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Declaración de la X Asamblea de Izquierda Unida 'Transformar la movilización en organización, la rebeldía en alternativa y la alternativa en poder'



Celebramos esta X Asamblea de IU en un momento en el que la crisis afecta a millones de personas que sufren la pérdida de su trabajo, son desahuciadas de sus viviendas y ven recortados sus derechos laborales y sociales. En un momento en el que es más necesario que nunca organizar una rebelión democrática de la mayoría social trabajadora, en defensa de una salida anticapitalista y democrática de la crisis.

En este sentido, consideramos que las masivas movilizaciones sindicales y sociales contra las políticas neoliberales del Partido Popular son expresión de la necesidad de pasar de la confrontación y la resistencia a la elaboración de una alternativa para organice la rebelión democrática de la mayoría social contra el orden neoliberal.

La expresión de esta alternativa ha de ser un Bloque Social y Político capaz de articular a muchas personas, sectores y colectivos, que pivote en torno a un Programa Político transformador y que esté dispuesto a gobernar desde el interés de la mayoría social trabajadora para que el pueblo tome en sus manos su propio destino.

UNA CRISIS INTERNACIONAL DEL SISTEMA CAPITALISTA: ECONÓMICA, POLÍTICA, SOCIAL Y MEDIOAMBIENTAL

Crisis Económica

En esta X Asamblea hemos analizado cómo la profundización de la crisis económico-social, agravada por las condiciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (Troika), pone en evidencia que no estamos ante una crisis más del sistema capitalista. Todo el sistema económico, social y cultural es el que está en crisis. Y ahora es cuando se revela para millones de personas que tanto los gobiernos del PSOE como los del PP han construido un modelo productivo dependiente, y que optaron por la ‘salida’ de la crisis surgida del Consenso de Bruselas, que no trae sino depresión y sufrimiento.

Tal y como ha denunciado reiteradamente IU, la Unión Europea se ha construido propiciando la desregulación del mercado y del sistema financiero, las privatizaciones de sectores estratégicos de la economía, una moneda única sin Tesoro Público y un Banco Central sin posibilidad de actuar como una reserva federal. Esto ha llevado a la UE a un callejón sin salida. Es imposible la integración regional al servicio de las personas sobre la base de esos pilares. Es imposible la cohesión social, territorial y la creación de empleo. Las instituciones europeas cada vez se alejan más de las demandas de los pueblos de los Estados miembros.

Esta Unión Europea no nos sirve. Por eso es necesaria su Refundación, para ponerla al servicio de las personas y no de los mercados. Exigimos el control democrático del Banco Central Europeo y la eliminación inmediata de los paraísos fiscales en la propia Unión Europea.

Denunciamos que la implantación de la Dictadura del Capital viene sustentada por una estrategia de entrega de la soberanía popular a los intereses económicos que representa la Troika comunitaria y que entiende que hay que supeditar toda la economía española al rescate de la Banca.

Esta crisis económica está indisolublemente unida al modelo depredador internacional que diariamente condena a muerte a más de 70.000 personas por vivir en condiciones infrahumanas, mientras se gastan cada día más de 4.500 millones de dólares en armamento.

Los responsables de este sistema han convertido la guerra en el recurso que les garantiza los suministros energéticos, el dominio y la intimidación. La OTAN y las bases de los EEUU de América son instrumentos incompatibles con un nuevo orden internacional basado en la paz y el desarme.

Los gobiernos que impulsan los recortes tienen dos objetivos: por un lado, convencernos de que son inevitables y, por otro, aprovechar la crisis para hacer reformas estructurales que permitan consolidar su dominio e implantar una dictadura del capital. Por eso cuando dicen pretender ‘reformas estructurales’ están diciendo la verdad: quieren cambiar las estructuras de los servicios públicos y la representación democrática, quieren quitarnos poder a todos los niveles.

Desde mayo de 2010, fecha en que se toman las primeras medidas de austeridad, todas las medidas de los gobiernos del PSOE y del PP han ido encaminadas directa o indirectamente a salvar a los bancos y cajas, y no a propiciar políticas para la salida de la crisis. Por ello, Izquierda Unida rechaza que los ciudadanos y ciudadanas paguemos la estafa que supone seguir aportando dinero público a los bancos. El rescate bancario supone aumentar 10 puntos el déficit y eso son más recortes en educación, sanidad, dependencia, etc. Es un rescate a la Banca y no a las personas.

