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¿Quién hay detrás de la privatización de la sanidad?




A día de hoy la mayoría de los hospitales madrileños están siendo “gestionados” por 3 grandes grupos que se reparten el negocio de la salud.  Estos tres grupos son:


Capio: gestiona los hospitales Rey Juan Carlos de Móstoles, Infanta Elena de Valdemoro, el Hospital Público de Collado Villalba y la fundación Jiménez Díaz. De esta empresa el 80% de sus acciones pertenece al grupo de capital riesgo británico CVC Capital Partners. A estas empresas están íntimamente ligados los dirigentes del PP, como el ex consejero de Sanidad de Esperanza Aguirre, Manuel Lamela; el ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato; o María Dolores de Cospedal y su marido, Ignacio López del Hierro. La propia empresa reconoce que "es cierto que trabaja con nosotros Teresa Echaniz” (hermana del secretario de Sanidad del PP y consejero del ramo en Castilla-La Mancha, José Ignacio Echaniz) y agregan “pero empezó después de que su hermano dejara de ser consejero de Aguirre y antes de que lo fuera en Castilla-La Mancha. Además, parece que por ser familiar de alguien ya no tienes derecho a trabajar en tu propia profesión". Encima debemos tener compasión de ellos….

Riber Salud: En Madrid gestiona desde 2011 el Hospital de Torrejón y la sociedad BR Salud, gestora del servicio del Laboratorio Central del Hospital Infanta Sofía, que da cobertura a seis hospitales públicos y a más de 1.200.000 personas. El 50% de esta empresa pertenece a Bancaja, la actualmente rescatada Bankia. La CAM también está asociada, según informes de la propia compañía, al igual que lo están las aseguradoras privadas Adeslas (ligada a la sociedad Goodgrower) y Sanitas, perteneciente a la mayor compañía británica de asistencia y seguros privados sanitarios.

USP-Quirón: gestiona el Hospital Universitario Quirón de Pozuelo de Alarcón y otros centros en Barcelona, Bilbao, Vizcaya, Málaga, Pamplona, Donostia, Valencia, Torrent y Zaragoza. Su accionariado pertenece a la empresa británica de capital privado Doughty Hanson&Co. Según el diario Público, "su actividad asistencial se desarrolla en tres segmentos de mercado: los clientes privados, las compañías aseguradoras y las instituciones públicas". Estas últimas les derivan pacientes procedentes de los servicios públicos y mantienen otros convenios como el que la Consejería de Educación Lucía Figar mantiene para que los titulares del Carné Joven puedan obtener "condiciones preferentes en intervenciones de corrección de miopía, astigmatismo e hipermetropía".


“Oportunidades del negocio”



En 2008, el entonces consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, realizó una exposición en el Hotel Ritz acerca de las infraestructuras sanitarias de la región, a la que tituló “Oportunidades de negocio”. El auditorio era una selección de empresarios del sector de la sanidad.

El plan anunciado ahora supone una nueva vuelta de tuerca en “esas oportunidades de negocio”, privatizando los 6 hospitales más rentables y varios servicios que atienden a cerca de un millón de personas, lo que significará para estas empresas carroñeras un botín anual de 400 a 500 millones de euros por la facturación de dichos servicios.

Así, según los cálculos de la plataforma pro defensa de la Sanidad Pública, esta gestión privada cuesta a las arcas públicas entre 7 y 8 veces más que la gestión estatal. Las empresas que están gestionando los 8 nuevos hospitales ya han recuperado el 100% de la inversión y este año ya sumaron 150 millones de euros de ganancia.
La lucha de la sanidad: programa, organización y centralización para ganar

Ante este panorama de saqueo de la sanidad pública los distintos colectivos de trabajadores del sector han comenzado una potente lucha con recogida de firmas, encierros, huelgas y manifestaciones que ha contado con un gran apoyo social.

Además esta lucha, como viene sucediendo en el último tiempo, surge al margen y en muchos casos contra las direcciones sindicales tradicionales del sector. Hay que recordar que fue la ley 15/97, aprobada por el PP y el PSOE en 1997, la que abrió el melón de la privatización sanitaria, con el beneplácito de los sindicatos mayoritarios.

Tenemos que tener en cuenta también que no estamos enfrentando una medida parcial de un gobierno local o regional, sino el plan de la Troika-Rajoy-González, que no tienen ningún miramiento a la hora de saquear al pueblo para pagar con nuestro dinero la crisis que ellos han provocado y de la que ellos fueron y son los beneficiarios.

Por eso, para que esta lucha continúe con fuerza y consiga echar atrás la privatización, es necesario que avance en su centralización y organización. El progresivo odio y el rechazo a las direcciones burocráticas de los sindicatos y partidos políticos que vienen vendiendo una tras otra nuestras conquistas, no debemos confundirla con la necesaria organización democrática por la base y la construcción de organismos que garanticen la lucha.

