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#Guernica, icono de la destrucción

Los alemanes devastaban con sus 31 toneladas de bombas mientras que los italianos ametrallaban, en vuelo rasante, a los civiles.

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La Legión Cóndor ya había hecho experimentos con sus aparatos de destrucción en el Madrid previo a noviembre del 36; los italianos ya habían perpetrado barbaridades criminales ante la población civil de Málaga acosada y en huida inmediatamente después en el mes de febrero del 37. Pero en esta ocasión la voluntad era otra y radical: la destrucción total. Los modernos aviones nazis alemanes y fascistas italianos lanzaron sus cargas fatales de bombas rompedoras y las bombas incendiarias, de fósforo, a sabiendas que los efectos combinados generaban una ola de fuego devastador. Aquello empezó en Eibar y Durango, pero Guernica era, es y será, todo un símbolo a destruir. Nada ni nadie debía ofrecer resistencia a las armas del poder de la nueva Europa que se estaba dibujando.

El bombardeo sobre Guernica duró no menos de tres horas ininterrumpidas. Y ocurrió que, como en Badajoz meses antes, hubo testimonios de corresponsales de prensa, esta vez británicos y franceses, cuyos testimonios escritos posibilitaron que la masacre alcanzara un extraordinario impacto internacional que el genio de Picasso denunciara en su impagable pintura y estudios previos. Se ha escrito que Hermman Goering, lugarteniente de Hitler y comandante supremo de la Luftwaffe, en su declaración en los juicios de Nuremberg -donde fuera condenado por promover durante la II Guerra Mundial crímenes contra la humanidad-, señaló que de esta misión aprendieron sobre cómo destruir una ciudad por completo.

Era el 26 de abril de 1937, jornada de feria; al día siguiente, el gobierno de Burgos desmentía el hecho con estas declaraciones… en la imposibilidad de contener el avance de nuestras tropas, los rojos han destruido todo y acusan a los nacionalistas [sic] de hechos que no son más que la puesta en práctica de sus criminales designios. ¡Miente Aguirre! Miente vilmente. En primer término no hay aviación alemana ni extranjera en la España Nacional… Sin comentarios. Fue una acción coordinada donde alemanes devastaban con sus 31 toneladas de bombas mientras que los italianos ametrallaban, en vuelo rasante, a los civiles que intentaban huir o protegerse.

Hasta hace pocos días existía en el cementerio de La Almudena de Madrid una placa en honor a este contingente hitleriano y a sus siete pilotos enterrados allí. La propia embajada de Alemania ha sido la que ha solicitado el desmontaje del memorial; y esta es la segunda vez que lo hace. En junio de 2010 se realizó una primera tentativa de retirada pero la placa volvió a aparecer grabada días después con el mismo texto de la inscripción original, a pesar de no gozar de protección alguna y ser propiedad de la República Federal alemana. Entonces, el equipo municipal madrileño de Ruiz Gallardón defendió la permanencia de la simbología porque …hay que dejar a los muertos descansar en paz… a sabiendas de mantener, con ello, posiciones antidemocráticas mediante los símbolos de enaltecimiento de la división y del enfrentamiento en munícipes gobernantes, que más deberían velar por el mantenimiento y creación de espacios públicos que no dañen la convivencia ni contravengan valores que mermen en lo sustancial la consolidación y el avance democrático. Esperemos que esta vez el acuerdo entre la Empresa Funeraria del Ayuntamiento y la embajada sea respetado y ningún voluntario nostálgico y revisionista incurra en transgredir la legislación vigente española y la voluntad del gobierno alemán, respetando e identificando las sepulturas de los allí inhumados.

El 5 de mayo se conmemoró el 72 aniversario de la liberación del campo nazi de Mauthausen-Gusen -o el campo de los españoles por ser el recinto a donde fueron deportados el mayor número de republicanos exiliados-, en un sencillo acto que anualmente viene realizándose en el memorial que, desde 2008, se levanta en el Campus de Moncloa de la UCM y al que asistieron representantes de asociaciones de memoria, de víctimas y del Ayuntamiento de la capital.


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