......pues seguramente había que resarcirse del miedo que se había tenido tanto tiempo a los ahora vencidos, un miedo infundado, como se veía ahora, añadí: pero que el cambio de élites formaba sencillamente parte de las más antiguas e imprescindibles estrategias de dominación de toda nueva potencia; que la élite política que hubo hasta ahora sea marginada es algo que se entiende de por sí; en la República Democratica nunca hubo una capa superior económica, puesto que nadie pudo acumular bienes en sentido capitalista, por tanto la capa de los poseedores vendría también del Oeste..........
El Este todavía no es el mezzogiorno: así titula un grupo de investigación de la Federación de Sindicatos Alemanes un artículo cuyo comienzo es. "Tres años después del establecimiento formal del sistema económico unitario en el Este y el Oeste de Alemania, es cada vez mas evidente que la política económica de la unificación, que apostaba en lo esencial por las posibilidades del mercado ha fracasado. Tampoco hay en perspectiva, hoy por hoy, un auge económico que se sostenga por si mismo" Se necesita pues, continuaba el artículo, un "programa de reconstrucción que garantice la reindustrialización y una política activa de mercado de trabajo.......sin embargo hay algo en ello que no es correcto, pues todas las propuestas de salvamento pretenden reconstruir en su antiguo esplendor el viejo monstruo, la sociedad industrial, por tanto también sus prioridades y valores, por tanto también su efecto alienante, el cual ha llevado a que las personas sólo se definan y se valoren por el trabajo y a que haya de considerar el aumento del tiempo libre como una amenaza no solo social sino también existencial........... seguirá
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