El Premio Nobel de Literatura recordó que incluso el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró que los fondos Hedge, los sistemas de calificación y todos los elementos financieros que provocaron el desastre internacional deben someterse a estrictos controles.
Behlendorf.- El escritor Günter Grass cree que la experiencia del reciente crash financiero demuestra la necesidad de un mayor control estatal sobre las instituciones crediticias mundiales.
"Hay que limitar el poder de los lobbies, lo mismo que el de los bancos, a los que hoy no se somete a ningún tipo de control democrático", explicó en entrevista con dpa motivada por la publicación, hoy, del diario titulado "Unterwegs von Deutschland nach Deutschland" ("De viaje de Alemania a Alemania"), que escribió en 1990, año posterior a la caída del Muro de Berlín.
El Premio Nobel de Literatura recordó que incluso el nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró que los fondos Hedge, los sistemas de calificación y todos los elementos financieros que provocaron el desastre internacional deben someterse a estrictos controles.
Grass hace además un balance negativo de los 20 años transcurridos desde la reunificación alemana que, en su opinión, fue un proceso paternalista mediante el que se despojó a la población del Este alemán y que se hizo con dinero prestado.
"El derribamiento del Muro fue un acontecimento de tal magnitud histórica, que por el bien de la Constitución debería habérsela reformardo. Algo para lo que hoy sigue habiendo motivos de sobra", aseguró.
El autor considera que la actual democracia alemana sufrió una fuerte erosión: "Nuestro parlamento está cercado por presiones; no todos son iguales ante la ley. Vivimos el ataque a los derechos de libertad ciudadana mediante las nuevas tecnologías".
"Ya es hora de construirnos un nuevo fundamento mediante una verdadera reforma de la Constitución".
El escritor alemán criticó que 20 años después de la caída del Muro, 90 por ciento de los medios de producción de los estados del Este que se incorporaron a Alemania son propiedad del Oeste. En vista de ello, según Grass la brecha entre ricos y pobres que diferencia ambas Alemanias seguirá existiendo mucho tiempo.
"Dado que los 15 millones de habitantes de los originales 18 millones que quedaron en la antigua República Democrática Alemana (RDA) no tienen bienes suficientes, los bancos no les concederán créditos. Así que no podrán desarrollar ninguna iniciativa realmente propia. Siempre estarán sujetos a la ayuda que venga de afuera, que llega a cuentagotas", aseguró el escritor.
"Temo que en todos los festejos que habrá este año no haremos más que omitir lo referido al estado del país, y todo se acentuará todavía más por la crisis financiera, que en realidad empezó en ese momento", sostuvo.
Quien ocupaba la jefatura del gobierno alemán al caer el Muro, el democristiano Helmut Kohl, fue en opinión de Grass un cobarde, que no se atrevió a aumentar los impuestos. "Así, la unidad se hizo con dinero prestado". "El argumento de que había que introducir en el Este el marco alemán para que la gente no se fuera no funcionó; se siguió yendo, cada vez más. Los jóvenes, sobre todo las mujeres calificadas, se van al Oeste, los hombres se suelen quedar, lo que es un fermento para el extremismo de derechas que predomina en muchas regiones", detalló.
Esos son para Grass "resultados de un proceso de reunificación alemana que salió mal" y muestras de la erosión de la democracia en Alemania.
"En muchas áreas mis pronósticos fueron superados", dijo Grass, quien aseguró que no pudo imaginar a qué medida llegaría "el despojamiento". "Nunca me habría podido imaginar que 20 años después de la reunificación los sueldos del Este y el Oeste serían distintos, e incluso el salario mínimo, que en algunas áreas incluso se eliminó, algo que en un país rico es un escándalo", aseguró.
"Es cierto también que se hizo mucho", reconoció Grass. "Por ejemplo desde el punto de vista arquitectónico, en el Este no se arrasó con todo lo que había quedado semiderruido como se había hecho en el Oeste después de la guerra. En la RDA había muchos edificios antiguos en bastante mal estado, y muchos de ellos se restauraron muy bien. Lástima que la gente se fue", concluyó.
Comentarios
Publicar un comentario