BERLÍN (Reuters) - La diseñadora Sabine von Oettingen, protagonista de un documental sobre los diseñadores del Berlín oriental, dice que el fantástico mundo de la moda le dio algo parecido a la libertad cuando estaba atrapada en la comunista Alemania del este.
"Mucha gente se hacía su propia ropa. Me di cuenta más tarde de que en Alemania occidental y en otros sitios la gente no sabe coser, pero en la RDA era normal que tu madre o tu abuela te enseñaran a coser. La necesidad es la madre de la invención: cuando tienes poco te vuelves más creativo y eso es sano. (...) (La moda) era un tipo de libertad para mí", explicó von Oettingen.
La diseñadora, cabeza pensante del movimiento 'underground' Chic, Charming and Durable utilizaba cualquier cosa, de cortinas de baño a aluminio de fresa, un plástico que se utilizaba en las granjas de Alemania del este, para hacer ropas extravagantes y espectáculos fastuosos.
"Lo hacíamos para divertirnos y simplemente porque teníamos el tiempo para ello (...) uno siempre tenía mucho tiempo en la RDA (...) la vida era barata, así que no necesitabas ganar mucho dinero para seguir adelante", dijo la diseñadora.
Von Oettingen explicó además que para vender sus creaciones "íbamos a mercadillos de segunda mano con nuestras motos o a las playas nudistas, que eran perfectas porque la gente no tenía el problema de tener que desnudarse dado que ya estaban desnudos. Lo único que tenían que hacer era probarse la ropa".
A medida que el ambiente político se fue oscureciendo en la República Democrática alemana y que muchos de sus amigos diseñadores eran arrestados, amañó una boda con un amigo americano para emigrar y escapar al sistema represivo.
"Arreglé un matrimonio falso con un americano que necesitaba una mujer alemana para obtener los papeles de residencia. En América, al principio, estaba asustada (...) pero al final llegué a disfrutar de la gran variedad de colorido de la gente allí", explicó.
Al preguntarle si alguna vez tuvo problemas con la policía o la Stasi por su carácter subversivo, respondió: "Desde luego, pero nunca llegó nadie para prohibirnos directamente hacer cosas, siempre era por debajo. Espectáculos que teníamos planeados eran cancelados de repente o alguien llamaba diciendo que 'nuestros hombres gay' no podían participar en el espectáculo".
Von Oettingen siguió siendo una diseñadora de éxito en los países del otro lado del muro de Berlín y ahora vende sus creaciones en ferias de moda y en mercadillos en Alemania y Austria.
Mis diseños siempre están inspirados en buenos libros, películas...Y muy importante para mí, aunque sea raro, son los olores. Si algo huele bien, me vienen las ideas", explicó la artista.
"Berlín es como un volcán a punto de explotar todo el tiempo (...) una mole que absorbe todo lo que pasa por delante. Es una ciudad salvaje que no tiene ninguna estabilidad. Los diseños pueden ser increíbles durante un tiempo, con muestras durante dos o tres años y pasar a la nada.
La alemana, de 46 años, protagoniza la película "Ein Traum in Erdbeerfolie" ("Un sueño en aluminio de fresa"), sobre los diseñadores de Berlín del este, dirigida por Marco Wilms, ex modelo del instituto de moda de la RDA.
Comentarios
Publicar un comentario