@lecorbusier2
Día triste para aquel que tenga corazón y cerebro y no esté envenenado por el rencor, de lo que ocurrió aquel nefasto 11 de marzo de 2004. He de confesarles que a mí todavía se me pone la carne de gallina al oír los lamentos de padres, madres, hermanos, tíos y amigos que ese día perdieron a un ser humano cercano, en esta especie de locura colectiva de este mundo también loco donde el mercado a devastado sin poner una sola bomba zonas del planeta que llevado hasta la extenuación a sus habitantes y que sus consecuencias las sufrimos de una u otra manera todos los demás.
Destacan los medios y es cierto, que la novedad, la esperanzadora y la buena novedad, es la unión por fin, de todas las víctimas del terrorismo (bueno todas no, faltan las de la guadaña fascista del franquismo) lo cual comparto, pero si yo tuviera que destacar algo de todo esto es encontrarme a mucho cargo público que nos mintieron como bellacos antes de perder el gobierno en la época de Aznar sobre este acto de terror, manteniendo la mentira de la “conspiración” durante otros tantos años y después al volver al gobierno nos siguieron engañando con otro acto de terrorismo que supone para las familias en general la política de recortesde-las-que-na-da-de-ci-a-su-pro-gra-ma.
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