De otra parte se está produciendo un gigantesco trasvase de trabajadores con derechos a trabajadores precarios. La mayoría de la juventud sólo conoce la precariedad, atacan el derecho laboral y tratan de destruir a los sindicatos de clase porque no quieren resistencia frente a su objetivo de imponer su dictadura. Pero la realidad es que, tras dos reformas laborales, los datos del paro registrado explican rotundamente que ni se crea empleo (al contrario, se destruye) ni aumentan los contratos indefinidos. Y todas las perspectivas, incluida las de la OCDE, son aún más que preocupantes de cara al futuro inmediato.

Nos quieren hacer creer que la economía se encarga de la riqueza, y la política del poder, como si fueran cosas separadas. Nosotros y nosotras sabemos que no es verdad y exigimos y debemos trabajar por democratizar tanto la economía como la vida pública en un mismo sentido: cambiar las relaciones económicas para acabar con la explotación de la mayoría social trabajadora por una minoría, con un modelo de producción sostenible. También en el ámbito agrario hay que cambiar los canales de distribución y comercialización para evitar oligopolios que encarecen los productos, arruinan a los agricultores y que especulan con los productos alimenticios.

Crisis Social

Al mismo tiempo que se alimenta la recesión económica y la crisis de manera alarmante se incrementa todavía más nuestra tasa de paro, como consecuencia de unas políticas que recortan la inversión, sacrifican los estímulos a la actividad económica y a la creación de empleo, y renuncian a una política fiscal que, empezando por perseguir decididamente el fraude, permitiese incrementar los ingresos del Estado y evitar así una nueva reducción de los gastos sociales.

Las consecuencias son dramáticas. En los últimos años en los que hemos sufrido reformas laborales, ajustes durísimos, desahucios, recortes en políticas sociales, 12 millones de personas -de las que 2,5 son niños y niñas- han sido arrojados a la pobreza. 

Cobra especial relevancia la situación que sufre la juventud. Se trata de una generación que, ni siquiera ha llegado a disfrutar de los derechos que se consiguieron a través de años de lucha. Una generación que tiene más del 50% de paro, con cuotas de precariedad muy altas o expulsados y expulsadas de las universidades con tasas académicas inasumibles. Todo esto refleja que la actual salida neoliberal de la crisis es a costa de expulsar del propio sistema a una o incluso dos generaciones de jóvenes en nuestro país que son, además, la generación más preparada de la historia que se verán abocadas a una emigración forzosa o la marginalidad absoluta.

Hoy hay una generación que está dispuesta a incorporarse a la lucha. Tenemos que abrirnos a esos jóvenes expulsados del mercado de trabajo, del sistema: sin casa, sin curro, sin pensión y sin miedo.

Las mujeres están también entre los sectores más castigados por la crisis. Todos los esfuerzos son pocos para consolidar y avanzar en sus conquistas, nuestras conquistas: aborto libre, autonomía económica, participación paritaria.

No puede darse ni un paso atrás. No vamos a consentir que la derecha gane la partida y vuelva a encerrar a las mujeres en la casa, los cuidados, la pobreza y el sometimiento al patriarcado.

Se pretende imponer un cambio estructural en la prestación de servicios públicos, se pretende convertir a la ciudadanía en clientes y romper la columna vertebral del Estado social: su universalidad. Pasamos de derechos universales a derechos selectivos. Por el contrario, nuestra propuesta de Estado Social se basa en la idea de que cada derecho esté garantizado por un servicio público que lo haga efectivo e igual para todos.

Crisis Política


La imposición de recortes laborales y sociales está íntimamente ligada. Se quiere facilitar con un retroceso democrático el cuestionamiento de la capacidad de las instituciones democráticas para decidir la política económica del país y el incremento de la represión. 

Pretenden usar la crisis como una oportunidad para imponer un nuevo marco de relaciones sociales, económicas y políticas con el menor coste posible. Para ello es necesario realizar lo que podemos denominar un contra-proceso constituyente que modifique y degrade el de por sí débil marco constitucional, para configurar un nuevo sistema social, político y cultural sometido al capital financiero y a las grandes fortunas.

De esta forma, la crisis es utilizada por el capitalismo para cerrar y consolidar un nuevo modelo de sociedad excluyente y limitada democráticamente. Por eso, las medidas de ajuste están acompañadas de recortes de derechos y libertades. Realmente asistimos a una quiebra del orden constitucional que se realiza sin la más mínima consulta a la soberanía popular.

