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¿Qué es lo siguiente para Grecia?




Tras las elecciones griegas del 6 de mayo, la izquierda ha seguido internacionalmente con gran interés lo que está ocurriendo. Publicamos aquí un artículo de Andreas Kloke, de la sección griega de la Cuarta Internacional, OKDE-Spartakos, organización miembro de la coalición Antarsya, en el que analiza los resultados.
La sombra de la República de Weimar se cierne sobre Grecia: los resultados electorales del 6 de mayo
Andreas Kloke
Las elecciones parlamentarias griegas llevaron a un terremoto de cambio en el paisaje político y al fin de la “dominación bipartidista” de la conservadora Nueva Democracia (ND) y el socialdemócrata PASOK. Comparadas con las elecciones de 2009, el partido dominante PASOK cayó del 43,9% al 13,2%, mientras ND, que es ahora el partido más fuerte, obtuvo el 18,9% (2009: 33,5%). Por otro lado, SYRIZA (“Coalición de la Izquierda Radical”) ascendió del 4,6% al 16,8% y se ha convertido así en el segundo mayor partido. Los “Griegos Independientes”, liderados por P. Kammenos, una escisión nacionalista de derechas de ND fundada en febrero de 2012, un partido que rechaza apoyar las políticas del Memorándum, están en cuarto lugar con el 10,6%. El Partido Comunista de Grecia (KKE), hasta ahora el partido más fuerte de la izquierda, recibió el 8,5% (2009: 7,5%). Chrysi Avgi (“Amanecer Dorado”), una banda de adictos neonazis a la nostalgia por Hitler, ganó el 7% (441.000 votos, 2009: 0,3%), ciertamente la verdadera “exclusiva” de estas elecciones. La “Izquierda Democrática” (DIMAR) está en el séptimo en lugar con el 6,1%. DIMAR fue fundada en 2010 y es una escisión por la derecha de Synaspismós (SYN), el partido reformista de izquierdas con orígenes en el eurocomunismo y principal componente de SYRIZA. El ultraderechista LAOS cayó del parlamento con el 2,9% (2009: 5,6%) debido al requisito del 3% para obtener escaños. Lo mismo sucedió con los “Verdes Ecologistas” con el 2,9% (2009: 2,5%) y tres formaciones neoliberales de derechas, concretamente “Alianza Democrática” (DISI) con el 2,6%, “Dimourgia Xana” con el 2,2% y “Acción” (Drasi) con el 1,8%. ANTARSYA (“Alianza de la Izquierda Anticapitalista por el Derrocamiento”), esencialmente una coalición de unas 10 organizaciones revolucionarias anticapitalistas, recibió el 1,2% (más de 75.000 votos; 2009: 0,36%), la alianza de dos organizaciones marxistas-leninistas el 0,3%, EEK, una organización que se autodenomina trotskista el 0,1%. El porcentaje de votos válidos escrutados (participación) fue del 62,7% (2009: 68,9% y 2007: 72,1%), nuevamente significativamente más bajo que nunca antes, lo que también provee una indicación de la descendente aceptación de la democracia parlamentaria, establecida en 1974 tras la caída de la junta militar, entre la población griega.
No hay duda de que los resultados electorales expresan el completo rechazo a las políticas del Memorándum por una clara mayoría del electorado. Por un lado, la parte de izquierdistas en sentido amplio se ha incrementado hasta el 34% (si contamos a los ecologistas, hasta el 37%); por el otro lado, el campo “anti-Memorándum” ganó un total de alrededor del 60%. El muy buen resultado de la izquierda debe ser atribuido ciertamente a las huelgas generales de los últimos dos años, y particularmente a las enormes movilizaciones y ocupaciones de plazas, particularmente de la Plaza Syntagma, desde mayo de 2010 hasta julio del año pasado, la gran huelga general del 12 y 13 de octubre y las protestas de masas de bastante más de medio millón de personas, solo en Atenas, el 12 de febrero de 2012; esto es, al poderoso movimiento dirigido contra las políticas del Memorándum, especialmente desde mayo de 2010 hasta febrero de 2012.
