Se nos va Zaplana. Una gran alegría recorre mi cuerpo. Se va este hombre que tiene un montón de negocios no del todo muy claros (Terra mítica entre otras cosas). La derechona mediática lo está echando de menos ya. Yo siempre le recordare como a ese gran hombre al que le importaban mucho las victimas del terrorismo, que en la Comisión del 11-M se reía de las cosas tan desgarradoras que decía esa mujer decente, noble y luchadora de Pilar Mangón. Por esta razón no merece ni mi respeto, ni mi admiración, ni de deseo suerte en su nueva etapa.
Se nos va a Telefónica, que culpa tenemos los que somos usuarios de esta compañía antes estatal, ahora privada, de tener como representante este sujeto para Europa. Me estoy pensando muy seriamente en seguir en ella.
Dice Esperanza Aguirre que la política necesita mas personas como Zaplana. Ya tenemos muchos zaplanas en política, como para tener más.
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