Por Rosanna Pugliese BERLIN, 12 (ANSA)- La República Democrática Alemana (RDA) no era gris como la pintan, ni las mujeres "Ossi" eran los figurines desvaídos que pasaron al imaginario occidental tras la caída del Muro de Berlín, hace 25 años.
"Queríamos ser bellas, y hacíamos de todo para lograrlo", cuenta Ute Scheffler, que hoy vive en Leipzig pero en tiempos de la Alemania dividida era residente de Berlín Este.
Scheffler hizo de la moda su objeto de estudio, que dio fruto en un libro "de culto" llamado "Chic im Osten", ahora de nuevo en boga en las librerías.
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