Llamamiento a construir un Frente de Izquierdas por la ruptura para las elecciones generales del 28 de abril
La
convocatoria precipitada de Pedro Sánchez a las elecciones generales
del próximo 28 de abril, después de ser aprobada la enmienda a la
totalidad a sus presupuestos, constata algunas cuestiones relevantes
y que debemos tener presentes a la hora de encarar el actual momento
político a nivel estatal. En primer lugar, se corrobora que la
moción de censura a Rajoy no fue un giro orquestado de la burguesía
del Estado para dar una salida negociada al conflicto de Catalunya
con un lavado de cara al Régimen del 78. De hecho, como vemos tanto
con la carrera a la derecha de PP y C 's como con la irrupción de
VOX, la mayor parte de la burguesía apuesta ahora por endurecer aún
más la respuesta a la disidencia en Catalunya y aplastar el
movimiento independentista por la vía de un 155 perpetuo y los
encarcelamientos que sean necesarios. Dentro del mismo PSOE ha habido
presiones para romper cualquier tipo de conversación con el Govern
de la Generalitat, a pesar de saber que las últimas semanas JxCat y
ERC pedían sólo "gestos" para seguir negociando
presupuestos y tener alguna opción de que se aprobaran también los
de Catalunya porque saben que, sin éstos, su gobierno también está
pendiente de un hilo. Por ello Sánchez sale del paso de la
manifestación de la derecha y la ultraderecha en Colón recordando
que ellos también fueron parte del 155 y levantándose de la mesa de
diálogo con el Govern de Catalunya.
Han
caído dos Gobiernos del Estado en menos de un año. El de Rajoy tras
la sentencia del caso Gürtel y el de Sánchez por falta de apoyo a
los presupuestos, pero ambos con el conflicto catalán de fondo. Se
evidencia por tanto, que la crisis del Régimen Monárquico se sigue
profundizando y que Catalunya es la grieta que puede acabar
rompiéndolo. El PSOE sabe que en estas elecciones, en pleno juicio a
los y a las presas políticas, se puede polarizar el voto y que eso
le juega en contra. Pero las convoca ahora porque también sabe que
no tiene espacio entre el tripartito de Plaza Colón de un lado y el
movimiento en Cataluña que vuelve a movilizarse con fuerza, del
otro. Y sabe también que esta polarización probablemente crecerá
aún más en los próximos meses. Curiosamente, la polarización
hacia la derecha de todos los partidos del Régimen contrasta con las
recientes encuestas que dicen que más de la mitad de la población
del Estado prefiere una salida dialogada y pactada con Catalunya a la
mano dura y el 155.
En
este contexto, Podemos podría haber jugado un papel muy importante
si hubiera tenido una política diferenciada del PSOE y decidida,
tanto sobre la autodeterminación y por la República, como en lo
referente a políticas sociales para los y las trabajadoras. El
proyecto que comenzó planteando el fin del Régimen del 78 y el no
pago de la deuda, entre otras medidas, hace ahora de pata izquierda
del mismo Régimen y se agrieta con él. Pablo Iglesias intentó
hasta el último momento que JXC y ERC no votaran a favor de la
enmienda a la totalidad de los presupuestos de Sánchez y, no sólo
no lo logró sino que le desobedecieron incluso diputados/as de sus
propios grupos parlamentarios votando a favor de tumbarlos. Podemos,
que también le hizo un 155 a su secretario general en Catalunya,
Albano Dante, se cae a pedazos. Poco queda de sus círculos de base
después de ver que lo que se decidía desde abajo era ignorado
sistemáticamente por su dirección. También se alejan y buscan
otros reagrupamientos y fórmulas sectores que formaban parte del
proyecto en diferentes territorios y se rompe incluso por arriba con
la marcha de Errejón con Carmena que además no parece responder a
diferencias políticas sustanciales sino que son otra expresión de
su crisis.
