IZQUIERDA ANTICAPITALISTA
El secretario general del PSPV, Ximo Puig, escoltado por la plana mayor del PSOE, ha hablado en plata, claro y alto, para difundir a los cuatro vientos cuál es la estrategia de futuro del PSPV en el País Valencià, empezando por la formación de un posible gobierno después de las próximas elecciones autonómicas.
El secretario general del PSPV, Ximo Puig, escoltado por la plana mayor del PSOE, ha hablado en plata, claro y alto, para difundir a los cuatro vientos cuál es la estrategia de futuro del PSPV en el País Valencià, empezando por la formación de un posible gobierno después de las próximas elecciones autonómicas.
Como las encuestas de sondeo electoral, de manera repetida, dan la victoria al conjunto de fuerzas formado por el PSPV, Compromís y EUPV (1), parece que el representante máximo del PSPV-PSOE ha creído que era preciso dejarlo todo muy claro, no fuera que alguien empezara a pensar que podría formarse un gobierno tripartito de características izquierdistas y demoníacas, que pudiera subvertir el orden existente.
Sin embargo, las experiencias que existen de gobiernos de coalición del PSOE con fuerzas situadas inicialmente a su izquierda, sea, por ejemplo, el obituado "Tripartit" catalán o sea el actual gobierno de Andalucía con IUA, nos han mostrado que sus políticas han sido muy conservadoras y que, respeto de la crisis por ejemplo, como máximo representan versiones edulcoradas, algo más suaves, de las mismas políticas neoliberales desarrolladas, con mayor dureza, por el PP o por CiU.
Pero parece que a Ximo Puig incluso las experiencias del Tripartit catalán y del gobierno andaluz le parecen estar demasiado a la izquierda. Por eso habría lanzado, para que nadie se atemorice ni piense mal, su propuesta de gran pacto político post-electoral, incluyendo al PP. (2)
Podría pensarse que la propuesta de Puig no deja de ser una finta propagandística para crear problemas al PP y dar una imagen de futuro gobierno de "todas las valencianas". Pero también- y las experiencias de los gobiernos anteriores del PSOE lo avalan -que el PSPV no piensa mover ni un dedo para cambiar sustancialmente nada del que hasta ahora se ha hecho. En todo caso, la propuesta de Puig parece ir encaminada a "arreglar todos juntos"- y esto incluye a la gente trabajadora y de la calle -el desastre que algunos (el PP) han provocado ellos solos. O sea, en plata, una austeridad racional encaminada a que: "a partir de ahora haremos las cosas bien". ¿Recortes? Sí, sin duda, pero inteligentes y encaminados a arreglarlo todo en el futuro... Estamos muy apañadas!!
¿Mensaje para Compromís y EUPV?
También es cómo si Puig estuviera lanzando a sus posibles socios gubernamentales, Compromís y EUPV, un doble mensaje: primero, "compañeras, no podemos ir demasiado a la izquierda en ningún caso"; segundo, y más peligroso todavía, que el PSPV-PSOE preferiría gobernar con el PP antes de que con Compromís y EUPV.
Los resultados y efectos de las declaraciones de Puig están por comprobar, pero posiblemente no sean los previstos por el secretario general del PSPV (a no ser que éste tuviera el objetivo de hundir todavía más su partido). Si Puig pensaba ganar votos por la derecha, difícilmente lo hará de esta forma, y sí que continuará perdiendo de sus bases tradicionales.
Objetivamente esta estrategia puede generar más abstención, puede también provocar fugas de votos hacia fuerzas como Compromís y EUPV e incluso puede ampliar el número de gente que busca nueva opción política de izquierdas, porque no le satisfacen ninguna de las ahora existentes, sector que va aumentando día a día y que podría deparar sorpresas políticas de gran envergadura.
Si no se puede esperar nada del PSPV-PSOE. ¿Cuál es la solución?
Una conclusión clara de la estrategia anunciada por Puig es que todas las personas y colectivos sociales golpeados por la crisis: la clase trabajadora, la gente parada, las personas desahuciadas que quedan sin casa, los jóvenes sin trabajo o que tienen que emigrar, las mujeres que ven como se cuestionan los derechos duramente conquistados... difícilmente encontrarán solución en un gobierno que pueda encabezar el PSPV-PSOE. Lo ha dicho claro su representante: continuarán haciendo lo mismo que ya hizo Zapatero o que propone Rubalcaba.
¿La solución? Un gobierno de izquierdas, claro, pero de verdad, al servicio de las necesidades de la clase trabajadora, dispuesto a cambiar radicalmente las políticas que se han aplicado hasta ahora y a enfrentarse para hacerlo con la banca, con la Troika, con los corruptos, con el gobierno central, con los poderes fácticos y represivos y con quién haga falta. Y claro, sólo podrá ejecutar esto un gobierno que se base directamente y que tenga su fuerza en una movilización y organización popular amplias y sostenidas. ¿Difícil? Sí, pero posible, y la única solución que tenemos.
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