Por ello, desde esta X Asamblea hacemos un llamamiento para confrontar con esta política del PP sintetizada en la aceptación de las condiciones impuestas por la ‘Troika’ y en el rescate más o menos encubierto de España. Un rescate cuyos contenidos esenciales están en el Plan Presupuestario para los años 2012, 2013 y 2014, presentado sin ningún debate estatal previo a las instituciones europeas y que desarrolla la reforma del artículo 135 de la Constitución, acordada por el PSOE y el PP, por la que se establece un techo de gasto rígido y la prioridad al pago de la deuda a los bancos sobre los gastos sociales.

Esta estrategia necesita de gobiernos sumisos y parlamentos adormecidos en los que se oculta que existen alternativas reales a las imposiciones de las instancias económicas de la Unión Europea. Por ello se está convirtiendo al Parlamento en un ‘convidado de piedra’ cada vez más distanciado de la ciudadanía. Se pretende también limitar e, incluso, eliminar la democracia municipal, la administración más cercana a la ciudadanía, disminuyendo la capacidad de representación de las entidades locales, vaciando de competencias y financiación a los Ayuntamientos.

Hemos analizado en nuestra Asamblea que las políticas de Mariano Rajoy están siendo rechazadas por una mayoría social en nuestro país. La pérdida de confianza en el PP ha sido la más rápida de la historia de la democracia. Se trata entonces de ser algo más que referentes políticos de las luchas; se trata de poner plenamente la organización de IU al servicio del movimiento popular para ser alternativa real de gobierno.

En España tan solo funciona una democracia formal cada vez más devaluada. Hay un agotamiento y un desmantelamiento de la Constitución del 78. Por todo ello tenemos que conseguir que las fuerzas del trabajo ganen la hegemonía en un proceso constituyente que abra la puerta a otra salida de la crisis.

Por eso llamamos a la rebelión, porque hay que pararlos. Si no les frenamos, en poco tiempo habremos perdido todos los derechos que tantas luchas lograron conquistar.

Nuestro objetivo es derrotar al bipartidismo para acabar con la alternancia, disputando la hegemonía al neoliberalismo en la sociedad y en las instituciones. No queremos ser ni una izquierda subalterna ni una izquierda solamente resistente. Queremos cambiar las cosas y disputar el poder a los mercados. Es evidente que la salida de la crisis no puede realizarse a través de un pacto social, bien concretado en un gran gobierno de coalición o en un pacto legislativo. Necesita cambios profundos que sólo pueden venir de una salida anticapitalista de la crisis.

Para ello es necesario no solamente avances electorales sino, sobre todo, un proceso de acumulación de fuerzas políticas, sociales y sindicales que culmine en el desarrollo de un Proceso Constituyente con la máxima implicación de la mayoría social trabajadora. Un proceso que consiga dotar de derechos sociales y políticos efectivos a la ciudadanía, que desarrolle una legalidad republicana, que confiera al pueblo soberano la capacidad real de participar en las decisiones que le afectan directamente, y que determine una política económica y social al servicio de la mayoría.

UN LLAMAMIENTO A LA ACCIÓN Y LA CONSTRUCCIÓN COLECTIVA DE LA ALTERNATIVA

Hay recursos posibles y suficientes para una política de creación de empleo, sin necesidad de aumentar la deuda y limitando el déficit. Por tanto, la decisión es política. Se puede conseguir poner la economía al servicio de las personas si se tiene la voluntad política para tocar a los grandes intereses de las grandes fortunas, de las grandes empresas y de los bancos, porque otras políticas para salir de la crisis son posibles.

Para ello queremos construir, con muchas y con muchos, una propuesta que pretende conseguir un cambio real, entendiendo que el fundamento del socialismo que queremos construir debe estar basado en la acción de la mayoría social. Para ello planteamos tres ejes de actuación:

Económico

La X Asamblea de Izquierda Unida se suma a la exigencia de las centrales sindicales y demás colectivos miembros de la Cumbre Social que han planteado una confrontación directa con el Gobierno, denunciando que las medidas más duras que ha tomado Rajoy no estaban en su programa electoral, ni siquiera en el discurso de investidura y reclamando un Referéndum para que el pueblo se pronuncie sobre la legitimidad de ejercicio que tiene el actual Gobierno. Exigimos un referéndum sobre los recortes y los regalos a la Banca porque entendemos que estamos en una democracia intervenida.

Consideramos que frente a esta política antisocial, generadora de sufrimientos para millones de personas, existe una alternativa que empieza por negar la base sobre la que sustenta la política planteada por la Troika y aplicada por los gobiernos sumisos del PSOE y del PP. Es decir, rechaza que la finalidad exclusiva de la política económica del Gobierno sea limitar el déficit y situar el pago de la deuda, por encima de resolver los problemas que sufren en estos momentos las personas.

