(Mayo 2014)
- La crisis económica está arrasando Europa. El modelo neoliberal ha demostrado ser una maquinaria al servicio de la expropiación de la ciudadanía, de la juventud, de las personas migrantes, de las mujeres, de todas aquellas que necesitan trabajar para vivir. Millones de personas son golpeadas por la miseria del paro y la exclusión, un drama cada vez más visible en nuestras ciudades y barrios. La precariedad se ha convertido en el estado natural de las cosas y ocupa cada vez más espacios de la vida cotidiana. Para el capital, la miseria no tiene rostro, son solo cifras. Sin embargo, las cifras pueden ayudar a explicar la dramática situación social, pero son los múltiples rostros de las personas que sufren la crisis lo que condiciona el momento político.
- Esta crisis ha sido gestionada como una estafa, porque las medidas aplicadas por los gobiernos europeos han supuesto profundizar en las políticas que condujeron a la catástrofe. Hay responsables. La pobreza existe porque estamos siendo empobrecidos. La banca, la clase empresarial, todos aquellos que se lucran de la explotación ajena, se benefician de un modelo económico, político y social diseñado para una minoría. Las políticas de austeridad, lejos de ser una solución a la crisis, solo han servido para acelerar el empobrecimiento del 99% y rescatar a los que ya eran ricos.
- La Unión Europea se ha revelado como una estructura al servicio de las élites, dirigida por unas instituciones que nadie ha elegido, en manos de una casta ajena a los problemas de la ciudadanía. En este marco, es imposible construir una salida de la crisis favorable a l@s trabajadores y los pueblos sin oponerse al entramado institucional de la UE. También está claro que los repliegues nacionales y patrióticos solo llevarían al aislamiento. Se hace más urgente que nunca la coordinación de los movimientos de resistencia a escala europea: las próximas elecciones europeas son una buena ocasión para comenzar a trabajar en ese sentido, intercambiando experiencias y apoyándonos mutuamente.
- La tragedia griega muestra en toda su crudeza las consecuencias de los “planes de rescate” para los pueblos del sur de Europa. Los mini-jobs alemanes demuestran que detrás de las grandes potencias siempre se oculta, invisibilizada, la precariedad del mundo del trabajo. Las socialdemocracia y la derecha han demostrado que, pese a los distintos colores, gobiernan igual. Merkel y Hollande pueden recubrirse de diferentes banderas, pero al final no importa lo que dicen, sino lo que hacen: recortar derechos, empobrecer a los y las trabajadoras y a los pueblos, imponer un modelo que agudiza las desigualdades entre el norte y el sur, llevándonos al subdesarrollo a través de mecanismos como la deuda.
- Los movimientos contra la austeridad en Europa han demostrado que no todo es resignación y apatía. Desde el 15M y las mareas, pasando por “Que se lixe a troika” a SYRIZA, las alternativas se han puesto sobre la mesa. La lucha de clases genera posibilidades para que desde abajo se impugnen las políticas de empobrecimiento: una auditoría ciudadana de la deuda para declarar el impago de la que sea ilegítima, rescatar a las personas y no a los bancos, nacionalizar el sector financiero, derecho a decidir de los pueblos y de las mujeres sobre sus cuerpos, democratizar el ejercicio de la política, repartir la riqueza entre los y las trabajadoras que la generan, en definitiva, impulsar un modelo democrático diseñado por y para la mayoría social. Existe otra Europa, la de la ciudadanía auto-organizada.
- En el estado español, el gobierno de Rajoy está al servicio de los privilegiados, gobernando bajo los dictados de la troika, empobreciendo a la población y negando a los pueblos como el catalán, el gallego o el vasco su derecho a decidir libremente su futuro y a las mujeres sobre sus cuerpos y sus vidas. Mientras el Partido Popular vende su ficción de recuperación económica, miles de familias sobreviven sin ingresos, los desahucios y despidos continúan, los servicios públicos se degradan cada vez más. La recuperación económica, para el gobierno, significa simplemente que a los inversores les va cada vez mejor. Para las clases trabajadoras, sin embargo, la situación es cada vez peor.
- La otra cara de la moneda del régimen del 78, el PSOE, se posiciona como recambio del PP en el momento de mayor desafección con el bipartidismo. Su forma de gobernar no se diferencia en las cuestiones fundamentales del gobierno Rajoy. El PSOE intenta representar la ilusión de que es posible una vuelta al pasado previo a la crisis, como si las políticas que impulsaron cuando gobernaron no tuvieran nada que ver con la situación que vive hoy la población. Su credibilidad está bajo mínimos, pero tenemos que construir herramientas capaces de superarlos.
