Un plan de lucha y un giro a la izquierda para parar la represión y hacer posible la República catalana
Los bramidos de la
derecha, del PP, de Ciudadanos y de Vox no pueden hacer “buena y
amable” la cara de Sánchez y de su gobierno, que garantiza la
represión e impide el derecho de autodeterminación de Cataluña. Y
es por eso, por la fecha escogida, porque hay presos/as
exiliados/adas, porque hay centenares de perseguidos y porque
empiezan los juicios por el 1 de octubre... que el Consejo de
Ministros se reúna a Barcelona, acompañado del despliegue de 1.300
policías y guardias civiles, es una provocación y hace del todo
imprescindible la respuesta con la movilización como se ha dado esta
mañana.
Ayer Pedro Sánchez y
QuimTorra escenificaban un gesto “por el diálogo”. ¿Pero qué
diálogo con los y las presas y asegurando por activa y por pasiva
que el gobierno del PSOE no reconocerá el derecho de
autodeterminación? Solo faltaron Ada Colau - que da cobertura a
Sánchez - y la Patronal de Fomento, haciendo de anfitriones. Una
foto que intenta borrar el octubre del año pasado.
La famosa división de
poderes que esgrimen para dejar manos libres a los tribunales y
justificar que el Gobierno “no puede hacer nada”, es tan falsa
como lo explicaba el tweet de Cosidó, portavoz del senado del PP. La
burguesía asegura bajo tres claves su poder de clase - que está muy
ligado, no sea que en ocasiones pueda fallar una de las patas. Y hoy
la realidad es que el poder judicial es quien quiere vengar la
humillación que el pueblo catalán impuso al Estado el 1 y el 3 de
octubre. No solo porque las imágenes de la represión recorrieron el
mundo, sino porque además todo el aparato del estado y un costoso
dispositivo fueron incapaces de impedir el referéndum. Y esto no lo
perdonan y están dispuestos a imponer sanciones y sentencias
ejemplares. El Estado no afloja, esta es la realidad a la cual
tenemos que hacer frente.
Pero este estado
monárquico feroz no puede esconder que está herido. El poder
judicial que dictará sentencias ejemplares por los dirigentes
catalanes, es el mismo que rectificaba en una acción sin precedentes
los impuestos de las hipotecas en beneficio de los bancos, el mismo
que unos meses atrás era señalado, por la actual ministra de
Justicia, de aprovechar viajes oficiales al extranjero para abusar de
menores, el mismo poder que dicta resoluciones escandalosas como las
de la Mandada o de Altsasua. No es solo la justicia la que pierde
toda credibilidad, lo son las otras instituciones, incluida la
Corona. Y crecen los referéndums populares para cuestionar la
Monarquía, como los de las universidades y los barrios de Madrid.
Pero tampoco nos engañamos
con lo que pasa en la dirección del movimiento por la República
catalana. La parálisis de Puigdemont/Torra y de ERC es más que
notable. Pueden vender humo de la construcción virtual republicana,
pero la realidad autonómica del Gobierno surgido de las elecciones
de hace un año, es incuestionable. La misma formalización de la
reunión de ayer con Sánchez es un nuevo intento de esta
normalización. Pero el pueblo no afloja, y como lo hicimos el mismo
1 de octubre y el 3, la determinación desborda la política de las
direcciones de PdCAT y ERC. Parar la represión, liberar los y las
presas, avanzar más allá exige urgentemente construir una nueva
referencia política y un plan de lucha para hacer efectiva la
ruptura.
Y desde Lucha
Internacionalista (dentro del acuerdo CUP-CC) afirmamos que esta
nueva referencia y el plan de lucha necesitan un giro a la izquierda
del proceso hacia la República catalana:
1) Una defensa sin fisuras
de la libertad de todos y todas las encausadas. No puede haber
ninguna condena: hay que preparar un nuevo octubre. Hay que organizar
una nueva huelga general. Los y las presas están en Cataluña y hay
que exigir que, en un acto de soberanía, sean liberados y liberadas.
2) Un giro a la izquierda
porque república tiene que significar una solución a los graves
problemas que tiene el pueblo trabajador catalán: desahucios,
salarios y pensiones que caen, deficiencias graves en sanidad y
enseñanza públicos... Los beneficios patronales ya han remontado la
crisis: nuestras condiciones de trabajo y nuestros servicios
públicos, no. Por eso hay que exigir al Gobierno desde la
movilización respondida a las demandas sociales. Solo con este
componente social, sectores de la clase obrera verán un futuro en la
república catalana.
3) Hay que coordinar una
campaña con el País Valenciano y las Islas, con el pueblo vasco,
con el resto de pueblos del Estado español contra la Monarquía,
contra el régimen del 78, por una ruptura con el franquismo que nos
negaron en la transición.
21 de diciembre de 2018
Lucha Internacionalista
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