- Planteamos la ilegitimidad de una parte de la deuda, rechazando el pago de los más de 38.000 millones de euros que se recogen en los presupuestos de 2013 y que limita la posibilidad de recursos para crear empleo, estimular la economía y atender los servicios sociales. Por ello, exigimos una auditoría de la deuda y rechazar la deuda que no se corresponda con el déficit generado por los servicios públicos y la protección social.

- Priorizamos en la política de creación de empleo el estímulo de la inversión pública, la defensa y desarrollo de los servicios sociales (educación, salud y dependencia, entre otros) y la racionalización del gasto público (que no es lo mismo que su disminución), incluyendo mecanismos de control con la participación de los trabajadores y trabajadoras del sector público. Queremos subrayar la necesidad de modificaciones legales que aseguren la transparencia y rigor de las licitaciones públicas evitando la corrupción y asegurando la eficiencia y el impacto social máximo del gasto público.

- Proponemos la prioridad absoluta del gasto público en pensiones, desempleo y servicios públicos esenciales sobre cualquier otro compromiso y la derogación de la reforma laboral y de la reforma de las pensiones.

- Proponemos un programa de empleo público para las personas desempleadas sin subsidio y de una renta básica para quienes no tengan otra prestación, asegurando un salario mínimo, digno y suficiente, de manera que ninguna pensión esté por debajo del salario mínimo.

- Queremos aumentar el poder contractual de los trabajadores y trabajadoras reforzando su papel en las empresas, recuperando los convenios colectivos y potenciando la capacidad de intervención socio-política de los sindicatos de clase. En definitiva, queremos reforzar el trabajo y los derechos que de él se derivan.

- Todo ello sustentado en un conjunto de medidas fiscales que permitan asegurar el principio de suficiencia de los ingresos y la justicia y progresividad del sistema fiscal. Se trata de limitar el déficit sin recurrir a más deuda, para lo que es fundamental la lucha contra el fraude y la economía sumergida, que puede proporcionar del orden de 38.000 millones de euros. Todo ello, junto con otras medidas como la recuperación del Impuesto de Sociedades con tipos teóricos del 30 o el 25 por ciento y la legislación sobre las SICAV, generarían ingresos suplementarios superiores a 11.000 millones de euros.

- Proponemos, además, la creación de una Banca al servicio de las personas y no de los mercados financieros.

- Para ello proponemos una Reforma Fiscal progresiva e intensificar la lucha contra el fraude, así como la creación de un sistema de Banca Pública que realice funciones de banca al por menor (cajas de ahorros), banca de desarrollo (reconversión del modelo productivo) y banca del Estado (deuda pública).

Democrático

- Proponemos la construcción de una República federal y solidaria que incorpore el derecho a decidir de los pueblos que la compongan.

- Proponemos una igualdad real entre mujeres y hombres, la separación efectiva entre Iglesia y Estado, una Ley Electoral que garantice la proporcionalidad real en la representación parlamentaria, tanto en el Congreso de los Diputados como en los parlamentos autonómicos. Queremos que haya control ciudadano y popular sobre el gasto y la gestión pública, una exigencia ética en el ejercicio de la política y una lucha eficaz contra todo tipo de corrupción.

- Proponemos una planificación democrática de la economía, con un nuevo modelo económico, social y ecológicamente sostenible. Un nuevo modelo que internalice los costes ambientales que sufre el concepto de ‘pagar la contaminación’ por el de ‘dejar de contaminar’.

- Proponemos un nuevo modelo que avance en los ahorros y en la gestión eficiente de los recursos naturales, que desarrolle un modelo energético social que considere el abastecimiento como servicio público y se apoye en las energías limpias y los recursos autóctonos. Un modelo económico al servicio del interés general, en vez de un modelo depredador basado en el crecimiento y el consumo.

Social y de Derecho

- En nuestra propuesta, queremos mejorar los servicios públicos en el sentido de aumentar la capacidad democrática de intervenir en la realidad para transformarla. Esto significa asegurar el derecho universal y gratuito a la salud, la educación, la atención a las personas dependientes o los servicios públicos y, también, alcanzar la socialización de otros espacios como la Banca, el crédito, la energía y otros sectores estratégicos de producción.

- Queremos garantizar el derecho a la vivienda y llevar a cabo medidas favorables a las familias hipotecadas a través de las siguientes medidas: la dación en pago con efectos retroactivos, la paralización inmediata de los desahucios, la reconversión de las hipotecas en alquiler social, creando un parque público de viviendas que comiencen por los activos inmobiliarios procedentes del banco malo, y la modificación de la legislación sobre vivienda para alcanzar el objetivo final de asegurar que todo el mundo tenga un techo y hacer real el derecho a la vivienda.

