Corriente Roja, venimos denunciando desde hace muchos años el rol de la UE, a la que caracterizamos como una maquinaria de guerra al servicio de la patronal y contra los trabajadores. En las pasadas elecciones europeas la denuncia de la UE y del euro fue nuestro eje de campaña y con frecuencia en nuestros actos electorales o en repartos en fábricas o centros de estudio nos encontramos a muchos trabajadores y estudiantes que no entendían o directamente no compartían la ligazón que planteamos entre los recortes, la sumisión de los gobiernos y la crisis del país, con la UE y la Troika. Sin embargo, la privatización y los despidos que quieren imponer en la Real Casa de la Moneda (RCM) son un claro ejemplo, otro más, de lo que decimos. Veamos los detalles.
En el mes de julio los trabajadores de la RCM se encontraron con la noticia del inicio de un plan para privatizar la empresa. Hay que tener en cuenta que la RCM es una empresa pública modélica, solvente y que goza de un gran reconocimiento internacional en cuanto a calidad de su producción. ¿Por qué la privatizan entonces, si tiene calidad, no produce pérdidas y presta un importante servicio? La excusa para la privatización es una normativa de la UE, actuando el gobierno del PP de nuevo como brazo ejecutor de las órdenes de la Troika, poniendo otra empresa pública más al servicio de los capitales privados. Como dice el Comité de Empresa en uno de sus comunicados: “El Banco Central Europeo pone el marco, el Banco de España impone sus condiciones, el gobierno transige y pierden los trabajadores”.
El plan es fragmentar la empresa (al igual que hicieron con Renfe y muchas otras empresas públicas) para poder regalar las actividades que producen ganancia a las empresas privadas. El coste lo pagan, como siempre, en primer término los trabajadores de la empresa (se calcula que pueden haber unos 500 despidos) pero también el resto de trabajadores, al engrosar las listas del paro y al tener un servicio de peor calidad, más caro y sin garantías. Una vez más se demuestra que no es verdad que no haya dinero, ni que los recortes o las privatizaciones se hagan para ahorrar y estar mejor en un futuro. Son las mentiras habituales que nos transmiten desde los partidos del régimen para justificar su política de seguir engrosando las arcas de los banqueros y empresarios. Por eso la defensa de la RCM pasa por rechazar de plano los planes privatizadores. Es necesario implementar un plan de lucha teniendo en cuenta que no hay salida de fondo para ningún conflicto (sea el de la RCM, Coca-Cola, Panrico, UPS, etc.) si no se plantea unificar la propia lucha con las del resto de los trabajadores; una lucha unificada y sostenida dirigida a acabar con este gobierno y romper con la UE y el euro, la Europa del capital, responsables reales de la crisis y quienes deben pagar por ella.
Los trabajadores y el Comité de Empresa de la RCM, compuesto mayoritariamente por Nueva Plataforma, han iniciado un plan de lucha que incluye paros, concentraciones y movilizaciones contra el plan de privatización y despidos de la empresa. Nosotros compartimos que la lucha es el único camino. Por eso desde Corriente Roja, nos solidarizamos con la lucha de los compañeros de la RCM, llamamos a apoyarla y nos ponemos a disposición de la plantilla y del Comité para esas tareas.
¡Ni un despido en la RCM!
¡No a la privatización de la RCM!
¡Por una RCM pública y de calidad!
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