Encuentran la "puerta a la Alemania comunista"
Entran en un piso deshabitado aparentemente intacto desde los años ochenta
Pudo ser abandonado a la carrera y está lleno de productos de la época comunista
arquitecto encargado de la rehabilitación de unas viviendas en Leipzig (este de Alemania, antigua RDA) se ha encontrado con una rémora: un piso abandonado tal y como se vivía allí antes de la caída del Muro. Este viaje al pasado tiene gran valor simbólico para quienes vivieron esa época, pues con la llegada del capitalismo vieron desaparecer rápidamente del mercado todos sus productos de uso diario.En declaraciones al Frankfurter Allgemeine Zeitung, recogidas por la BBC, el arquitecto Mark Aretz dice haberse sentido "como cuando Howard Carter encontró la tumba de Tutankamon". El piso estaba lleno de productos de marcas producidas por el Estado comunista: una botella (vacía) de Vita Cola, un paquete de cigarrillos Juwel, margarina Marella o vodka Kristall. En una pared colgaba un calendario de 1988 por el mes de agosto.Parece que quien allí vivía abandonó precipitadamente la casa. "Todo estaba desordenado, pero es un tesoro precioso: una puerta a otra época", ha declarado Aretz. Según las fuentes, algunos documentos encontrados sugieren que el joven que ocupaba el piso tenía problemas con la policía. Una historia de película, y que de hecho fue parte de la trama de Good Bye Lenin (2003), la película que relataba la instrahistoria de la caída del Muro y cómo los modernos productos occidentales suplantaron a los de la rígida economía comunista.
Entran en un piso deshabitado aparentemente intacto desde los años ochenta
Pudo ser abandonado a la carrera y está lleno de productos de la época comunista
arquitecto encargado de la rehabilitación de unas viviendas en Leipzig (este de Alemania, antigua RDA) se ha encontrado con una rémora: un piso abandonado tal y como se vivía allí antes de la caída del Muro. Este viaje al pasado tiene gran valor simbólico para quienes vivieron esa época, pues con la llegada del capitalismo vieron desaparecer rápidamente del mercado todos sus productos de uso diario.En declaraciones al Frankfurter Allgemeine Zeitung, recogidas por la BBC, el arquitecto Mark Aretz dice haberse sentido "como cuando Howard Carter encontró la tumba de Tutankamon". El piso estaba lleno de productos de marcas producidas por el Estado comunista: una botella (vacía) de Vita Cola, un paquete de cigarrillos Juwel, margarina Marella o vodka Kristall. En una pared colgaba un calendario de 1988 por el mes de agosto.Parece que quien allí vivía abandonó precipitadamente la casa. "Todo estaba desordenado, pero es un tesoro precioso: una puerta a otra época", ha declarado Aretz. Según las fuentes, algunos documentos encontrados sugieren que el joven que ocupaba el piso tenía problemas con la policía. Una historia de película, y que de hecho fue parte de la trama de Good Bye Lenin (2003), la película que relataba la instrahistoria de la caída del Muro y cómo los modernos productos occidentales suplantaron a los de la rígida economía comunista.
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