La “ingobernabilidad” del país
Un problema crucial conectado con los resultados electorales es conocido como la “ingobernabilidad” del país, es decir, las grandes dificultades para continuar las políticas del Memorándum bajo el aspecto de coaliciones gubernamentales “democráticas”. Los dirigentes, pero también el sistema-complejo mediático en Grecia y Europa (como es habitual, especialmente en Alemania) han lanzado una salvaje campaña de propaganda para mantener a Grecia en el camino y asegurar la continuación del Memorándum-esclavitud, la ruina y el saqueo de la sociedad griega a favor de la dominación desenfrenada del capital doméstico y extranjero. Los llamamientos al desalojo de Grecia de la eurozona se están oyendo cada vez más fuertes.
Debido a su buen resultado electoral, la dirección de SYRIZA, encabezada por A. Tsipras, está jugando un papel clave. Las ideas de los partidos de la izquierda en su conjunto habían sido caracterizadas durante la campaña electoral como “irrealistas”, “altamente peligrosas”, “catastróficas”, pero tras las elecciones las tornas se han cambiado y SYRIZA fue llamada a “tomar su responsabilidad” y a participar en un “gobierno de unidad nacional” con ND, PASOK y DIMAR. La dirección de DIMAR, que quería servir a ese tipo de gobierno, jugó un papel particularmente malo pero finalmente no se atrevió a hacerlo sin el consentimiento de SYRIZA ante los resultados electorales. Las discusiones de un largo día para la formación de un nuevo gobierno comenzaron, pero finalizaron sin resultado. Por lo tanto, la segunda ronda de elecciones ha sido programada para el 17 de junio. Según los actuales sondeos de opinión, SYRIZA tiene brillantes perspectivas para convertirse en el partido más fuerte con bastante más del 20%, y así además hacerse con el “bonus” de 50 (de los 300 totales) escaños en el parlamento. Este esquema totalmente antidemocrático fue incluido específicamente en la ley electoral para permitir una mayoría, al menos de un gobierno de coalición de ND y PASOK. Pero no funciona desde que ambos partidos recibieron juntos solo 149 escaños.
No se está negando que no sea por casualidad que SYRIZA se haya convertido en la primera fuerza de la izquierda. Debido a que SYRIZA habló durante la campaña electoral de un “gobierno de izquierdas”, por ejemplo para presionar al KKE, pero además porque no es favorable a la retirada de la eurozona, a pesar del rechazo de las políticas del Memorándum, la gente votó por ella masivamente. Esto refleja en parte el estancamiento o la debilidad del movimiento de resistencia que ha sido visto desde febrero y que está causado por el crecimiento esperanzas más bien vagas de que un cambio fundamental en las políticas gubernamentales podría ser alcanzado a través de un cambio de las mayorías parlamentarias. La dirección de SYRIZA se encuentra bajo ataque debido a las ambigüedades de sus promesas electorales, desde dos lados: primero, las fuerzas del establishment pueden acosar a SYRIZA a hacer todo para asegurar que Grecia permanece en la eurozona, o hacer también a SYRIZA responsable por un posible fracaso de esta intención y exponerla; por el otro lado, hay criticas en la izquierda, señalando muy correctamente que las variadas promesas de la dirección de SYRIZA son inconsistentes y contradictorias. Es virtualmente inconcebible que un gobierno griego de izquierdas, si llegase, pudiera cumplir una revocación de las políticas del Memorándum y con ello de los acuerdos crediticios alcanzados con la Troika, que están llevando a un estrangulamiento de la sociedad griega, sin la salida o la expulsión de Grecia de la eurozona.
SYRIZA, el KKE y ANTARSYA
En otras palabras, una “política reformista” consistente, a favor del pueblo trabajador y de todas las víctimas del Memorándum que no entre en conflicto directo con los intereses del capital financiero y de las grandes empresas de Grecia, los países de la UE y los Estados Unidos, es muy improbable que fuese factible. La dirección de SYRIZA está cualquier cosa menos preparada para conducir políticamente este choque inevitable entre los dispares intereses de delincuentes y las víctimas, los explotadores y los explotados. Sin embargo, tendrá que poner sus cartas encima de la mesa de una forma u otra. SYRIZA es una alianza con algunas organizaciones “semiestalinistas” y “semitrotskistas” del medio de la (todavía) izquierda extraparlamentaria, pero está dominada por la dirección de Synaspismós. Ésta asume que los problemas de la crisis capitalista global, pero también de la crisis de la sociedad griega, serán resueltos con medidas “keynesianas” dentro del marco del sistema capitalista de explotación. El “socialismo” está en esta perspectiva, en el mejor de los casos, como un objetivo distante, y alcanzable solo a nivel “de toda Europa”, etc. A pesar de su nombre “radical”, SYRIZA es una alianza orientada a reformas limitadas, aunque en algunos matices más a la izquierda que “La Izquierda” alemana, por ejemplo. No es ciertamente una buena señal que Tsipras quiera discutir y quizás llegar a un acuerdo con el presidente francés F. Hollande, con respecto a las políticas del Memorándum. La explosividad de la actual situación política y social hará inevitable una clarificación de las contradicciones en las políticas de la dirección de SYRIZA. El deseo de una gran mayoría para acabar con el continuo empobrecimiento es muy fuerte, y muy débil la actual voluntad y habilidad de la dirección de SYRIZA, para aplicar esta necesidad en una orientación verdaderamente anticapitalista (en última instancia revolucionaria).
