Caza de brujas en la EMS
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Una vez más, la EMS ha perdido un juicio tras la denuncia de personal o sindicatos. Miles de euros se están malgastando por la errónea gestión de una empresa pública en manos del gobierno del Partido Popular. Esta vez, la dirección de la Empresa Municipal de Servicios, en un estilo de lo más policiaco, decidió perseguir a un trabajador, representante sindical, a través de un detective, lo sancionó de empleo y sueldo y ahora se ve obligado a reponer su salario.
De película. Así se puede definir lo que está ocurriendo en la EMS. Los hechos, en este caso, se remontan a finales de 2012 y principios de 2013. Un trabajador de la empresa, representante de los trabajadores a través de CC.OO. pidió horas sindicales que le corresponden como representante sindical parcial durante un fin de semana ya que esa era la jornada del trabajador. La EMS se los concedió, como es su obligación, pero contrató los servicios de un detective privado para que espiara al trabajador durante el fin de semana con el objetivo de corroborar que dedicaba esas horas a sus desempeños sindicales.
De la investigación secreta, que incluye grabaciones sin consentimiento, resultó que algunas de las horas que el trabajador había pedido, no las dedicó a sus labores en CC.OO sino para cuestiones de “su vida diaria”, según refleja el auto. La EMS aprovechó esto para sancionar a J.D.C. sin tener en cuenta que las horas de trabajo para el sindicato ya las había realizado entre semana, fuera de su horario laboral, cuando discurren habitualmente los trabajos sindicales. Tampoco tuvo la EMS en cuenta el Estatuto de los Trabajadores, que en su artículo 68 indica: “los representantes de los trabajadores tienen derecho a disponer de un crédito de horas mensuales retribuidas para el ejercicio de sus funciones de representación, pudiendo pactarse en convenio la acumulación de horas de los distintos miembros del comité en uno o varios de sus componentes, pudiendo quedar relevado del trabajo”.
Por todo esto, la magistrada ha declarado nula la sanción contra el trabajador. También ha condenado a la EMS a “reponer al trabajador los salarios dejados de abonar en ejecución de la sanción revocada por un total de 4.326 euros y, en su caso, a efectuar las cotizaciones dejadas de ingresar por efecto de la sanción revocada”. Además, la empresa está obligada a pagar los costes del juicio.
Una vez más –y son varios en los últimos meses-, la EMS ha perdido un juicio, y los tricantinos han pagado los errores cometidos por los directivos de la empresa. En esta ocasión con el agravante de que se ha producido una persecución contra un trabajador, más concretamente contra un representante sindical y que la contratación del detective también se ha hecho con dinero público.
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