El papel del periodismo durante la transición española fue fundamental. Hoy vivimos un tiempo similar, un tiempo de grandes cambios en el que la prensa debe volver a jugar ese papel vital, comprometiéndose con el tiempo que le toca vivir. Una de las cabeceras de referencia de la época, por su compromiso social fue Diario 16.
Con ese mismo espíritu de periodismo comprometido socialmente, y siguiendo aquella línea marcada entonces, nace hoy Prensa 16. Algunos de los impulsores de este nuevo proyecto, con más años y experiencia, ya participamos entonces en aquella redacción. Hoy volvemos a coger el petate y junto con jóvenes valores del periodismo, volvemos a la trinchera.
La palabra democracia ha sido denostada en boca de fariseos que la utilizan a su antojo despojándola de su auténtico ser. Si durante la transición hubo que luchar contra quienes no querían la democracia, hoy hay que luchar contra quienes se visten de demócratas para, en la práctica, hacer lo mismo que hacían y defendían entonces los defensores de los últimos coletazos del franquismo. Sólo habrá democracia cuando exista una auténtica separación de poderes, hoy inexistente, y cuando los ciudadanos puedan elegir de una forma directa a sus dirigentes y revocarlos de la misma forma. Hoy no vivimos en democracia, sino en partitocracia. Por eso en Prensa 16 creemos y defendemos la democracia.
La libertad de expresión ha quedado relegada a una mera etiqueta, pero en la práctica es inexistente. Los medios de comunicación están controlados por el poder político y económico y nunca antes había habido tanta censura y marcaje de líneas editoriales y de contenidos como hasta ahora. Necesitamos medios de comunicación libres que no acepten contrapartida alguna a cambio de la publicidad, y eso sólo puede lograrse a través de la red. Por eso en Prensa 16 lucharemos por la auténtica libertad de expresión. La corrupción y la falta de transparencia se han convertido en la moneda de cambio normal y diaria de nuestras vidas. La corrupción nace de la falta de transparencia y control ciudadano de lo que hacen con nuestro dinero quienes ostentan el poder político y económico. Necesitamos medios libres que expongan ante la sociedad los casos de corrupción convirtiéndose en pilares de esa transparencia. Por eso en Prensa 16 lucharemos abiertamente contra la corrupción y la falta de transparencia.
Los ciudadanos son la parte principal de una democracia y no los partidos o quienes dirigen a estos. Sin ciudadanos comprometidos con su tiempo no hay democracia, porque la democracia es el gobierno de los ciudadanos. La representación que antaño no había mas remedio que realizarla a través de representantes puede llevarse a cabo hoy de forma mucho más directa eliminando a estos intermediarios. Por eso Prensa 16 quiere ser el periódico de los ciudadanos y no de los poderosos.
El proyecto de País que tuvo lugar durante la transición a base de consensos y acuerdos se está desmoronando por la falta de talla de nuestros políticos. En su lugar, los pequeños jerifaltes de los partidos nacionalistas han tomado la bandera de destrozar aquel legado y trocear el país que construimos entre todos entonces, en una carrera sin sentido. En una situación histórica en la que el progreso es avanzar hacia espacios comunes cada vez más grandes es un sinsentido la revitalización de los nacionalismos y la eliminación de los acuerdos y consensos que nos han proporcionado estabilidad y progreso. Tampoco necesitamos salvapatrias de ninguna orientación que nos vengan a decir cómo tenemos que vivir en el presente y en el futuro. Por eso en Prensa 16 defenderemos una vida en común de todos los españoles que garantice las peculiaridades de cada región, provincia, comarca o territorio, peculiaridades que en absoluto pone en peligro esa convivencia sino que la fortalece.
El progreso de un país no puede construirse sin políticas de crecimiento que garanticen el empleo, los servicios públicos y el estado del bienestar con que nos dotamos en aquella transición. Las políticas constantes de recortes no pueden conducir sino a una recesión del gasto público y privado y con ello a una contracción del mercado, que traerá más desempleo, más fuga de nuestros jóvenes más preparados, más problemas sociales y menos posibilidades para afrontar el futuro. Lo público no se ha demostrado ineficiente, sino que lo que se ha demostrado es la ineficiencia de los gestores. Por eso Prensa 16 defenderá un modelo basado en la Justicia Social y contra la dilapidación de lo público por la mala gestión de nuestros políticos y defenderemos volver a sentar las bases de un estado del bienestar con futuro.
Esto es lo que pensamos en Prensa 16 y lo que defenderemos a partir de hoy. Periodismo comprometido socialmente y transparente en sus fines. Volvemos a la trinchera.
La redacción de Prensa 16.
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