El co-presidente del partido alemán La Izquierda, Lothar Bisky, reiteró hoy su rechazo al Tratado de Lisboa y su satisfacción porque la ratificación el pasado viernes en el Budesrat (Cámara Alta) del mismo se produjera con la abstención del representante de Berlín.El alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, se abstuvo en la votación para la ratificación del Tratado ante la imposibilidad de llegar a acuerdo con La Izquierda, socios de coalición en el ejecutivo berlinés.'Ha sido una muestra de coherencia y credibilidad. El Tratado (que fue ratificado por el Bundesrat) es asocial y neoliberal', dijo Bisky al inaugurar en la ciudad de Cottbus el primer congreso federal del partido, tras su fundación en junio del pasado año.La Izquierda es resultado de la fusión del Partido del Socialismo Democrático (PDS), heredero de los comunistas de la extinta República Democrática Alemana (RDA) con WAGS, formación de la disidencia socialdemócrata.Esta formación, que Bisky lidera junto con el ex socialdemócrata Oskar Lafontaine, cuenta con unos 72.000 afiliados, lo que le convierte en el tercer partido más numeroso de Alemania, tras la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD).Bisky declaró que la abstención de Wowereit refleja 'la determinación con la que La Izquierda defiende sus principios', y reiteró que la integración europea que persigue el Tratado no se logra reforzando el papel de las instituciones europeas.'La integración se logra mediante la participación y para eso es necesario que la ratificación del Tratado sea por referendo', dijo.En una intervención con formato de mitin, Byski apeló a los cerca de 562 delegados reunidos en Cottbus a cerrar filas y evitar luchas ideológicas porque 'necesitamos unidad para solucionar los problemas de la gente de este país'.En este congreso se someterá precisamente a votación una hoja de ruta para resolver esos problemas -de empleo y justicia social- que prevé inversiones de hasta 50.000 millones de euros anuales.Entre las fórmulas de financiación, el documento cita un incremento de la carga impositiva a los ricos y a las grandes empresas.Por su parte, Lafontaine defendió en su intervención la necesidad de proceder a un 'cambio político' en Alemania que garantice la equidad y justicia que los sucesivos gobiernos federales han sido incapaces de aplicar.Recordó que los informes sobre pobreza en el país con cada vez más alarmantes y acusó a los grandes grupos de poder de 'apropiarse de los beneficios que correspondería distribuir entre todos'.'No queremos crecimiento económico para unos pocos. Queremos crecimiento para la mayoría', dijo Lafontaine, que abogó también por un control de los mercados financieros internacionales y el fin de la 'orgía de las privatizaciones'Uno de los momentos más esperados del congreso será sin embargo la reelección de Bisky y Lafontaine en la presidencia del partido, especialmente la de este último, quien antes del comienzo del congreso expresó su voluntad de mantenerse al frente de La Izquierda más allá de 2010.La reelección, en ambos casos, se da por hecha.
El co-presidente del partido alemán La Izquierda, Lothar Bisky, reiteró hoy su rechazo al Tratado de Lisboa y su satisfacción porque la ratificación el pasado viernes en el Budesrat (Cámara Alta) del mismo se produjera con la abstención del representante de Berlín.El alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, se abstuvo en la votación para la ratificación del Tratado ante la imposibilidad de llegar a acuerdo con La Izquierda, socios de coalición en el ejecutivo berlinés.'Ha sido una muestra de coherencia y credibilidad. El Tratado (que fue ratificado por el Bundesrat) es asocial y neoliberal', dijo Bisky al inaugurar en la ciudad de Cottbus el primer congreso federal del partido, tras su fundación en junio del pasado año.La Izquierda es resultado de la fusión del Partido del Socialismo Democrático (PDS), heredero de los comunistas de la extinta República Democrática Alemana (RDA) con WAGS, formación de la disidencia socialdemócrata.Esta formación, que Bisky lidera junto con el ex socialdemócrata Oskar Lafontaine, cuenta con unos 72.000 afiliados, lo que le convierte en el tercer partido más numeroso de Alemania, tras la Unión Cristianodemócrata (CDU) y el Partido Socialdemócrata (SPD).Bisky declaró que la abstención de Wowereit refleja 'la determinación con la que La Izquierda defiende sus principios', y reiteró que la integración europea que persigue el Tratado no se logra reforzando el papel de las instituciones europeas.'La integración se logra mediante la participación y para eso es necesario que la ratificación del Tratado sea por referendo', dijo.En una intervención con formato de mitin, Byski apeló a los cerca de 562 delegados reunidos en Cottbus a cerrar filas y evitar luchas ideológicas porque 'necesitamos unidad para solucionar los problemas de la gente de este país'.En este congreso se someterá precisamente a votación una hoja de ruta para resolver esos problemas -de empleo y justicia social- que prevé inversiones de hasta 50.000 millones de euros anuales.Entre las fórmulas de financiación, el documento cita un incremento de la carga impositiva a los ricos y a las grandes empresas.Por su parte, Lafontaine defendió en su intervención la necesidad de proceder a un 'cambio político' en Alemania que garantice la equidad y justicia que los sucesivos gobiernos federales han sido incapaces de aplicar.Recordó que los informes sobre pobreza en el país con cada vez más alarmantes y acusó a los grandes grupos de poder de 'apropiarse de los beneficios que correspondería distribuir entre todos'.'No queremos crecimiento económico para unos pocos. Queremos crecimiento para la mayoría', dijo Lafontaine, que abogó también por un control de los mercados financieros internacionales y el fin de la 'orgía de las privatizaciones'Uno de los momentos más esperados del congreso será sin embargo la reelección de Bisky y Lafontaine en la presidencia del partido, especialmente la de este último, quien antes del comienzo del congreso expresó su voluntad de mantenerse al frente de La Izquierda más allá de 2010.La reelección, en ambos casos, se da por hecha.
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