Turquía y las elecciones del 24 de junio: El gobierno de Erdogan arrastra al país al desastre ¡La única salida es la movilización!
Después
de arduas negociaciones, primó la posición del gobierno de
"elecciones rápidas", que se realizarán el 24 de junio en
un contexto en el que dos campos burgueses principales están en
disputa. Por un lado, hay una "Alianza Pública" que
intenta garantizar el régimen bajo el liderazgo de Erdogan. Y, por
otro lado, está la "Alianza Nacional" que apunta al
retorno al sistema parlamentario.
Además
de estos dos campos principales, el HDP (Partido Democrático del
Pueblo), alianza política pro kurda, aspira a superar el 10% del
umbral electoral para poder participar en las elecciones
parlamentarias. Para las elecciones presidenciales, el HDP postula al
dirigente kurdo Selahattin Demirtaş como candidato, quién ha estado
en prisión durante 15 años.
El
objetivo principal de la "Alianza Pública", del
reaccionario Erdogan, fue restablecer rápidamente las elecciones
para tomar a la oposición por sorpresa, antes de que se acercara la
crisis económica y para ganar tiempo para mantener su poder en
decadencia. Sin embargo, el adelantamiento (se debían realizar en el
2019) de las elecciones no parece resolver los problemas de Erdogan.
La dinámica de la crisis económica también se adelantó y este
resultado se ha reflejado en la depreciación extraordinaria de la
lira turca frente a las monedas extranjeras. Dada la deuda externa
total de 400.000 millones de dólares y el déficit de comercio
exterior de 50.000 millones de dólares, esta devaluación drástica
de las moneda inevitablemente significará quiebras de empresas y
bancos, lo que implicarà el camino para una ola de despidos y
recortes del sector público. Ahora es bastante obvio que las
políticas económicas de 16 años de Erdogan y AKP (Partido de
Justicia y Desarrollo) han arrastrado al país a un desastre
económico.
Sabiendo
esta situación, los partidarios del gobierno están tratando de
mantener el reaccionario régimen opresivo y antiobrero, concentrando
todos los poderes en manos del Presidente Erdogan. Por otro lado, las
partidos que componen la "Alianza Nacional" están haciendo
generosas promesas de derechos democráticos y económicos, al mismo
tiempo que intentan asegurar al capital nacional e internacional que
garantizarán una "transición ordenada" después de
Erdogan. Sin embargo, la crisis económica no permite tales
"generosidades". El nuevo gobierno después de las
elecciones, tendrá que optar por aplicar las políticas de
austeridad del FMI o adoptar medidas económicas urgentes a favor de
los trabajadores haciendo que el capital, el verdadero responsable de
la crisis, pague por ello. Pero, nosotros tenemos claro en que tanto
la "Alianza Pública" como la "Alianza Nacional"
aplicarán las medidas de ajuste del FMI sobre las espaldas de los
trabajadores y de los sectores populares y que ninguna de estas
variantes representa una salida ante la crisis.
Por
esto, el principal problema es que, en estas elecciones, no hay una
opción para los trabajadores que sea independiente del capital y
aborde nuestras demandas democráticas y sociales. Los líderes
sindicales y los movimientos de se autoproclaman como de "izquierdas"
y "socialistas", prefieren hacer política con los partidos
de la oposición patronal, en lugar de construir una alternativa
política de nuestra clase. Esta situación obstaculiza la
visibilidad de una alternativa de ruptura con el régimen de Erdogan
y arrastra a la clase trabajadora a un nuevo desastre económico y
social.
Por
otro lado, HDP, la alianza pro kurda, carece de una perspectiva de
clase y está muy lejos de cerrar esta brecha debido a su actitud
distante de la movilización de clase de las masas obreras. Sin
embargo, pese a la ausencia de una alianza electoral de los
trabajadores, es importante apoyar electoralmente a HDP y su
candidato Demirtaş en las elecciones para detener el régimen
reaccionario actual y hacer visibles las demandas democráticas de
los kurdos.
Independientemente
de los resultados de las elecciones, el nuevo gobierno que se formará
bajo las actuales condiciones de crisis económica y política será
un gobierno débil e inestable. Deberemos estar preparados para las
movilizaciones para defender nuestros derechos democráticos y
económicos contra las políticas opresoras y antiobreras del
régimen.
Partido
por la Democracia Obrera (IDP) de Turquía, sección de la UIT-CI
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