A estas alturas y que esta organización militar siga exitiendo. Donde están todos los detractores del Pacto de Vasorvia que ahora defienden esta alianza. Esto no es,ni mas ni menos, un gran mercado donde las empresas de armamento de los EEUU, venden sus últimas novedades armamentisticas.
DEUTSCHE WELLE
La OTAN, ¿una alianza militar o una unión política?
La actual Cumbre de la OTAN en Bucarest ha despertado un interés inusual. De una nueva ampliación y de renovar la estrategia en Afganistán se trataba. También de correlación de fuerzas no sólo al interior de la Alianza.
Desde la primera jornada de la Cumbre de la OTAN en Bucarest quedó claro que el presidente norteamericano no tendría éxito con su plan de ampliación para la Organización del Atlántico Norte, sobre todo debido a la oposición de Alemania y Francia a la membresía de Georgia y Ucrania, ambas ex república soviéticas.
“Demasiado grandes son las dudas al respecto de los europeos”, comenta Der Spiegel en su versión digital, “temen dañar las relaciones con Moscú, en caso de que la Alianza se extienda hasta las fronteras de Rusia”. La versión oficial suena sin embargo, en voz de la canciller alemana Angela Merkel mucho más diplomática: básicamente las puertas de la Alianza -que surgió en la post guerra y fue clave durante la Guerra Fría- están abiertas, pero estas naciones deben solucionar primero sus problemas internos. Es decir, Georgia sus problemas con las provincias separatistas y Ucrania, la fuerte oposición en su propio pueblo.
¿Una alianza militar sin enemigo?
Dejando esa puerta abierta, según opinan analistas en la prensa alemana, no se ofende a nadie: ni a los hipotéticos futuros miembros ni a Rusia, un socio importante de los europeos que ya había expresado su abierta oposición a lo que calificó como un intento de la OTAN por invadir su histórica esfera de influencia, recalcando que la Guerra Fría está terminada y que Moscú no es un enemigo de Occidente.
Para Wladimir Kotenev, embajador ruso en Alemania, una inclusión de Georgia en la OTAN sería un magno error político, que traería grandes tensiones. “Lo que se acercaría a nuestras fronteras”, explicó Kotenev a Deutschlandfunk, “no es un club de discusión sino la infraestructura de un bloque político y militar”. En su opinión, la posible solución de conflictos internos con ayuda militar de la Alianza Atlántica representa para Rusia una clara amenaza.
“Además ya es hora de que la OTAN decida qué es lo pretende ser: una alianza militar o mayormente una alianza política”, acotó el diplomático ruso, que desde los tiempos de la guerra fría y la ex República Democrática Alemana, representa a Moscú en territorios germanos.
Una cara más amable mostró la OTAN hacia Croacia y y Albania, países a quienes invitó oficialmente a incorporarse a ella, según declaró a la prensa su secretario general, Jaap de Hoop Scheffer; los 26 miembros de la alianza deberán ratificar esta decisión antes de la siguiente cumbre en la primavera de 2009. Macedonia, el otro aspirante, por el contrario tendrá que seguir esperando una invitación debido al bloqueo de Grecia, que reclama un cambio del nombre República de Macedonia para evitar dar argumentos a un posible reclamo de soberanía sobre su provincia homónima.
Mayor presencia en Afganistán
En cuanto a la nueva estrategia para Afganistán. el presidente Bush, confirmó que Estados Unidos desplazará algunos de sus soldados hacia el sur de Afganistán una vez que Francia envíe el ofrecido batallón adicional al este del país. Con esto se contenta también a Canadá, que amenazaba con retirar su contingente en caso de que los otros miembros de la OTAN no reforzaron su presencia en esa conflictiva zona.
Por otro lado, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, dejó entrever que París decidirá hasta finales de este año acerca de su reingreso a las estructuras militares de la alianza, que abandonó el presidente galo De Gaulle hace 40 años.