La dirección del KKE ha decidido aislarse a sí misma incluso más, de SYRIZA y del resto de la izquierda, porque su resultado electoral no fue muy favorable. La desventaja de esta actitud es que es crecientemente difícil para convencer a su propia base de que esta estrategia y táctica pueda ser exitosa. La dirección del KKE considera más o menos abiertamente que no habrá derrocamiento de las políticas del Memorándum mediante la movilización de masas por abajo y por el movimiento en sí mismo. Así, señala a una futura “economía popular” y “democracia popular”. Pero no es capaz de explicar cómo pueden ser alcanzados sus objetivos si no es mediante un repentino y masivo crecimiento de los votos al KKE, algo que obviamente no está a la vista. Permanece como un misterio de la dirección del partido como todos estos objetivos verbalmente proclamados, particularmente la superación del capitalismo y el imperialismo, podrían ser impuestos. Es previsible que el partido mismo pueda entrar en una crisis que podría llevar pronto a mayores pérdidas conflictivas.
ANTARSYA no tuvo un resultado electoral sensacionalmente bueno, pero sí sólido, ganando el 1,2%. Fue la principal fuerza en la izquierda que colocó la importancia de la resistencia social a través de huelgas, ocupaciones y protestas de masas, la autoorganización de todas las víctimas de las políticas del Memorándum, de los trabajadores, la gente joven, los pensionistas y los inmigrantes arbitrariamente “ilegales”, en el centro de su campaña electoral. ANTARSYA ha mostrado el camino de como la resistencia social podría ser victoriosa a través de la propagación de un programa de soluciones transicionales reales que estén orientadas a las necesidades reales de la vasta mayoría de la población y comprometidas con la autoorganización de estas gentes, y adhiriéndose a la perspectiva de un derrocamiento revolucionario anticapitalista del sistema social y político existente.
ANTARSYA podría haber alcanzado un mejor resultado a través de una política consistente en los pasados dos años, a través de una mayor unidad, más y mejores actividades de los comités locales, etc. Pero fue duramente una cura contra el prevaleciente ambiente por un cambio parlamentario principalmente en la última semana antes de las elecciones. Como el lema de un “gobierno de izquierdas” antes de las elecciones fue nebuloso y ahora continúa siéndolo, fue esencialmente correcto no alimentar esas esperanzas. Sin embargo, ANTARSYA podría aprobar una declaración apoyando críticamente un gobierno de izquierdas bajo ciertas condiciones. Esto no ha sucedido hasta ahora. La dirección programática y política básica de ANTARSYA permanece correcta después de todo.
La declaración de ANTARSYA
La declaración de ANTARSYA del 14 de mayo afirma entre otras cosas:
La izquierda debe tener como objetivo la conquista del poder político y gubernamental mediante un movimiento social y político subversivo. Esto puede ser alcanzado a través de las instituciones de poder popular y control obrero, y de la conexión de la cuestión del poder gubernamental con una estrategia revolucionaria contemporánea, mediante la ruptura con el capital y el imperialismo a través de un movimiento popular y obrero capaz de imponer su propio poder y gobierno.
La influencia de ANTARSYA estuvo finalmente limitada por las ilusiones parlamentarias de un “gobierno de izquierdas” que llevase a una solución inmediata y libre de conflictos de los problemas sin una insurrección. A pesar de ello, será necesario continuar los esfuerzos para convencer a las amplias capas populares de que no será posible enfrentarse a los más acuciantes e inmediatos problemas sociales con respuestas simplemente dirigidas “contra el Memorándum”, sin abandonar la eurozona y la UE, y sin la ruptura completa con el sistema que produce crisis y memorándums. El curso de colisión con los prestamistas y el capital no es una vía fácil, no es la victoria fácil que un “gobierno de izquierdas” nos daría, sino que será una una batalla cuesta arriba, difícil, la culminación de la lucha política de clases que requiere el desarrollo de órganos de lucha de la base obrera. Será necesario continuar los esfuerzos para conectar a todos los militantes y sus luchas que están en un proceso de radicalización bajo las bases de un programa de “revolución anticapitalista” y formas contemporáneas de una perspectiva socialista y comunista.