La lucha en defensa de una sanidad pública, gratuita y de calidad es de todos porque enfrenta los planes del gobierno y de la Troika, de rescate de banqueros con dinero público y de sobreexplotación de los trabajadores. En este sentido, la lucha de la sanidad enfrenta exactamente el mismo enemigo y los mismos planes que los demás trabajadores en lucha. No habrá Sanidad Pública si se paga la deuda a la banca. ¡O la salud, o la deuda!

Es mentira que no haya dinero. Todo lo contrario, hay mucho dinero. El problema es que lo usan para rescatar a los especuladores y banqueros en lugar de para rescatar al pueblo. La sanidad, al igual que la educación y el resto de servicios sociales, no puede quedar en manos de banqueros y especuladores. Deben ser los propios trabajadores del sector junto a los usuarios quienes controlemos la sanidad, decidamos en qué se gasta y en qué se investiga para mejorar la salud.

Esta lucha además no puede quedar aislada. Hay que debatir en el movimiento la necesidad de unidad con todos los sectores en lucha, un calendario de acción y movilización con reivindicaciones claras que parta de la defensa de las necesidades básicas de la población como la salud, la educación y la vivienda, así como la derogación de la reforma laboral, de todos los decretos de reformas y el no pago de la fraudulenta deuda. Un movimiento en dirección a una nueva Huelga General que no sea una simple protesta para lavar la cara de los dirigentes vendidos o para pedir un referéndum que no sirve para nada, sino que exija del gobierno central y de los gobiernos autonómicos que o ellos se echan atrás en su política de rescate de los banqueros, o nosotros los echamos a ellos.

¡Por una sanidad pública gratuita y de calidad bajo control de los trabajadores y usuarios!

¡Plan de lucha hasta echar atrás la privatización!

¡Ni un euro más a la banca, dinero para sanidad, educación y vivienda!

¡Fuera Rajoy y la Troika!

"El ataque a la sanidad pública va contra la conquista social más importante de nuestro país"

Entrevista a María José García, enfermera de Atención Primaria en el Centro de Salud Vicente Soldevilla de Vallecas, en Madrid.

¿En qué momento está el conflicto de la sanidad pública?

María José: Creo que está en un momento efervescente, y creciendo. La huelga del 4 y el 5 de diciembre marcará la capacidad que tenemos los trabajadores, y también  los ciudadanos, de mantener esto, porque hasta ahora está creciendo, y sin ninguna respuesta de la administración. La huelga del 26 y 27 fue espectacular, algo que no vivíamos en la sanidad pública desde hace años. También el seguimiento de la huelga indefinida de los médicos nos está dejando perplejos. El conflicto está muy fuerte.

¿Cómo os estáis organizando en el centro y qué relación hay con otros centros de trabajo?

MJ: Este conflicto tiene unas características distintas a los que hemos vivido históricamente. Hasta ahora siempre han sido dirigidos por las centrales sindicales, pero ahora son los propios trabajadores en los centros los que se organizan a través de asambleas y con mecanismos de coordinación entre ellos, donde están cumpliendo un papel importante las nuevas tecnologías: foros, internet... Estamos organizados por zonas, por ejemplo nosotros estamos en contacto desde el inicio con los centros de atención primaria de la zona sureste de Madrid. También existe una plataforma y una coordinadora de hospitales. Es una manera nueva de organizarse, donde los sindicatos coordinan poco.

¿Piensas que el gobierno va a retroceder? Y si no lo hace, ¿cuáles serían los pasos a seguir?

MJ: Retrocederá en la medida que tengamos fuerza no sólo los trabajadores de la sanidad, sino la ciudadanía de Madrid para frenar esto. Aunque no es una tarea fácil, pero sí creo que se puede. No olvidemos que estos ataques vienen marcados desde hace años por la UE y el FMI y su intención de privatizar los servicios públicos, y nos encontramos con un gobierno como el que dirige este país, que a su vez tiene su ala de extrema derecha gobernando la comunidad de Madrid, que no tienen otra intención que hacer el negocio del siglo.

Lo que está claro es que este no es un tema sólo de los trabajadores de la sanidad, no es sólo un ERE donde se van a perder 8.000 puestos de trabajo, sino que significa acabar con una conquista social muy importante en nuestro país. Tenemos la sanidad pública más barata y más eficiente del mundo, un modelo universal avalado por multitud de informes y estudios internacionales. Por eso hay que generalizar el conflicto a la ciudadanía, son los ciudadanos los que tienen que tomar las riendas. Nosotros como trabajadores sanitarios tenemos la responsabilidad de resistir y comunicar a la población lo que esto significa.


" El caballo de Troya" de la sanidad.

Sorprendentemente, la privatización de la Sanidad no la están haciendo sólo políticos. Directivos de empresas privadas de salud han entrado en la Administración para dirigir desde dentro la privatización de los hospitales públicos. Es la táctica del 'Caballo de Troya': infiltrarse en el rival, para acabar con él.

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