CRÓNICA DESDE UCRANIAmundo obrero
En las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk se dibujan tendencias políticas enfrentadas. Al mismo tiempo se espera una escalada del conflicto para mediados de agosto. La guerra se acelera y el catalizador de la misma no está en Minsk, sino en Gorlovka y Pervomaisk, objetivos habituales de la artillería ucraniana.
Alchevsk y la brigada Prizrak de Mozgovoy
La industria metalúrgica ha echado a andar de nuevo en Alchevsk, la producción va a Ucrania, y por acuerdos informales Ucrania no bombardea Alchevsk.
Alchevsk se parece a la aldea de Asterix. No se ha integrado en las estructuras de la Republica de Lugansk, aunque colabora con ella. “Nos dan dinero para la mitad del ejército, que ha pasado a llamarse policía. La otra mitad pueden considerarse milicias… y aunque nos repartimos los sueldos de esa mitad entre todos, es difícil abastecerse con un presupuesto determinado para la mitad de la plantilla real”, nos cuenta el comandante del destacamento comunista. En la pared del cuartel una nota recuerda a Mozgovoy, asesinado el 23 de mayo. Reza que la brigada Prizrak puso orden en Alchevsk, donde reinaban 5 grupos criminales que se hacían pasar por milicianos. En el panfleto se acusa a Nikolay Boyko, ministro de construcción de Lugansk y primer “alcalde popular” de Alchevsk, de ser uno de los jefes criminales de la ciudad. Verdad o mentira, el panfleto es reflejo de la lucha entre reacción y revolución, no exenta de conspiraciones y revanchas personales.
“Desde que mataron a Mozgovoy las condiciones materiales han empeorado… los funcionarios de Lugansk se reparten la ayuda humanitaria que envía Rusia... la mujer de Plotnitsky ha abierto tiendas de alimentación... no nos llega nada” se queja una jubilada en la calle.
En una entrevista reciente un veterano del destacamento comunista nos resume la tragedia de esta guerra: en 2013 venían autobuses llenos de fascistas de ucrania occidental a hacer desfiles con antorchas. Cosacos, comunistas y nacionalistas rusos se unieron para hacerles frente en la prensa y en la calle. Después del golpe de estado en Kiev, revolución en el este, guerra y contrarevolución, “de dos ladrones similares elegimos al que no se mete en nuestra alma”concluye.
Tira y afloja en Lugansk
En Lugansk un funcionario fiel al poder popular nos cuenta la mecánica de la restauración: “no teníamos cuadros cualificados, y cuando vino Plotnitsky aceptamos el regreso de los funcionarios profesionales para poner el marcha el estado y conseguir el reconocimiento internacional. Durante la revuelta desplazamos a Rodion Miroshnik (del partido Regiones,Yanukovich) de su puesto al frente de la radiotelevisión local. Miroshnik intentó seguir en política en Jarkov, pero los ucranianos no lo aceptaron. Consiguió volver al gobierno de Lugansk desde Rusia y de la mano de Plotnitsky, como consejero de asuntos internos. Organizó el día del periodismo, fiesta que por considerarse ucraniana saboteó a lo hacker desde el ministrio de informacion I.V.M, quien había desplazado a Miroshnik durante la revolución. I. V. M fue apartado de su cargo”.¿Revancha personal? “¡La familia de Miroshnik vive en Jarkov y no la molestan!”, se queja nuestro interlocutor, queriéndonos subrayar el carácter quintacolumnista de este funcionario. “En Crimea Rusia ha comenzado a purgar a los funcionarios de la era Yanukovich, nuestra esperanza es que esta medida llegue pronto aquí. Somos partidarios de la transparencia, la autocritica y la corrección, pero Miroshnik impulsa las antiguas formas, la propaganda, el todo está bien, nuestra República es estupenda…”
Donetsk
Distinta la situación en Donetsk, donde Aleksandrov Aleksey Georgevich, Director del Consejo del Pueblo, realiza duras autocríticas en las televisiones públicas, denunciando “el regreso de la vieja élite”, la influencia de Axmetov y Yanukovich y la persistencia de las viejas formas oligárquicas que se cuelan en la nueva República incluso a través de la ayuda rusa, donde también se libra esta lucha por un estado sin oligarquía.
Este verano Donetsk ha visto una manifestación “por la paz” y dos frente a las OSCE, como protesta por su inoperancia. Esta tendencia ha acabado con la quema de 4 coches de la organización la madrugada del 9 de agosto. Las autoridades de Donetsk no saben si se trata de una provocación o de un acto vandálico.
A kiev le crecen los enanos
El apoyo de la prensa oficiosa a Poroshenko muestra fisuras. A su manera, El País y El Mundoreconocen la existencia de batallones paramilitares en Ucrania, que éstos se financian con actividades criminales o los financian directamente oligarcas, la desmoralización de las tropas, el hecho de que kiev no reconoce todas las bajas de guerra, las manifestaciones de la extrema derecha belicista en Kiev... y por primera vez aparece el nombre de Kolomoisky ligado a los batallones fascistas.
Sin embargo siguen pasando por alto hechos escabrosos, como el asesinato de un sacerdote el pasado 26 de julio en Kiev o el constante acoso a periodistas contrarios al régimen, como si la ultracacareada prohibición de “la ideología comunista” no formara parte de una espiral represiva generalizada.
Tampoco cuentan nada sobre los constantes bombardeos de Gorlovka y Pervomaisk, sin suministro eléctrico ni agua y sin posibilidad de restablecerlo, debido a la amenaza de la artillería ucraniana. Fruto de los cortes de luz del año pasado Donetsk disfruta de un baby boom. Y es que llevamos ya año y medio de guerra silenciada.