Finalmente, los europeos –que, como asevera Der Spiegel- “han manifestado mucha confianza en sí mismos y, sobre todo Alemania y Francia una unidad singular”, no podían dejar irse al presidente Bush con las manos vacías: los líderes de la OTAN reunidos en Bucarest respaldaron el controvertido emplazamiento en Polonia y República Checa de un escudo antimisiles para Europa propuesto por Estados Unidos y reconocen que será una contribución sustantiva para la protección de los aliados. Y es que, como concluye Der Spiegel, en esta alianza militar “lo primero es la diplomacia”,
Mirra Banchón
La actual Cumbre de la OTAN en Bucarest ha despertado un interés inusual. De una nueva ampliación y de renovar la estrategia en Afganistán se trataba. También de correlación de fuerzas no sólo al interior de la Alianza.
Desde la primera jornada de la Cumbre de la OTAN en Bucarest quedó claro que el presidente norteamericano no tendría éxito con su plan de ampliación para la Organización del Atlántico Norte, sobre todo debido a la oposición de Alemania y Francia a la membresía de Georgia y Ucrania, ambas ex república soviéticas.
“Demasiado grandes son las dudas al respecto de los europeos”, comenta Der Spiegel en su versión digital, “temen dañar las relaciones con Moscú, en caso de que la Alianza se extienda hasta las fronteras de Rusia”. La versión oficial suena sin embargo, en voz de la canciller alemana Angela Merkel mucho más diplomática: básicamente las puertas de la Alianza -que surgió en la post guerra y fue clave durante la Guerra Fría- están abiertas, pero estas naciones deben solucionar primero sus problemas internos. Es decir, Georgia sus problemas con las provincias separatistas y Ucrania, la fuerte oposición en su propio pueblo.
¿Una alianza militar sin enemigo?
Dejando esa puerta abierta, según opinan analistas en la prensa alemana, no se ofende a nadie: ni a los hipotéticos futuros miembros ni a Rusia, un socio importante de los europeos que ya había expresado su abierta oposición a lo que calificó como un intento de la OTAN por invadir su histórica esfera de influencia, recalcando que la Guerra Fría está terminada y que Moscú no es un enemigo de Occidente.
Para Wladimir Kotenev, embajador ruso en Alemania, una inclusión de Georgia en la OTAN sería un magno error político, que traería grandes tensiones. “Lo que se acercaría a nuestras fronteras”, explicó Kotenev a Deutschlandfunk, “no es un club de discusión sino la infraestructura de un bloque político y militar”. En su opinión, la posible solución de conflictos internos con ayuda militar de la Alianza Atlántica representa para Rusia una clara amenaza.
“Además ya es hora de que la OTAN decida qué es lo pretende ser: una alianza militar o mayormente una alianza política”, acotó el diplomático ruso, que desde los tiempos de la guerra fría y la ex República Democrática Alemana, representa a Moscú en territorios germanos.
Una cara más amable mostró la OTAN hacia Croacia y y Albania, países a quienes invitó oficialmente a incorporarse a ella, según declaró a la prensa su secretario general, Jaap de Hoop Scheffer; los 26 miembros de la alianza deberán ratificar esta decisión antes de la siguiente cumbre en la primavera de 2009. Macedonia, el otro aspirante, por el contrario tendrá que seguir esperando una invitación debido al bloqueo de Grecia, que reclama un cambio del nombre República de Macedonia para evitar dar argumentos a un posible reclamo de soberanía sobre su provincia homónima.
Mayor presencia en Afganistán
En cuanto a la nueva estrategia para Afganistán. el presidente Bush, confirmó que Estados Unidos desplazará algunos de sus soldados hacia el sur de Afganistán una vez que Francia envíe el ofrecido batallón adicional al este del país. Con esto se contenta también a Canadá, que amenazaba con retirar su contingente en caso de que los otros miembros de la OTAN no reforzaron su presencia en esa conflictiva zona.
Por otro lado, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, dejó entrever que París decidirá hasta finales de este año acerca de su reingreso a las estructuras militares de la alianza, que abandonó el presidente galo De Gaulle hace 40 años.
Finalmente, los europeos –que, como asevera Der Spiegel- “han manifestado mucha confianza en sí mismos y, sobre todo Alemania y Francia una unidad singular”, no podían dejar irse al presidente Bush con las manos vacías: los líderes de la OTAN reunidos en Bucarest respaldaron el controvertido emplazamiento en Polonia y República Checa de un escudo antimisiles para Europa propuesto por Estados Unidos y reconocen que será una contribución sustantiva para la protección de los aliados. Y es que, como concluye Der Spiegel, en esta alianza militar “lo primero es la diplomacia”,
Mirra Banchón
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