En nada menos que siete días Grecia vuelve a llenar las calles de obreros, vaciando las fábricas, empresas y lugares de trabajo en una tercera jornada de huelga tras las del 12 de noviembre y 3 de diciembre, comprendidas todas en el mandato de los socialdemócratas de SYRIZA y los nacionalistas ANEL.
Durante los días previos se ha intensificado –y se seguirá intensificando– la actividad del PAME en los centros de trabajo, con paros, manifestaciones, concentraciones o la huelga de 48 horas que afrontan desde ayer los sectores marítimos, la actividad del MAS (Frente Militante de los Estudiantes) con las movilizaciones frente al Ministerio de Educación el pasado 20 de enero, o las movilizaciones de los campesinos... es decir, ya hay un clima de tensión previo a la huelga, que sin duda está poniendo en jaque las políticas socialdemócratas de Tsipras, expresión al fin y al cabo de los intereses monopolísticos de la UE, BCE y FMI.
Por el momento hay convocadas más de una veintena de manifestaciones para el día 4, aunque estas crecerán en los próximos días. Las fuerzas de clase en Grecia siguen la senda de la lucha, de la contestación dinámica a las políticas antipopulares de SYRIZA- ANEL, bajo la dirección revolucionaria del Partido Comunista.
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