EL PUENTE: ¿Alguna vez has pensado en empezar una nueva vida en otro país renunciando a todo lo bueno de España?
Los diplomáticos del servicio exterior somos enviados a representar a nuestro país alrededor del mundo y, además de desempeñar nuestra profesión, debemos adaptarnos junto con nuestra familia a un entorno extraño, a un idioma desconocido y a una mentalidad distinta, en definitiva, a una vida totalmente nueva.
La petición de un país de destino por parte del diplomático no es sencilla porque no tiene la capacidad de saber si el hipotético destino se va a adecuar a sus necesidades y expectativas profesionales y familiares. Antes de tomar una decisión debe realizar una exhaustiva investigación del país al que pretende llegar, debe preguntar y averiguar sobre muchas cuestiones, a pesar de lo cual, al final nunca va a estar seguro de si la decisión ha sido la correcta. Gran parte de su decisión se basa en intuiciones, recomendaciones de colegas e informaciones que vienen de otros que tuvieron la experiencia y a pesar de nuestra búsqueda previa de información, siempre nos quedará una sensación de incertidumbre y de temor ante lo desconocido.
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