No sé que le está pasando a mi madre, el otro día la llame para saber cómo estaba (y después de algún tiempo sin saber nada de ella), aún sabiendo que mi madre es peligrosísima en campaña electoral, lo hice y aguante lo que no está en los escritos.
Ella sabe que soy rojo, y no sé porque extraña razón, me compara con los socialistas. Al presidente de llama “cabeza de pepino… ladrones” y de lo más variopinto de nuestro diccionario. Yo, que os prometo que soy un buen hijo, para cabrearla el doble, la digo siempre que yo soy de Llamazares, que no soy del PSOE y que incluso Llamazares para mí, es de derechas. Esto como habréis notado le sienta fatal. En este punto, yo creo que se le desprende la dentadura, porque ya no la entiendo nada las cosas que me dice.
A decir verdad también puede ser que este poseída por el espíritu maligno de Angel Acebes, y hable en arameo, le de vueltas la cabeza y escupa el mandiblu, ese. Os prometo que es terrible, si la dan una pistola se lía a tiros con los muebles de su casa.
Yo no me creo que en ella cale el discurso del PP, me inclino más por la brujería del PP, que en uno de los viajes de INSERSO, que organizó Zaplana la den una copa de Anís del Mono, la metieran una pócima y al oír de la boca de Aznar la frase “estamos trabajando en ello” con acento tejano, se active algo por su cuerpo y se convierta en un zombi votante del PP.
Yo intento contrarrestar de lo poco que la entiendo, toda la artillería de sandeces que me dice. Imposible, esa pócima también le afecta el oído.
Estoy intranquilo con su salud, porque en un viaje de estos trances le pega una subida de tensión y la pobrecilla no lo cuenta.
Cuando terminen estas elecciones, me gustaría llevarla a ver la momia de Lenin, para poder expulsar al espíritu maligno de Angel Acebes, pero como se que va a ser caro, la llevare a un mitin de Alfonso Guerra, que hará el mismo efecto.
Ella sabe que soy rojo, y no sé porque extraña razón, me compara con los socialistas. Al presidente de llama “cabeza de pepino… ladrones” y de lo más variopinto de nuestro diccionario. Yo, que os prometo que soy un buen hijo, para cabrearla el doble, la digo siempre que yo soy de Llamazares, que no soy del PSOE y que incluso Llamazares para mí, es de derechas. Esto como habréis notado le sienta fatal. En este punto, yo creo que se le desprende la dentadura, porque ya no la entiendo nada las cosas que me dice.
A decir verdad también puede ser que este poseída por el espíritu maligno de Angel Acebes, y hable en arameo, le de vueltas la cabeza y escupa el mandiblu, ese. Os prometo que es terrible, si la dan una pistola se lía a tiros con los muebles de su casa.
Yo no me creo que en ella cale el discurso del PP, me inclino más por la brujería del PP, que en uno de los viajes de INSERSO, que organizó Zaplana la den una copa de Anís del Mono, la metieran una pócima y al oír de la boca de Aznar la frase “estamos trabajando en ello” con acento tejano, se active algo por su cuerpo y se convierta en un zombi votante del PP.
Yo intento contrarrestar de lo poco que la entiendo, toda la artillería de sandeces que me dice. Imposible, esa pócima también le afecta el oído.
Estoy intranquilo con su salud, porque en un viaje de estos trances le pega una subida de tensión y la pobrecilla no lo cuenta.
Cuando terminen estas elecciones, me gustaría llevarla a ver la momia de Lenin, para poder expulsar al espíritu maligno de Angel Acebes, pero como se que va a ser caro, la llevare a un mitin de Alfonso Guerra, que hará el mismo efecto.
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