Donetsk, agosto de 2015
La industria metalúrgica ha echado a andar de nuevo en Alchevsk, la producción va a Ucrania, y por acuerdos informales Ucrania no bombardea Alchevsk.
Alchevsk se parece a la aldea de Asterix. No se ha integrado en las estructuras de la Republica de Lugansk, aunque colabora con ella. “Nos dan dinero para la mitad del ejército, que ha pasado a llamarse policía. La otra mitad pueden considerarse milicias… y aunque nos repartimos los sueldos de esa mitad entre todos, es difícil abastecerse con un presupuesto determinado para la mitad de la plantilla real”, nos cuenta el comandante del destacamento comunista. En la pared del cuartel una nota recuerda a Mozgovoy, asesinado el 23 de mayo. Reza que la brigada Prizrak puso orden en Alchevsk, donde reinaban 5 grupos criminales que se hacían pasar por milicianos. En el panfleto se acusa a Nikolay Boyko, ministro de construcción de Lugansk y primer “alcalde popular” de Alchevsk, de ser uno de los jefes criminales de la ciudad. Verdad o mentira, el panfleto es reflejo de la lucha entre reacción y revolución, no exenta de conspiraciones y revanchas personales.
“Desde que mataron a Mozgovoy las condiciones materiales han empeorado… los funcionarios de Lugansk se reparten la ayuda humanitaria que envía Rusia... la mujer de Plotnitsky ha abierto tiendas de alimentación... no nos llega nada” se queja una jubilada en la calle.
En una entrevista reciente un veterano del destacamento comunista nos resume la tragedia de esta guerra: en 2013 venían autobuses llenos de fascistas de ucrania occidental a hacer desfiles con antorchas. Cosacos, comunistas y nacionalistas rusos se unieron para hacerles frente en la prensa y en la calle. Después del golpe de estado en Kiev, revolución en el este, guerra y contrarevolución, “de dos ladrones similares elegimos al que no se mete en nuestra alma”concluye.
Tira y afloja en Lugansk
En Lugansk un funcionario fiel al poder popular nos cuenta la mecánica de la restauración: “no teníamos cuadros cualificados, y cuando vino Plotnitsky aceptamos el regreso de los funcionarios profesionales para poner el marcha el estado y conseguir el reconocimiento internacional. Durante la revuelta desplazamos a Rodion Miroshnik (del partido Regiones,Yanukovich) de su puesto al frente de la radiotelevisión local. Miroshnik intentó seguir en política en Jarkov, pero los ucranianos no lo aceptaron. Consiguió volver al gobierno de Lugansk desde Rusia y de la mano de Plotnitsky, como consejero de asuntos internos. Organizó el día del periodismo, fiesta que por considerarse ucraniana saboteó a lo hacker desde el ministrio de informacion I.V.M, quien había desplazado a Miroshnik durante la revolución. I. V. M fue apartado de su cargo”.¿Revancha personal? “¡La familia de Miroshnik vive en Jarkov y no la molestan!”, se queja nuestro interlocutor, queriéndonos subrayar el carácter quintacolumnista de este funcionario. “En Crimea Rusia ha comenzado a purgar a los funcionarios de la era Yanukovich, nuestra esperanza es que esta medida llegue pronto aquí. Somos partidarios de la transparencia, la autocritica y la corrección, pero Miroshnik impulsa las antiguas formas, la propaganda, el todo está bien, nuestra República es estupenda…”
Donetsk
Distinta la situación en Donetsk, donde Aleksandrov Aleksey Georgevich, Director del Consejo del Pueblo, realiza duras autocríticas en las televisiones públicas, denunciando “el regreso de la vieja élite”, la influencia de Axmetov y Yanukovich y la persistencia de las viejas formas oligárquicas que se cuelan en la nueva República incluso a través de la ayuda rusa, donde también se libra esta lucha por un estado sin oligarquía.
Este verano Donetsk ha visto una manifestación “por la paz” y dos frente a las OSCE, como protesta por su inoperancia. Esta tendencia ha acabado con la quema de 4 coches de la organización la madrugada del 9 de agosto. Las autoridades de Donetsk no saben si se trata de una provocación o de un acto vandálico.
A kiev le crecen los enanos
El apoyo de la prensa oficiosa a Poroshenko muestra fisuras. A su manera, El País y El Mundoreconocen la existencia de batallones paramilitares en Ucrania, que éstos se financian con actividades criminales o los financian directamente oligarcas, la desmoralización de las tropas, el hecho de que kiev no reconoce todas las bajas de guerra, las manifestaciones de la extrema derecha belicista en Kiev... y por primera vez aparece el nombre de Kolomoisky ligado a los batallones fascistas.
Sin embargo siguen pasando por alto hechos escabrosos, como el asesinato de un sacerdote el pasado 26 de julio en Kiev o el constante acoso a periodistas contrarios al régimen, como si la ultracacareada prohibición de “la ideología comunista” no formara parte de una espiral represiva generalizada.
Tampoco cuentan nada sobre los constantes bombardeos de Gorlovka y Pervomaisk, sin suministro eléctrico ni agua y sin posibilidad de restablecerlo, debido a la amenaza de la artillería ucraniana. Fruto de los cortes de luz del año pasado Donetsk disfruta de un baby boom. Y es que llevamos ya año y medio de guerra silenciada.
Donetsk, agosto de 2015
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