- Es urgente construir una alternativa al bipartidismo del PP-PSOE. La organización estatal más grande, Izquierda Unida, ha apostado por participar en gobiernos como el andaluz junto al PSOE. A pesar de los intentos de resolver parcialmente problemas como los de la vivienda, el gobierno andaluz se ve limitado por la presencia PSOE y el papel subalterno de IU. El problema de esta opción es que fortalece al régimen al dar aire al PSOE, limita las alternativas de gobierno y refuerza la idea de que lo único que podemos hacer es gestionar lo existente. Existe otra vía: la de un gobierno tan leal a los y los abajo como el PSOE y el PP lo son al capital, un gobierno que se apoye en los ciudadanos frente a la troika, que busque basarse en la movilización frente al chantaje de los mercados, basado en la auto-organización popular frente a los recortes. Somos conscientes de que hay much@s compañer@s de IU que no están de acuerdo en gobernar con el PSOE, pero esta es una vía que no parece estar descartada por la actual dirección federal también para el gobierno del Estado. Para construir una alternativa masiva y hegemónica, necesitamos la unidad de todos y todas los que apostamos por cerrar el paso a la derecha (sea UPyD, PP o CiU), pero sin subalternizarse al PSOE, co-responsable de la actual situación. Toda política de alianzas que tiene como objetivo resolver los problemas de los y las que sufren la crisis, debe estar subordinada a la ruptura con la austeridad y a poner los instrumentos de gobierno al servicio de políticas que repartan la riqueza, a crear formas de participación popular y a generar un tejido social fuerte capaz de resistir los ataques de los poderes financieros. Esa alternativa de gobierno es la que tenemos que construir entre todos y todas, y solo podrá surgir de una confluencia entre la izquierda política consecuente y los movimientos de resistencia que ocupan las calles, los centros de trabajo y las plazas.
- Es prioritario construir espacios unitarios entre los trabajadores y trabajadoras, entre la juventud, las mujeres, más allá de las siglas, al servicio de la movilización y la confluencia. Todos estamos siendo golpeados por las políticas neoliberales y la unidad en las luchas es prioritaria para revertirlas. Profundizar en el camino abierto por el 22M, convirtiendo en estables las estructuras que surgieron para esa movilización, puede ser un primer paso para generar marcos de convergencia. Si la crisis capitalista trata de fragmentarnos, tenemos la urgencia de responder en común.
- Ante esta situación de bloqueo institucional y agudización de la miseria, las y los militantes de Izquierda Anticapitalista junto a otros activistas e intelectuales de la izquierda participamos en el lanzamiento de PODEMOS como un espacio político que, continuando con el trazado que inició el 15M, consiguiera agrupar a l@s que sufren la crisis utilizando la ventana de oportunidad que abren las elecciones europeas. PODEMOS ha permitido abrir un proceso que ha ilusionado a miles de personas, iniciando un proceso de auto-organización popular desde abajo que tiene su expresión en los círculos PODEMOS. A los actos de PODEMOS acuden cientos de personas hartas de la política tradicional. Estos hechos han demostrado que mucha de la gente que se moviliza y expresa contra las políticas de recortes busca un espacio plural y abierto a todo el mundo para luchar, también en el terreno electoral, por una democracia real al servicio de l@s de abajo.
- PODEMOS tiene muchos retos por delante, es un proyecto vivo, con mucho potencial que desarrollar. No es un proyecto acabado, sino que es un movimiento ciudadano que acaba de nacer. Ha sido capaz de poner encima de la mesa la necesidad de combinar el terreno electoral y la conquista de espacios en los medios de comunicación de masas desde los cuales visibilizar las alternativas al régimen. Las elecciones europeas son la primera batalla importante para estabilizar el movimiento más allá del impulso inicial. Estar en el parlamento europeo sería una oportunidad para llegar a sectores cada vez más amplios de la sociedad.
- Un proyecto como PODEMOS parte de un anhelo profundo de democracia, por lo que solo puede funcionar si se organiza mediante estructuras emanadas desde la base. PODEMOS es un proyecto colectivo que pretende ser uno de los muchos gérmenes de un proyecto de sociedad alternativo, donde todos y todas seamos iguales. Por eso, lo que hacemos tiene que reflejar lo que queremos llegar a ser. Con la ilusión y el trabajo generoso de todas esas personas implicadas en el proyecto es algo que podemos lograr.
- Otro reto es la necesidad de vincular a PODEMOS a las luchas sociales, huelgas, redes barriales, convirtiéndose en un interfaz de los movimientos capaz de conectar con las resistencias populares. Solo así, arraigándonos en el territorio y estando presentes en las batallas cotidianas de la gente, iremos más allá de los parámetros existentes, creando poder popular.
- Esta experiencia no acaba el 25 de mayo, día de las elecciones: es solo un escalón más en una larga lucha colectiva y popular por librarnos de la miseria y de los que la generan, construyendo nosotros y nosotras mismas esa democracia capaz de devolverle la riqueza a quienes la generan. Las elecciones son un primer paso importante, pero que continúa lo que venimos construyendo todos los días y que tendremos que seguir construyendo el 26.
- El 25M estamos ante una oportunidad única para abrir un espacio electoral al margen de los partidos tradicionales y ser un “caballo de troya” en sus instituciones. PODEMOS abre la oportunidad de convertir la desafección, el descontento y el cabreo en un voto ilusionante y en auto-organización. Un voto rupturista, diferente, que sirva de estimulo para seguir construyendo desde abajo y a la izquierda. Por eso, pedimos el voto para PODEMOS, para tener voces en las instituciones al servicio de los y las de abajo.
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