Juan Ramón Amado, en un local de Berlín. Juan Ramón Amado, Pionero de la movida de los 80, pone música en los locales nocturnos más vanguardistas de la capital alemana SANTIAGO ROMERO Berlín ha suplantado a Londres y Amsterdam como foco de la vanguardia artística europea y laboratorio sonoro de la música que se escucha en todo el mundo. La noche berlinesa es el microcosmos ideal para creadores y buscadores de sensaciones llegados de todos los rincones del planeta. Urbe apocalíptica que conserva su atmósfera de última frontera heredada del Muro y la guerra fría, la capital alemana se ha encontrado a sí misma en un singular eslogan de su alcalde: "Berlín es una ciudad pobre pero sexy". Pobre, pero subvencionada, habría que decir, porque la creación es la industria más protegida. Hay nombres famosos del arte contemporáneo que se han asentado en Berlín y crean con muchísimo dinero y otros muchos que lo consiguen con poco y se convierten en mileuristas de la creatividad. La enfer...
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