Empieza la campaña, lo que antes era muy de derechas, ahora se vuelve rosado incluso socialista clásico. Soy de los que piensa, que las campañas electorales se hacen durante toda la legislatura, ahora no vale besar niños pequeños cuando has estado cuatro años intentando reducirles uno de sus principales derechos, el de la educación.
Pero sigo pensando (eso es malo), que si se disuelve el parlamento todos los partidos que se presentan parten de cero y ninguno de ellos debería de contar con mas minutos de televisión o solo hacer un debate entre los dos principales partidos del suelo Patrio.
Sigo pensando, y ahora muy mal, ¿os acordáis de la campaña de las autonómicas y municipales? ¿de dónde sacó tanto dinero el PP de Madrid para poder poner una foto de nuestras Esperanza de España, en todas las marquesinas de la Comunidad Autónoma? Y mira que hay. Mi mente simple relaciona, obra pública con dinero, entre otras cosas para la campaña.
Hoy veremos la sonrisa forzada de Don Rajoy pegando un cartel en un tablón marca GUCCI. Como cambian los tiempos, durante los 25 años de Paz lo habría hecho un preso republicano. Hoy todos somos iguales, el hijo del pocero, Don Rajoy, Don Zapatero, ante la escoba la cola y el cartel. Me recuerda mucho a esa canción de Serrat que habla sobre la fiesta de San Juan. Cuando todo termine, cada uno volverá a lo que era, el hijo del pocero a sus pozos, Zapatero a hacer lo que pueda en este país de derechas y Don Rajoy a intentar jodernos a todos.
Lo poco bueno que tiene esta democracia de derechas, es que el voto de la que sirve en casa de Don Pizarro, vale lo mismo que el de él con sus 100 millones de euros en el banco, y por esta razón está la iglesia como está ya que esto atenta contra el derecho divino de los elegidos para mandar.
No seamos tontos, no es lo mismo un gobierno de derechas que uno socialdemócrata o que uno socialdemócrata que uno de izquierdas, o que uno de izquierdas que uno comunista. Desde cuando la derecha se ha preocupado por los trabajadores, nunca. No nos pueden vender esta moto, no a los trabajadores.
Pero sigo pensando (eso es malo), que si se disuelve el parlamento todos los partidos que se presentan parten de cero y ninguno de ellos debería de contar con mas minutos de televisión o solo hacer un debate entre los dos principales partidos del suelo Patrio.
Sigo pensando, y ahora muy mal, ¿os acordáis de la campaña de las autonómicas y municipales? ¿de dónde sacó tanto dinero el PP de Madrid para poder poner una foto de nuestras Esperanza de España, en todas las marquesinas de la Comunidad Autónoma? Y mira que hay. Mi mente simple relaciona, obra pública con dinero, entre otras cosas para la campaña.
Hoy veremos la sonrisa forzada de Don Rajoy pegando un cartel en un tablón marca GUCCI. Como cambian los tiempos, durante los 25 años de Paz lo habría hecho un preso republicano. Hoy todos somos iguales, el hijo del pocero, Don Rajoy, Don Zapatero, ante la escoba la cola y el cartel. Me recuerda mucho a esa canción de Serrat que habla sobre la fiesta de San Juan. Cuando todo termine, cada uno volverá a lo que era, el hijo del pocero a sus pozos, Zapatero a hacer lo que pueda en este país de derechas y Don Rajoy a intentar jodernos a todos.
Lo poco bueno que tiene esta democracia de derechas, es que el voto de la que sirve en casa de Don Pizarro, vale lo mismo que el de él con sus 100 millones de euros en el banco, y por esta razón está la iglesia como está ya que esto atenta contra el derecho divino de los elegidos para mandar.
No seamos tontos, no es lo mismo un gobierno de derechas que uno socialdemócrata o que uno socialdemócrata que uno de izquierdas, o que uno de izquierdas que uno comunista. Desde cuando la derecha se ha preocupado por los trabajadores, nunca. No nos pueden vender esta moto, no a los trabajadores.
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