La victoria en los tribunales de los sindicatos de Coca-Cola contra el intento de la filial española de despedir a 821 empleados mediante un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ha supuesto todo un precedente. Los representantes de los trabajadores de Indra ya han presentado una demanda en la Audiencia Nacional contra el despido de 1.750 personas, un paso que van a dar también los miembros de la mesa de negociación de Vodafone, que quiere ajustar su plantilla en 1.297 empleados.
Fuentes próximas a ambos EREs han confirmado que la Audiencia Nacional ha admitido a trámite la demanda de CGT y Co.Bas, los sindicatos minoritarios de Indra, que se opusieron al recorte de 1.750 empleos pactados por la empresa con UGT, CC OO, USO y STC el pasado 5 de agosto. De hecho, el juez ya ha fijado la fecha para la vista, que se celebrará el próximo 11 de noviembre, justo cuando los partidos políticos estarán ya en precampaña para las elecciones generales, con el empleo y la reducción del paro como asunto central.
Tanto CGT como Co.Bas sostienen que el ERE es injustificado porque la compañía daba beneficios hasta el tercer trimestre de 2014, y que solo tras el cambio en la presidencia aparecieron una pérdidas millonarias que la compañía usa como excusa para recortar los puestos de trabajo (3.000 en todo el mundo). De hecho, el grupo anunció unas ganancias de 78 millones entre enero y octubre de 2014, todavía bajo la gestión de Javier Monzón, y números rojos de 92 millones en el conjunto del año cuando Fernando Abril Martorell asumió el mando el 29 de enero de 2015.
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