POR MARÍA LUJÁN PICABEA
En 1946, en la zona soviética de ocupación en Alemania fueron creados los estudios DEFA (Deutsche Film-Aktiengesellschaft) primera compañía cinematográfica de la Alemania de la posguerra, con sede en Berlín. Cuando en 1949, Alemania quedó definitivamente partida en dos y se fundó la República Democrática Alemana, los estudios fueron nacionalizados y se convirtieron en un poderoso órgano de propaganda del poder hegemónico. Ayer, viernes 7 de febrero, el Kino Palais del Palacio Nacional de la Artes (Posadas 1725) en colaboración con el Goethe Institut de Buenos Aires, inauguró el ciclo “La RDA y el cine II”, con los documentales Unión Spd-Kpd (1946) [foto], dirigido por Kurt Maetzig; y Quien ama la tierra (1973), realizado en colaboración por cuatro directores (Uwe Belz, Jürgen Böttcher, Joachim Hellwig, Harry Hornig) que testimonia el X Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, una manifestación de apertura realizada en 1973 en Berlín por la RDA (ambos filmes repiten el 23 de febrero a las 19).
El ciclo recorre la historia del estado socialista a partir de diferentes relatos, desde los documentales de propaganda hasta filmes de ficción en los que contexto opresivo se cuela por todas partes.
Hoy, sábado 8 a las 19, se proyectará La inquietud (1981), de Lothar Warneke y mañana, a la misma hora podrá verse El asesino está entre nosotros (1946), dirigido por Wolfgang Staudte. Este filme, que fue el primero que produjo y rodó la DEFA, pone el foco sobre la historia de un sobreviviente de los campos de exterminio nazi que intenta sanar sus heridas al final de la guerra. En él, la RDA construye un primer relato sobre los horrores del Tercer Reich que eran, por entonces, aún demasiado recientes.
REVISTA DE CULTURA "Ñ"
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