El escritor británico John Le Carré, cuyo verdadero nombre es David Cornwell, admite que estuvo tentado de pasarse a la Unión Soviética cuando trabajó como espía para el Gobierno del Reino Unido durante la Guerra Fría.
EFE En una entrevista publicada hoy por "The Sunday Times", Le Carré, que acaba de sacar su último libro, "A most wanted man", asegura que no se sintió tentado por razones ideológicas sino por la curiosidad de saber qué había al otro lado del Telón de Acero. "Cuando espías intensamente y te acercas más y más a la frontera... parece un paso tan pequeño... para, ya sabes, averiguar todo lo demás", explica en la conversación con el periodista, en su casa de Cornualles (oeste inglés). Le Carré se sitúa dentro del círculo de intelectuales británicos considerados de izquierdas, como Harold Pinter, el dramaturgo David Hare o Martin Amis, pero no por ello simpatizó con el régimen soviético. De hecho, cultivó un odio visceral contra su colega del MI6 que sí cambió de bando, Kim Philby, quien fue condecorado después con la Orden de la bandera roja de la URSS, y renunció a entrevistarse con él cuando tuvo la oportunidad en 1987, dos años antes de su muerte. El último libro de Le Carré se centra en otra guerra, la del terror. "A most wanted man" narra la historia de Issa (Jesús), un refugiado musulmán medio chechén medio ruso que se encuentra en Hamburgo bajo vigilancia de varios servicios secretos que temen, pese a las pocas pruebas, que pueda llevar a cabo actividades fundamentalistas en el país. Durante la entrevista, Le Carré se refiere además a otra guerra, la "nueva Guerra Fría" que, según él, los políticos occidentales parecen querer instigar por "una especie de nostalgia" por el viejo orden mundial, por una guerra más cuantificable y cómoda. El escritor, conocido mundialmente por sus novelas de espionaje y suspense, cree que las potencias occidentales intentan provocar a Rusia deliberadamente, como lo demuestra la respuesta "arcaica" a la minicrisis en Georgia. "Si muerdes al oso ruso en el trasero en el patio de su propia casa, ya sabes lo que pasará: que reaccionará con brutalidad", subraya, al tiempo que se pregunta: "¿Qué ha pasado con la diplomacia?". Le Carré condena además como "escandaloso e innecesariamente provocador" el pretender colocar un escudo nuclear en Polonia, "a las puertas de Rusia". "¿Cómo pensábamos que iban a reaccionar los rusos?", plantea. El ex agente del MI6 opina que el furor por Georgia, la instigación de una confrontación con Rusia, fue posiblemente un acto deliberado de EEUU, preocupado porque la guerra de Irak había pasado a segundo plano en vísperas de las elecciones. Por último, Le Carré, de 77 años, recuerda que en cuestiones imperialistas los británicos van históricamente a la cabeza. "Olvidamos muy rápidamente y asumimos que los demás también lo harán. Pero, por supuesto, no olvidan", afirma.
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