EL MILITANTE
Jacobo Arretxea Sindicato de Estudiantes · Madrid
viernes, 02 de mayo de 2008
Que para la derecha y los empresarios la educación es un negocio como otro cualquiera no es ningún secreto. Y es en la Comunidad de Madrid (CAM) donde se ve con mayor claridad. Años de gobierno del PP, ante la falta de una oposición de izquierdas, han hecho que la educación pública se encuentre en una situación crítica. Los datos son escalofriantes: Madrid se encuentra a la cola de gasto público en educación, con un 2,8% del PIB, por detrás de países como Turquía y Macedonia. A eso hay que añadir que desde 2003 se ha incrementado un 91,5% el dinero destinado a los conciertos con la privada, llegando a los 860 millones de euros en este año, sin contar todos los terrenos públicos que son regalados de forma sistemática a empresarios y órdenes religiosas.
Esta degradación de la educación pública se completa con la reducción de las inversiones para construir y mantener los centros educativos, que han disminuido nada menos que un 19% en los presupuestos de 2008 respecto al año anterior. Es un negocio redondo: destruir la educación pública para que a los padres no les quede más remedio que matricular a sus hijos en la privada, previo pago, eso sí, de "aportaciones voluntarias", que en algunos casos llegan hasta los 3.000 euros. De hecho, de los cerca de 40.000 nuevos estudiantes de la enseñanza privada en todo el Estado, el 88,6% se concentran en Madrid. Las condiciones laborales del profesorado están también a ese nivel. Años de incremento acelerado del IPC también han mermado su poder adquisitivo, cobrando los profesores de secundaria 300 euros menos que la media estatal de sueldo base, teniendo en cuenta que Madrid es una de las ciudades más caras del Estado.Lo cierto es que el PSOE desperdició una magnífica oportunidad para defender la educación pública con la LOE, que es la ley que ahora está permitiendo esta avalancha de privatizaciones en la CAM.
Los pequeñines también son negocio
Especialmente salvaje está siendo la privatización de la educación infantil donde, ante la falta de las 40.000 plazas públicas que serían necesarias para cubrir la demanda existente, prolifera el lucro privado. El 70% de los centros de infantil en la CAM son privados, y eso los que funcionan legalmente, porque se calcula que hay más de 500 centros ilegales, en pisos o ludotecas, por supuesto sin ningún tipo de garantía educativa o sanitaria, con el agravante de que estamos hablando de niños entre 0 y 6 años. Lejos de querer solucionar este problema, el PP lo fomenta con el reciente decreto de mínimos de infantil, hecho al gusto de la patronal, que rebaja los requisitos para abrir una escuela infantil hasta el punto de que se puede abrir una guardería en un garaje o en un piso particular, sin ser necesario siquiera personal cualificado o patio de recreo para que salgan los niños. El fin es hacer todavía más rentable abrir una guardería, reduciendo los costes y aumentando los ratios. ¡Qué más da la educación que se reciba!
Es necesario unificar las luchas
Ante este panorama es evidente que la lucha es el único camino para frenar estos ataques. Las últimas concentraciones del 15 y el 17 de abril, esta última coincidiendo con la huelga de escuelas infantiles, han reunido 10.000 personas cada una de ellas. Está claro que, ante una propuesta seria, la clase obrera responde. Ahora tenemos un amplio calendario de movilizaciones encima de la mesa. Las citas más importantes son las huelgas generales de los próximos 7 y 21 de mayo convocadas por CCOO, UGT, STEs entre el profesorado y por el Sindicato de Estudiantes. Es necesario unificar esas luchas con otras que se están produciendo, como las de Fuenlabrada en contra de las fusiones de centros, o la huelga de profesores y estudiantes en El Álamo contra la privatización del nuevo colegio recientemente construido. Si los dirigentes de CCOO y UGT unificasen todas estas luchas en las jornadas de huelga general de los días 7 y 21 de mayo, y convocasen la huelga realizando asambleas conjuntas de profesores y estudiantes en cada centro de estudios, en las que se creen comités de lucha en defensa de la escuela pública el éxito de la movilización estaría garantizado. Esto es lo que está proponiendo el SE y realizando allí donde llegamos. Pero no podemos quedarnos sólo en las movilizaciones de mayo. Es necesario concretar desde ya un plan de movilizaciones que culmine con una huelga general de la Comunidad de Madrid para hacer frente a los ataques del Partido Popular a todos los servicios sociales.
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