre 2014. DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA
Al imparable aumento de la violencia hacia las mujeres le acompaña el
alarmante crecimiento del machismo, sobre todo en los lugares más golpeados
por la crisis y entre la población más joven. En una encuesta publicada por
organismos oficiales en octubre de este año, el 24% de los jóvenes andaluces
opinaban que el lugar de la mujer está en la casa y el 50% consideraban que “la
mujer aguanta/consiente la violencia”.
Este es el resultado, desde que comenzó la crisis, de haber suprimido hasta la
mitad el presupuesto para políticas y leyes por la igualdad. Esta es la
consecuencia de la eliminación de la educación por la igualdad en la enseñanza
pública, de la falta de campañas de sensibilización en la sociedad y en los medios
de comunicación que frenen la desigualdad y la violencia machista, y del
desajuste económico y social que está suponiendo la crisis para los sectores más
humildes. Las cifras revelan la alarmante situación que estamos viviendo: 40
muertas hasta agosto de 2014, 8 de ellas asesinadas en ese mismo mes, de las
que 3 murieron en 3 días consecutivos.
Y ¿cuál es la respuesta del gobierno de Rajoy? Seguir recortando y
encubriendo a corruptos y corruptores, que se quedan con el dinero público con
total impunidad. Elimina en cuatro años 17 millones del presupuesto para
políticas contra la violencia machista, pero no escatima en gastos si hay que
regalarselos a Florentino Pérez. Garantiza a toda costa la “seguridad” de los
ejecutores de descaradas operaciones de desfalco al dinero público (empezando
por la monarquía hasta las concejalías de los ayuntamientos) y no es capaz de
garantizar la mínima seguridad a aquellas mujeres que intentan escapar de las
manos de su agresor.
CUANDO LA CRISIS SE PAGA CON NUESTRAS VIDAS
Desde el inicio de la crisis las políticas para la protección de las mujeres
maltratadas se han sumado a la lista de responsabilidades públicas recortadas. Y
de estos recortes no sólo es responsable el gobierno central, las Comunidades
Autónomas, todas, y no sólo las gobernadas por el PP, han claudicado
priorizando el pago de la deuda creada con los bancos.
El “España va bien” sólo es verdad para el gran capital y su séquito de
especuladores. Para la clase trabajadora el panorama es paro masivo, bajos
salarios, precariedad, pobreza, desahucios y el robo del futuro a la juventud. Y
para nosotras, las mujeres trabajadoras, mayor desprotección y vulnerabilidad
ante el machismo y la violencia.
La falta de recursos económicos y la sobrecarga de trabajo doméstico y de
cuidados no dejan escapar a la inmensa mayoría de las víctimas de su terrible
situación. Por eso, aunque los expertos afirmen que no hay un perfil único de
Al imparable aumento de la violencia hacia las mujeres le acompaña el
alarmante crecimiento del machismo, sobre todo en los lugares más golpeados
por la crisis y entre la población más joven. En una encuesta publicada por
organismos oficiales en octubre de este año, el 24% de los jóvenes andaluces
opinaban que el lugar de la mujer está en la casa y el 50% consideraban que “la
mujer aguanta/consiente la violencia”.
Este es el resultado, desde que comenzó la crisis, de haber suprimido hasta la
mitad el presupuesto para políticas y leyes por la igualdad. Esta es la
consecuencia de la eliminación de la educación por la igualdad en la enseñanza
pública, de la falta de campañas de sensibilización en la sociedad y en los medios
de comunicación que frenen la desigualdad y la violencia machista, y del
desajuste económico y social que está suponiendo la crisis para los sectores más
humildes. Las cifras revelan la alarmante situación que estamos viviendo: 40
muertas hasta agosto de 2014, 8 de ellas asesinadas en ese mismo mes, de las
que 3 murieron en 3 días consecutivos.
Y ¿cuál es la respuesta del gobierno de Rajoy? Seguir recortando y
encubriendo a corruptos y corruptores, que se quedan con el dinero público con
total impunidad. Elimina en cuatro años 17 millones del presupuesto para
políticas contra la violencia machista, pero no escatima en gastos si hay que
regalarselos a Florentino Pérez. Garantiza a toda costa la “seguridad” de los
ejecutores de descaradas operaciones de desfalco al dinero público (empezando
por la monarquía hasta las concejalías de los ayuntamientos) y no es capaz de
garantizar la mínima seguridad a aquellas mujeres que intentan escapar de las
manos de su agresor.
CUANDO LA CRISIS SE PAGA CON NUESTRAS VIDAS
Desde el inicio de la crisis las políticas para la protección de las mujeres
maltratadas se han sumado a la lista de responsabilidades públicas recortadas. Y
de estos recortes no sólo es responsable el gobierno central, las Comunidades
Autónomas, todas, y no sólo las gobernadas por el PP, han claudicado
priorizando el pago de la deuda creada con los bancos.
El “España va bien” sólo es verdad para el gran capital y su séquito de
especuladores. Para la clase trabajadora el panorama es paro masivo, bajos
salarios, precariedad, pobreza, desahucios y el robo del futuro a la juventud. Y
para nosotras, las mujeres trabajadoras, mayor desprotección y vulnerabilidad
ante el machismo y la violencia.
La falta de recursos económicos y la sobrecarga de trabajo doméstico y de
cuidados no dejan escapar a la inmensa mayoría de las víctimas de su terrible
situación. Por eso, aunque los expertos afirmen que no hay un perfil único de
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