Los resultados del
referéndum del 21 de febrero indican claramente una derrota del gobierno
masista, una derrota de Evo Morales, Álvaro García y su camarilla corrupta
vendida a las transnacionales. El escándalo de Gabriela Zapata es sólo una
pequeña muestra de la desenfrenada corrupción y entreguismo de nuestros
recursos a las transnacionales saqueadoras.
Un triunfo del pueblo
Es un triunfo de grandes
sectores populares que rompieron con el MAS por su traición a la Agenda de Octubre,
por no haber garantizado trabajo, salud, educación, vivienda, desarrollo de la
economía agraria campesina, industrialización. Esto solo podía haberse logrado
con la Agenda de octubre del 2003, es decir expropiando y expulsando a las
transnacionales. El gobierno hizo todo lo contrario, pactó con las
transnacionales.
Hoy con la crisis de
precios de hidrocarburos y minería, que bajaron en más de un 50% el gobierno
les devuelve parte del IDH a petroleras y le aplica impuestazos al pueblo.
El fraude
El enorme fraude: actas
truchas en mesas del campo, cédulas dobles, cédulas falsas, muertos que
votaban, puede haber llegado a un 10% de la votación total. Esto indicaría que
el NO superó el 60% de los votos, que es lo que indicaban los propios resultados
oficiales hasta contar el 50% de la votación.
Odio legítimo a la
antigua derecha
¿Cual es el significado
de estos datos?: que el MAS tiene una votación por debajo del 40%, como lo
indicaron antes las elecciones subnacionales o por estatutos autonómicos. Es
decir que un amplio sector de la clase trabajadora urbana y rural, obreros,
campesinos indígenes, pequeños comerciantes, rompieron con el gobierno masista.
También un importante sector obrero y popular, sobre todo sectores campesinos,
pero no sólo, que votó por el SI. Pero este mismo voto por el SI no es un voto
consolidado por el MAS. Muchos de estos votantes votaron SI para que no ganara
la derecha tradicional. Otros obligados por un vil chantaje, como los mineros
de Huanuni a los que amenazaron con cerrar la mina si ganaba el NO. O
trabajadores que temen perder el doble aguinaldo, cuando el gobierno ya lo va a
quitar este año (porque está atado a un crecimiento del producto bruto
del 4,5% que ya no se va a lograr.
Alianza política de
trabajadores, indígenas, la juventud y el pueblo
A los y las que votaron
NO y que están también contra la vieja derecha, a nuestros compañeros y
compañeras, hermanas y hermanos trabajadores, indígenas y campesinos, que
votaron por el SI, aunque ya no confía en este gobierno, porque consideran que
no hay opciones y para no favorecer a la antigua derecha, les decimos que
estamos de acuerdo en que no tienen que volver los viejos derechistas. Pero
este gobierno es de la nueva derecha, también neoliberal y aliado a transnacionales.
Por eso llamamos a formar
la nueva alternativa, alianza política de trabajadores, campesinos, indígenas,
estudiantes y pueblo, para un gobierno de nuestras organizaciones
independientes, sin capitalistas, sin transnacionales, sin oligarcas.
La Paz, 26 de febrero de
2016
Alternativa
Revolucionaria del Pueblo Trabajador (ARPT)
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