- Entendemos que la educación es una inversión de futuro. Defendemos la Educación Pública, gratuita y de calidad.

- Si la privatización de la educación tiene un marcado carácter ideológico, la de la sanidad es, esencialmente, por la rentabilidad que genera un mercado cautivo. Desde IU proponemos eliminar toda participación privada en el sistema nacional de salud y que éste garantice la calidad del servicio en todas las CC.AA.

- La Rebelión Democrática debe evitar la fractura social que supone una realidad con millones de pobres: hoy tenemos que volver a plantear la necesidad de la renta básica que garantice la subsistencia a aquellas personas que carecen de cualquier tipo de ingreso.

PARA ORGANIZAR LA REBELIÓN SOCIAL: EL BLOQUE SOCIAL Y POLÍTICO QUE DISPUTE LA HEGEMONÍA Y EL PODER AL NEOLIBERALISMO


Hemos de organizar el Bloque Social y Político que proclaman los Documentos discutidos y aprobados en esta X Asamblea Federal para ganar la hegemonía en la contradicción capital/trabajo y articular a la mayoría social que sufre la crisis con despidos, desahucios, pérdidas de derechos laborales, pérdida de su calidad de vida y limitaciones en su acceso a los servicios públicos y sus derechos democráticos.

La izquierda debe no sólo hablar de otra política sino, sobre todo, practicar otra política. Demostrar que existe una alternativa real que se configura como opción de gobierno y con capacidad para transformar el sistema, regenerar la vida política e impulsar una salida social a la crisis.

Para resistir y pasar a la ofensiva es imprescindible que el Bloque Social y Político se articule en torno a ejes concretos que sinteticen las propuestas económicas y de creación de empleo, de regeneración democrática, de justicia social, de defensa del sector público y de los servicios públicos. Para contribuir a ello, desde esta Asamblea hemos planteado 50 propuestas. El Nuevo Programa Político que sustente ese Bloque Social y Político y su elaboración de un modo ampliamente participado, de manera que las propuestas electorales sean la culminación y nunca el inicio de ese proceso, es lo que venimos denominando Convocatoria Social.

Por ello, desde esta X Asamblea Federal de IU reiteramos el llamamiento a todos los hombres y mujeres de los pueblos de España que se han movilizado en las Huelgas Generales, en los movimientos que han llenado las calles y plazas exigiendo una democracia real ya en lo que se ha llamado Movimiento del 15M. Un llamamiento a las trabajadoras y trabajadores, al movimiento feminista, a la juventud, al mundo de la Cultura, a la comunidad científica, a los cargos electos, a todo el pueblo, para que asuman directamente el protagonismo en la organización de una verdadera rebelión democrática y social frente a este auténtico golpe antidemocrático que el capital intenta consolidar contra la mayoría de la sociedad. Junto con este llamamiento formulamos:

NUESTRO COMPROMISO


Asumimos que debemos organizarnos más y mejor, y convertir a IU en una gran organización de masas para dar respuesta a la ofensiva del capital y para lograr que el pueblo tome en sus manos los destinos del país y haga pagar la crisis a sus autores, a los especuladores y a los estafadores financieros consentidos y estimulados por las élites antidemocráticas que rigen los destinos de la actual política de la Unión Europea.

Hemos de enfrentarnos con este modelo de UE, pactado por la socialdemocracia, los partidos conservadores europeos y dotarnos de un Estado capaz de consolidar derechos sociales y laborales, garantizar el derecho al trabajo, a la educación, a la sanidad y a la vivienda, en el marco de un mundo solidario que renuncie a utilizar la guerra como instrumento de dominio.

Si no queremos vivir en un país sin derechos sociales, laborales, democráticos, hay que rebelarse, y eso exige de quienes no admiten la derrota estar a la altura de las circunstancias. Creemos haber dado un paso muy importante en nuestra X Asamblea. Sabemos que tendremos que seguir en ese camino. Tenemos alternativas y determinación por construir con otras muchas personas y colectivos un presente y un futuro diferente para quienes hoy sufren el paro, los desahucios, la pérdida de derechos sociales y laborales. Este es el reto. Nuestro compromiso es organizar esta rebelión con lo mejor de nuestros esfuerzos y cualidades, y hacerlo en el horizonte de avanzar hacia la construcción de un modelo diferente de sociedad, de construcción del Socialismo en este siglo XXI. 

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