Pero no la de la moda tantas veces admirada por nuestra primera familia sino la de los juzgados de Palma de Mallorca por ser imputada por un delito de choriceo de dinero público que para más gravedad iba destinado a niños con cáncer. Pero de esto se ha hablado mucho en todos los medios, blogs, charlas con amigos defensores y detractores pero nadie absolutamente nadie se ha fijado en un detalle que a mí me parece fundamental y que desmonta que la justicia es igual para todos y contradice el principio de independencia de la misma en este caso.
Miren lo que dice nuestra constitución en su artículo 117: “La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados” Es decir que el rey, el padre de la infanta, tiene que administrar justicia a su hija que a su vez es “hija” del que tiene que administrar justicia es decir el rey. A mí me tienen que perdonar pero esto es una carambola insoportable para un sistema democrático donde como he dicho antes, pone en duda la independencia de la justicia y repito otra vez, en este caso, corrobora la inutilidad de la monarquía como algo normal cuando el sistema en sí se contradice de una manera rotunda.
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