El próximo día 24 de octubre, la Comunidad Educativa de nuestro país parará las aulas, al igual que ya lo hizo el pasado 9 de mayo. Entonces y ahora docentes, alumnado y padres y madres dicen NO a las políticas de recortes en Educación del PP que están hipotecando el futuro de nuestro país, NO a la Ley Wert, NO a una política educativa privatizadora y segregadora.
El PP está llevando a cado un ataque brutal a lo público y a la clase trabajadora con esta política de recortes que persigue el objetivo claro de desmantelar la Escuela Pública en favor de la privada, primando además a la enseñanza de carácter religioso, aunque estas segreguen por sexo a los alumnos.
Esta política del PP se concreta en la supresión de las becas de comedor para la mayoría de alumnos, recortes en las becas de libros, aumento de las tasas en Universidad y establecimiento de tasas nuevas en FP, etc., lo que está dejando a muchos alumnos sin poder estudiar al carecer de los medios necesarios para ello. En el plano laboral se ha despedido en los últimos años en Madrid a más de 10.000 docentes (100.000 en toda España). Se aumenta la ratio de alumno por aula, se aumenta la carga lectiva del profesorado, se deja de atender a los alumnos con necesidades educativas especiales y de compensatoria, se deja sin atención especializada a los niños autistas, se represalia con métodos fascistas a todos los profesores que levantan su voz contra estas injusticias,… Y así un largo etcétera de recortes y ataques a la Escuela Pública.
Lo que está haciendo el PP tiene una clara intención ideológica: que los hijos de las élites sigan dirigiendo el país y evitar la pérdida de sus privilegios, para lo cual deben de disponer de una gran masa de trabajadores poco cualificados y con escasa formación y capacidad de análisis. Y todo, con un control cada vez mayor de la Iglesia Católica.
El punto culminante de todo esto es la Ley Wert. Se trata de una Reforma innecesaria, injusta y retrógrada promovida por Wert, la Patronal de la Educación, la Iglesia Católica, la Banca, los empresarios,… La famosa LOMCE es una imposición de un partido que se ha quitada la careta y muestra su lado más fascista. Esta es una Ley cargada de ideología neoliberal, que no responde a las necesidades de nuestro sistema educativo ni de nuestra sociedad. La clase trabajadora de nuestro país necesita otro modelo educativo para salir de esta crisis, distinto a éste modelo educativo capitalista, que nos permita construir una sociedad y un mundo mejor y diferente, donde impere la Justicia Social. Esta Ley hace retroceder la Educación a la época franquista dividiendo a los alumnos en dos grupos, los que tendrán una formación académica y los de la FP con escasa formación. Además se pone la FP en manos de la empresa, que dispondrá de abundante y barata mano de obra sin derechos. Pretende privatizar la Escuela Pública y hacerla desaparecer como elemento vertebrador que es de toda sociedad democrática, convirtiéndola en subsidiaria y de peor calidad, una educación asistencial para pobres con otra red privada para las élites dirigentes. Pretende legalizar la segregación y la exclusión y pretende acabar con la equidad. Además, es antidemocrática, al eliminar la participación de la Comunidad Escolar en la gestión de los centros, dando un poder excesivo a los directores que serán nombrados a dedo por la administración.
Afortunadamente está en marcha la respuesta popular. El Partido Comunista de Madrid (PCM) como viene siendo habitual desde sus orígenes quiere manifestar su apoyo total e incondicional a las movilizaciones que el conjunto de la Comunidad Educativa está llevando a cabo, como esta huelga general del sistema educativo del 24 de octubre.
Es necesaria una respuesta contundente ya que no sólo atacan la Enseñanza no Universitaria. Sus ansias privatizadoras, su carga ideológica también supone un ataque a la Universidad. Las grandes corporaciones empresariales, los bancos, los especuladores,... (quienes provocaron la crisis) también han fijado sus ansias de beneficio en la Universidad Pública. El ministro Wert pretende que haya un mayor control de la actividad de las Universidades por parte del capital privado, eliminando la democracia en la elección de los órganos de gobierno, desregulando las condiciones laborales, incrementando las tasas y disminuyendo las becas para los estudiantes. Además de despedir a profesores y personal auxiliar, el aumento de las tasas ha supuesto que más de 7.000 alumnos hayan perdido su beca y se hayan visto obligados a abandonar sus estudios superiores. Así se expulsa de la Universidad a los hijos de los trabajadores.
Quieren una Universidad elitista y segregadora, al servicio exclusivo del rendimiento económico y cada vez más precaria en recursos y servicios, reduciendo al mínimo la financiación pública, buscando sólo el rendimiento económico y olvidando su dimensión social. Quieren acabar con la educación superior como derecho y condicionar el acceso a la misma a la capacidad económica de las familias con incrementos permanentes de los precios públicos y recortes en la política de becas para endeudar a los hijos de la clase obrera o enviarles a la emigración. Quieren una Universidad no democrática, excluyente y despojada de uno de sus pilares básicos: la autonomía universitaria. Quieren reducir a la mínima expresión la investigación y el desarrollo en la Universidad Pública. Quieren desregularizar el acceso a la función docente.
El PCM apuesta por la defensa de una Escuela y una Universidad Públicas para todos y todas y por eso llamamos a toda la ciudadanía a participar activamente en las movilizaciones en defensa de la educación pública y a salir a las calles a manifestarse contra la política educativa de este gobierno.
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