El
giro a la derecha del conjunto de los partidos de masas deja un
enorme vacío en la izquierda en las próximas elecciones generales
del 28 de abril. Y como ocurre con demasiada frecuencia, los agujeros
que deja la izquierda los puede acabar ocupando la derecha o la
ultraderecha. La historia ha dejado claro que, cuando las y los
trabajadores en situación de miseria no ven propuestas claras y
contundentes que les permitan mejorar sus condiciones de vida por la
izquierda, muchos/as acaban por saltar a las opciones de derecha o
extrema-derecha y compran el discurso de que el problema son las
personas migradas o, en la actual situación en el Estado, las
"separatistas". Y la historia también nos dice que cuando
estos frentes para "salvar la democracia" los ha liderado
la socialdemocracia no han parado a la extrema derecha ni al
fascismo. Al contrario, les han aplanado el camino al mostrarse
incapaces de mejorar las condiciones de vida de la gente trabajadora
en nombre de la "izquierda". Pero además, las próximas
elecciones estatales también tienen, hoy por hoy, un importante
vacío en cuanto al movimiento independentista en Catalunya. Mucha
gente ha hecho el balance de las traiciones por plazos de ERC y JxCat
tras las elecciones del 21D y más ante un "gobierno efectivo"
que ha hecho poco más que enviar a los Mossos a reprimir y detener
al movimiento que dice representar. ERC ha jugado en momentos
puntuales un buen papel en Madrid con Rufián y Tardà, pero
absolutamente incoherente con su política como parte del Govern en
Catalunya, incapaz no sólo de hacer efectiva la República sino
también de revertir los recortes y de llevar a cabo unas mínimas
políticas sociales. Este desencanto puede llevar a un crecimiento de
la abstención que beneficiaría a los partidos del Régimen y que,
concentrado en Catalunya, podría beneficiar más concretamente al
tripartito del 155 que no oculta, sino que va haciendo crecer por
días, sus planes de ascenso represivo para Catalunya (y cualquiera
que cuestione el Estado Monárquico) pero que tampoco esconde su
voluntad de hacer retroceder los derechos de las mujeres, las
personas migradas y, en definitiva, de hacer crecer aún más la
miseria y la opresión sobre el conjunto de la clase trabajadora de
todo el Estado.
Por
ello, es urgente que la CUP-CC, de la cual Lucha Internacionalista
formamos parte, llame al resto de organizaciones a la izquierda de
Podemos de todo el Estado, empezando por las organizaciones que han
dado apoyo a la autodeterminación del pueblo de Catalunya y que se
posicionan claramente para acabar con el Régimen Monárquico
heredero del franquismo como son el SAT en Andalucía, Bildu en
Euskal Herria, Anova en Galiza e Izquierda Castellana, entre otras, a
una candidatura conjunta a las elecciones del 28 de abril. A este
frente es posible que se integraran sectores que han roto con Podemos
por la izquierda como Som Alternativa, otras organizaciones
anticapitalistas como las que ya nos han apoyado en las jornadas de
With
Catalonia
y de la Plataforma
3 de octubre,
o los colectivos que han estado organizando los referéndums de
Monarquía-República en diferentes territorios del Estado. Somos
muchas las organizaciones que podemos compartir un programa de doble
ruptura: por un lado, ruptura con el Régimen del 78, con la
autodeterminación real y efectiva de los pueblos del Estado y
referéndum para abolir la Monarquía y, por otro, ruptura con el
capitalismo y la Unión Europea del capital con el no pago de la
deuda con el fin llevar a cabo un plan de choque para atender las
necesidades de la gente trabajadora. Seguramente son más los puntos
en que llegaremos a acuerdos ... si lo intentamos.
En
anteriores elecciones la CUP-CC decidió no presentarse a las
elecciones estatales al considerar que el Congreso de los Diputados
de Madrid no es una institución nuestra. Es cierto y evidente. Pero
ésto también se dijo en su momento sobre el Parlament de Catalunya,
que también es una institución burguesa y hecha a medida de los
intereses de los capitalistas y el Régimen Monárquico. Por eso,
cuando decidimos presentarnos por primera vez como CUP-AE a las
elecciones al Parlament dijimos claramente que queríamos ser el
"caballo de Troya" de las luchas obreras y populares y
utilizar la institución ajena de altavoz de éstas. Ahora, la
situación actual requiere de un caballo de Troya contra la
represión, por la ruptura con el Estado Monárquico y para poner las
necesidades de la clase trabajadora por encima de grandes empresas y
bancos en el mismo corazón de la bestia. Una especie de continuidad
de lo que fue en su momento Iniciativa Internacionalista.
Es
evidente que la clave, tanto para detener la represión y a la
ultraderecha, como para tumbar al Régimen y hacer efectiva la
República Catalana será la organización y la movilización de los
y las trabajadoras. Pero para todos estos objetivos necesitamos que
esta movilización sea a nivel de todo el Estado y que vaya
acompañada de un programa político rupturista. Por eso, llamamos a
construir esta candidatura que debe tener el objetivo principal de
organizar y hacer de altavoz amplificador de estas movilizaciones y
luchas. En este sentido, el próximo 16 de marzo, la manifestación
prevista en Madrid contra la represión y por la autodeterminación
puede ser un lugar de encuentro para avanzar en este proyecto que,
desde Lucha Internacionalista, consideramos necesario y urgente.
Lucha
Internacionalista (LI), 22 de febrero de 2019
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