Es necesario que capas amplias de la población tomen la cuestión en sus propias manos para evitar retrocesos y proceder en la vía de las grandes luchas y del resultado del 6 de mayo, para desarrollar un movimiento político obrero y de base, para luchar por la abolición del Memorándum, del acuerdo de crédito y de todas las leyes relacionadas, para incrementar los salarios y las pensiones hasta un nivel decente y para hacer cumplir la prohibición de los despidos. Todas las futuras privatizaciones deben ser prevenidas y aquellas ya aplicadas deben ser revertidas. Tenemos que reclamar la nacionalización de los bancos y grandes empresas de importancia estratégica bajo control obrero. El gasto en educación y sanidad debe ser incrementado. El movimiento de desobediencia civil “Yo no pago” y por la abolición final de los impuestos indirectos, peajes, etc. debe ser apoyado. La insubordinación y resistencia contra las decisiones de la UE dirigidas contra los trabajadores deben ser fortalecidas, la cancelación de la ley sobre el paquete fiscal, la salida de la eurozona y de la UE mediante el fortalecimiento de los órganos de autoorganización más allá de las burocracias sindicales tienen que ser reclamadas y organizadas.
ANTARSYA permanece en su propósito de construir de una vez un frente de batalla por la ruptura con el sistema y por la defensa contra el ataque y para proceder inmediatamente al fortalecimiento de las luchas. Los órganos obreros de lucha deben ser desarrollados y apoyados. El llamamiento está dirigido a todas las fuerzas de la izquierda, a ser activas en esta dirección lo más pronto posible.
Al mismo tiempo, ANTARSYA promueve la creación un amplio frente unido de la izquierda y el movimiento obrero contra la amenaza fascista y las actividades criminales de “Chrysi Avgi” dirigidas contra inmigrantes y activistas del movimiento. Es necesario desarrollar iniciativas animadas a exponer el carácter profundamente amigable con el sistema y reaccionario de “Chrysi Avgi”, su fijación sobre la UE y el Memorándum, su mentalidad nazi y su retórica pseudopopulista con el objetivo de subvertir su base social. ANTARSYA establecerá inmediatamente una iniciativa para una aproximación común para tratar sobre la amenaza fascista, por parte de todas las organizaciones políticas y sociales del movimiento obrero y de la izquierda (incluidos KKE y SYRIZA), tanto a nivel central como local.
Continuaremos en la necesaria vía del frente de la izquierda anticapitalista y llamamos a todas las fuerzas y militantes que eligen romper con el sistema y apoyar el derrocamiento, a discutir abiertamente, a actuar conjuntamente y a cooperar en las elecciones. Al mismo tiempo, continuamos la lucha por un fortalecimiento más profundo de ANTARSYA, principalmente mediante las luchas en los movimientos, pero también en las próximas elecciones.” (Extractos de la declaración).
La incitación racista y el chovinismo de los grandes medios de comunicación durante décadas y a través de las políticas oficiales de racismo, así como el vil racismo gubernamental, son responsables de sembrar la plaga fascista en Grecia, que solo está un paso por detrás de transformarse un movimiento de masas en la línea del Partido Nazi alemán antes de 1933. Pero la apatía y la indiferencia de los partidos políticos y organizaciones de la izquierda y del movimiento obrero también han contribuido enormemente al crecimiento de la banda nazi, y está responsabilidad es muy seria. Es urgentemente necesario revertir esta tendencia desastrosa. Puede ser que el espectro de un gobierno de izquierdas haya aparecido en Grecia, pero más seria es la deriva hacia las condiciones políticas y sociales en dirección a la República de Weimar. El capitalismo griego y su democracia burguesa han evocado esta hora de las brujas.
16 de mayo de 2012
Andreas Kloke es miembro de la dirección de OKDE-Spartakos, sección griega de la Cuarta Internacional.
Traducción de Adrián Sánchez

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