La Confederación General del Trabajo (CGT) denuncia las redadas que, con motivo de los incidentes del pasado 22 de marzo, ha puesto en marcha el Gobierno en los últimos días, operación todavía abierta según Interior, y que han provocando la detención de varias personas en sus domicilios o trabajos en Madrid, a las cuales se les acusa de delitos de desordenes públicos, atentado a la autoridad y lesiones. El Gobierno ésta empeñado en criminalizar la movilización social y utiliza los incidentes ocurridos en las Marchas de la Dignidad para justificar una política cada vez más represiva contra las personas y organizaciones que protestan.
El 22 de marzo se produjo la detención de 21 personas acusadas de participar en unos incidentes que se iniciaron cuando todavía no había acabado la manifestación y el pasado 4 de abril, en la operación policial “Puma 70”, fueron detenidas otras 11 personas más por el mismo motivo. Pero por más que se está empeñando la Policía, en colaboración con algunos medios de información, todavía no se han podido acreditar con pruebas todos los hechos de los que son acusadas todas las personas detenidas. Hasta el momento hay dos personas en prisión provisional y el resto en libertad con cargos a la espera de juicio.
El origen de los incidentes del 22 de marzo está en la actuación de provocadores ajenos a la manifestación, la dislocada y violenta actuación policial y las consecuencias que todo ello produce. A medida que se van conociendo más hechos de ese día, órdenes de políticos y mandos policiales, declaraciones de testigos, videos y fotos ponen más en cuestión la versión oficial y en cambio toman cuerpo otras conjeturas que apuntan a una pretensión de ensuciar la imagen pública de una protesta multitudinaria y pacífica.
Reiteradamente la Policía se muestra incapaz de aislar a los provocadores, pero en cambio muy capaz de emplearse con excesiva violencia hasta los extremos del 22 de marzo que causó la pérdida de la visión de un ojo a un joven de 19 años y de un testículo a otro de 23 años.
Asimismo, CGT condena los malos tratos que han denunciado las personas detenidas: golpes, insultos, vejaciones, privación de comida y agua... Al tiempo que califica de burda propaganda, a nivel de la famosa muleta con pincho que fue utilizada como prueba contra las personas detenidas, las declaraciones que afirman que las detenciones han sido realizadas gracias a la colaboración ciudadana.
El sindicato CGT condena la táctica consistente en filtrar información policial a los medios de comunicación, un delito de descubrimiento y revelación de secretos, así como su publicación sin contrastar, convirtiéndose los medios en portavoces de la Policía.
CGT considera que estamos asistiendo a un alarmante aumento de la represión contra las personas y organizaciones que se oponen a las políticas antisociales del Gobierno y de la Troika. Cada vez es más evidente para la ciudadanía que el político que da la orden, la policía que actúa y la impunidad van de la mano. Unas veces es en la valla de Melilla y otras en las calles de Madrid o Barcelona.
CGT exige la libertad de las personas detenidas y hace un llamamiento a participar en las próximas movilizaciones convocadas para reclamar su libertad y para denunciar el aumento de la represión y la impunidad.
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